Oriana se ha armado de valor y se ha enfrentado a la ya conocidísima 'escalera de las emociones'del programa. La venezolana se ha puesto ante Toñi Moreno y ha abierto su corazón decidida a alejar de los demás esa imagen de niña malcriada y caprichosa que muchos tienen de ella.
El primero de los escalones ha sido el de la culpa. Oriana ha reconocido que siente cierta culpabilidad por una época en la que fue un tanto rebelde y se lo hizo pasar regular a sus padres: "Aquello estuvo mal pero después ya todo perfecto". Oriana no siente culpa por nada más, cree que lo hace todo bien.
Oriana se ha emocionado al llegar a este escalón porque, tal y como le ha recordado Toñi, ella pasó un momento especialmente malo cuando estuvo enamorada de una persona que no la valoraba como se merecía. Aunque no han hablado de qué persona se trata, Oriana sí que ha reconocido que lo suyo con aquella persona no funcionaba porque ella intentaba sacarle de algo de lo que él no quería salir. El momento más emocionante ha llegado cuando ha dedicado unas preciosas palabras a Iván González: "No sé lo que durará con Iván, pero él ha conseguido con su forma de ser que yo supere aquello que me pasó".
Oriana no ha podido reprimir las lágrimas al recordar las muchísimas mentiras que tuvo que soportar con su anterior relación: "Llegué a encontrarme unas bragas que no eran mías en nuestra cama y él me decía que las habían puesto ahí sus amigos para que yo me rayara". Iván, que no quitaba ojo a su chica, también se ha emocionado al ver cómo a su chica se le quebraba la voz recordando uno de los momentos más complicados de su vida.