Qué es el herpes zóster o culebrilla: su diagnóstico, evolución y tratamiento

  • Silvia Narejos, médico de familia: “Es muy importante acudir urgentemente al profesional sanitario para hacer el diagnóstico

El virus herpes zóster es el responsable tanto de la varicela como del herpes zóster. El primer contacto que se tiene con el virus se produce durante la infancia cuando se contrae la enfermedad de la varicela.

Pasada la infección, el virus se queda latente en el cuerpo pudiendo reactivarse cuando nuestro sistema inmunitario se vea debilitado, ya sea por algún tratamiento o por la edad.

Con el paso del tiempo y con la bajada de la inmunidad, que se hace más palpable a partir de los 50, con la llegada de la inmunosenescencia, puede reactivarse convirtiéndose Dando lugar a un herpes zóster, también conocido como la “culebrilla”. La fase aguda de la culebrilla puede durar de 2 a 4 semanas.

El herpes zóster presenta una baja mortalidad, pero sus complicaciones, especialmente la neuralgia postherpética, pueden ocasionar discapacidad y afectar la calidad de vida de quienes lo padecen.

La neuralgia postherpética es la complicación más frecuente del herpes zóster, y se caracteriza por:

· Un dolor muy intenso y constante en la zona afectada.

· Persiste más de 3 meses desde la resolución del sarpullido.

· Puede durar meses o incluso años.

¿Cuáles son los síntomas?

Provoca un sarpullido en la piel, suele localizarse en un lado del cuerpo: en el tórax, en el abdomen, en las extremidades o en la cara. El paciente nota un picor o dolor en una de estas zonas del cuerpo y tras unos días aparece un enrojecimiento cutáneo seguido de unas vesículas. “el sarpullido suele durar entre 10 y 15 días”, asegura Silvia Narejos, médico de familia del CAP Centelles.

-Picor o dolor en la piel

-Quemazón

-Ampollas o vesículas con fluido

-Dolor de cabeza, malestar general, y a veces, fiebre

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico se realiza tras un examen visual y principalmente por la clínica. En caso de duda, se puede realizar un cultivo virológico de las ampollas en la fase inicial de la infección.

Si se cree haber contraído el herpes zóster, acudir al médico para su valoración. Todas las personas que han pasado la varicela alguna vez pueden padecer el herpes zóster.

Evolución

No existe cura pero sí tratamiento que se realizaría con fármacos antivirales.Y analgésicos para reducir el y la inflamación (hinchazón y enrojecimiento).

También hay que tener en cuenta que si el herpes zóster afecta al nervio trigémino, situado en la cara, podría causar pérdida de visión permanente o temporal ya que existe el riesgo de formación de úlceras corneales, o “sordera o parálisis facial”, cuenta Silvia Narejos.

El herpes zóster presenta una baja mortalidad, pero sus complicaciones, especialmente la neuralgia postherpética, pueden ocasionar discapacidad y afectar a la calidad de vida de quienes lo padecen. Esta enfermedad no tiene cura, pero por suerte, como indica la doctora, se puede prevenir.