"Kiko es un pijo ". Esa era la impresión de Tania, 19 años, a media tarde. Tania quería conocer a Kiko, era su ídolo hasta que tuvo la suerte o la desgracia de convivir con él. Kiko se mostró durante las primeras horas educado pero desconfiado. Normal si te metes en una casa que no conocces. La familia bromeó con Kiko y el tono general era distendido. Hasta aquí todo bien. La cosa se empezó a torcer cuando llegó la familia invitada a comer.
El padre de Marisa, la madre de la casa, se llevó muy bien con él. Pero hubo una prima con la que Kiko no congenió. El bloguero empezó a adoptar esa pose televisiva tan característica y empezó a atacar. La prima tampoco se quedó corta y la cosa acabó muy tensa. Kiko ya empezaba definitivamente a ser él. Y la familia empezaba a renegar.
Tanto es así que después de comer Kiko, más ancho que largo, se fue a hacer la siesta porque estaba cansado. "Es que ayer llegué a casa a las 4 de la mañana por Sálvame Deluxe", argumentaba. Eso a la familia Sánchez-Pastor se la traía al pairo. Se suponía que era Kiko el que tenía que adaptase a ellos y no al revés.
En fin. Kiko se despertó de mala fulañil y le tocó hacer de adoptado. Tuvo que cumplir con el hijo pequeño de 13 años, Aren, y con la mosqueada Tania. Kiko estuvo a la altura de las actividades de la tarde pero en el horizonte había nervios porque 'La Noria' conectaría en directo con la casa.Sudores fríos, llamadas a familiares y amigos y todos expectantes. Tras la conexión todos a la cama y Kiko nervioso. No le gustaba el colchón, no le gustaba dormir fuera de su casa y no pegó demasiado ojo.
Manos a la obra
A la mañana siguiente por fin se cumplió la advertencia de Diego, el padre de familia cuando antes de la llegada de kiko decía "aquí vendrá a trabajar". Y por fin Kiko pasó por el aro. Le echó un cable a Diego en la mañana del domigo despejando una zona de piedras para que Diego le plante hormigón la semana que viene. Otra reforma más de este albañil que se ha tuneado su propia casa hasta dejarla hecha un pincel.
La adopción íntegra
Para comprender todos estos estados de ánimo cambiantes a lo largo de 24 horas, para ver cómo Kiko la lía parda con sus comentaros afilados, para ver polémica entre Kiko y la familia y viceversa... sólo hay que ver La Siete el jueves, 30 de diciembre, a las 17.45h.