Las multas callejeras: lo que te puede costar tirar un chicle o dejar un mueble en la calle

  • Se pretende conseguir la concienciación ambiental a través de multas económicas

Las infracciones que comete la sociedad en las calles son cada vez más castigadas por la justicia. Se trata de actos incívicos que están multados económicamente y de esta forma, ayudan a mantener el orden público. Supone cambiar los hábitos de la ciudadanía mediante multas.

Desde los 300 hasta los 3000 euros es el precio que cuesta tirar muebles viejos, trastos, electrodomésticos y basura en la calle. Un simple gesto como depositar los productos que ya no se utilizan en el lugar correcto ahorrarían un pellizco en el bolsillo de los ciudadanos. Tirar una colilla, un chicle o hasta escupir también tiene multa. Algo tan sencillo como tirarlo en una papelera puede costar desde los 750 euros hasta los 1500 euros.

La responsabilidad no termina en uno mismo, sino que también es necesario contribuir al bienestar medioambiental con la pertenencia de mascotas, pues no recoger sus excrementos supone una multa mínima de 751 euros y máximo 3000 euros.

Para aquellos que acudir al baño y no lleguen a él, orinar en la calle tiene precio. La multa por esta infracción supone una cuantía de 1500 euros. Y para los conductores que utilicen el coche y vean la ventanilla como una vía de escape donde tirar objetos, será el mayor coste por infracción, 9800 euros si es una acción muy grave y 200 euros si es una colilla de tabaco.

El propósito de estas medidas es que los viandantes cuiden el medio ambiente y se respete aquello que es de todos. A través de multas económicas, se pretende conseguir la concienciación de la sociedad con el medio ambiente.