El Valle de los Caídos ha vuelto a abrir sus puertas tras la exhumación de Franco. En el lugar donde estaba la tumba del dictador se han colocado unas losetas negras, a juego con el resto del suelo, pero visiblemente más nuevas. Una de las primeras visitantes a la Basílica ha sido Pilar Gutiérrez quien, esta vez, ha entrado a un templo que ya no está dedicado a su querido Franco.
La mujer más franquista de España, como así se hace llamar, ha vuelto para “desagraviar el odio que han generado los talibanes de La Moncloa” y ha llevado al Valle “la rosa más bonita” de su jardín, para colocarla en el lugar en el que antes estaba su tumba.