Telecinco firma un acuerdo para el 2010 con las Instituciones Penitenciarias para contratar como becarios a expresidiarios, por lo que la cadena de televisión se llena de unos becarios muy peculiares, con un pasado que algunos no desearían saber. Y a telecinco.es ya ha llegado el nuevo compañero.
Willy , Diego, Carla y Alejandra intentan integrar en la redacción al becario, pero pronto los redactores perciben que el chico tiene un carácter difícil y algo osucuro. Alejandra y Carla se quejan de que el nuevo "les mete mano" siempre que puede, Willy se percata de que las fotocopias que hace son algo extrañas y Diego padece en sus carnes el deseo irrefrenado de este personaje.
Ninguno puede evitar temblar de miedo cada vez que están cerca del nuevo compañero y deciden hacer un plan para alejarle de ellos. Willy y Diego planifican ascenderle de puesto: de becario a ordenanzas, de ordenanzas a redactor de contendio de la Fórmula 1 (en Telecinco ya no existe este contenido) y de redactor a jefazo con traje.
Pero estas estrategias naufragan y el becario expresidiario se vuelve aún más fuerte, ahora es él quien manda sobre ellos y no piensa desaprovechar las oportunidades que tiene como jefe que es. Willy y Diego no se pueden creer el giro que han dado sus planes y desesperados traman un último plan.
Una bomba es la última solución que se les ocurre para quitarse de encima literalmente a su violento compañero y sin pensarlo mucho más, los dos redactores se convierten en asesinos de... sí mismos.