Aitor perdió la vida porque una ambulancia no llegó a tiempo. Sucedió el 18 de enero del año 2018 y ahora, casi dos años después, hablamos con Bartolomé y Carmen, padres de Aitor. Escuchamos la poca profesionalidad con la que fueron atendidos a través del servicio del 112 y Carmen se muestra muy indignada por el trato que recibió por parte de un médico, pues llegaron a hacer hasta cinco llamadas hasta que le enviaron a un equipo sanitario a casa, ya cuando su hijo había entrado en parada cardiorrespiratoria: “Quiero que este señor no pueda ejercer más. Ha quitado una vida y es la de mi hijo”.