Rocío Flores hizo un llamamiento a su madre, Rocío Carrasco, para que cogiese el teléfono y pudiesen hablar. La colaboradora de 'El Programa de Ana Rosa' aseguró que nadie la ha manipulado y que la ha llamado en varias ocasiones pero no ha obtenido respuesta. Sus palabras generaron las dudas, cuestionaron el testimonio de Rocío y ella misma explicaba este miércoles sus motivos en su primera entrevista en directo: "No estoy preparada y sé que ella tampoco".
Con estas palabras, Rocío Carrasco cerraba las puertas, al menos de momento, a tener una toma de contacto con su hija.
Ana Villarubia, psicóloga, ha analizado las palabras de Rocío Carrasco en el plató de 'Ya es Mediodía': "Solo me lo explico por un conflicto muy enconado y por un recorrido terapéutico muy complejo y largo. Estar preparado significa estar preparado para la aceptación y para asumir responsabilidades, algo que es muy difícil".
Además, ha analizado las posturas de madre e hija: "Estamos hablando de una mujer adulta de 25 años y ella tendrá que hablar de cómo está. En el caso de la madre, significa que no está preparada para aceptar un punto de vista diferente y entender que ella puede tener algún tipo de responsabilidades. Es muy difícil pedir perdón".
Sobre el beneficio a nivel psicológico que puede tener para Rocío Carrasco haber hecho público este relato, Ana Villarubia ha sido clara: "Esto para ella es liberador y no tengo duda de que es una recomendación terapéutica. Eso sí, yo nunca recomendaría profesionalmente que se hiciese con este nivel de exposición, porque entonces estamos expuestos amuchas más cosas".
Además, Villarubia cree que Rocío Carrasco tiene un complicado camino por delante para acercarse a su hija: "Está más posicionada como víctima de maltrato que como madre. Por eso su relato es muy rígido y tendría que relajarlo, algo que es muy difícil".