¡Qué banquete: un españolito nos trajo lentejas!

telecinco.es 21/06/2010 10:21

Llueve. Llueve mucho. Llueve tanto que parece que el agua en el cielo se fuese a acabar. Es como si miles de personas estuviesen sentadas en las nubes esperando que alguien les diese la orden para tirar, todos a la vez, cubos de agua...y sólo para el tiempo para que vuelvan a llenar sus cubos y...de nuevo a la carga...

Anoche me asusté un poco porque en plena noche empezó a tronar muchísimo, me levanté y vi que la mitad de mi habitación estaba inundada, el viento había arrastrado el agua con tanta fuerza que había entrado por debajo de la puerta, y me han salido goteras en el techo... El techo de aquí es de chapa, de esos de uralita, así que imaginaos cómo suena cuando llueve... Esta mañana cuando me he levantado todo había vuelto a la normalidad...que aquí es que siga lloviendo, pero a la luz del día parece que no llueva tanto....

Pero esto no es nada comparado con lo que tienen que estar pasando nuestros supervivientes, por mucha lona que tengan, el agua les estará entrando, no podrán pescar bien porque el mar está muy revuelto, y habrán dormido empapados...pobrecitos...No se me van de la cabeza...

Os quiero pedir disculpas porque no he estado actualizando el blog, pero es que con tanta tormenta, se fue la conexión a internet en mi hotel, así que he estado bastante desconectada del "mundo exterior". Ya ha vuelto, y con ella yo tambien para contaros cositas...

Hace unos días vivimos una noche española. Después de mucho esperar, vino un españolito con la maleta llena de lentejas, era lo que mas echaba de menos, un buen guiso de lentejas que nos transportara un poco a nuestra tierra, como decimos en el sur, cuchareo del bueno, del de nuestra madre, aunque por estos lugares mi madre se transformó en Jorge, nuestro doctor, que hizo las mejores lentejas del mundo (mejorando siempre las de mi auténtica madre, por supuesto).

Al tema, que el doctor se ofreció voluntario (bajo mi presión) y cocinó para el equipo una olla de lentejas que nos supo a gloria, cada uno llevó lo que le iba pareciendo bien, yo, aparte de la materia prima para las lentejas, llevé jamón. El jamón pasó la aduana hace más de mes y medio, conmigo rezando al lado de la maleta para que no me lo quitasen...y pasó, tan ricamente envasado al vacío. Estaba esperando la ocasión estelar para abrirlo, y el día de las lentejas me pareció perfecto. Julián, nuestro realizador puso el chorizo de cantimpalo que le dio ese sabor tan rico a las lentejas...Otro trajo quesito manchego, otro salchichón...total, que nos dimos un festin de los buenos...

Todos repetíamos, y eso que en principio la idea de comerme un plato de lentejas por la noche no me pareció demasiado buena, pensé que me sentaría mal... pero como dicen nuestras abuelas, si algo te lo comes con tantas ganas no pueden sentar mal en la vida...y nos sentó a todos genial... los de la cocina de nuestro comedor, donde se cocinaron, no daban crédito a semejante guiso...

Les parecía algo súper extraño...y lo probaron, y entonces si que alucinaron, les encantó, dicen que van a intentar en el próximo pedido que hagan a Managua conseguir lentejas, ya se han quedado con la receta, a ver si hay suerte y las consiguen y podemos comer lentejas más a menudo. Aunque es secreto...aún tenemos 1 kg y medio de lentejas guardado esperando a ser cocinados...jaja...

Nunca pensé que escribiría sobre lentejas, aquí las cosas adquieren otra importancia....

Joder, otra vez lloviendo....es que el sol nunca piensa salir? La verdad es que desespera un poco, dos semanas así...cuando lleguemos a España seguro que vais a estar todos mucho más morenos que nosotros. Nostrotros que pensabamos fardar un poco de color de piel...estamos perdiendo el color que cogimos las primeras semanas aquí...

Bueno, voy a enfundarme de nuevo mi capa de agua y me voy a la oficina, a ver si pillo una sala de edición libre y algún compañero me pone lo que han hecho los supervivientes esta noche. Ojalá no lo hayan pasado muy mal, que ya bastante tienen....