El verano es una estación evocadora en nuestras mentes de ese descanso merecido, del disfrute y el relax que cada año sentimos en el mar o la montaña, de una convivencia más plena con los nuestros, de un tiempo más dilatado que poder dedicar a nuestro enriquecimiento personal, etc.
Es un periodo siempre anhelado y considerado, por todos, como positivo para nuestras vidas. Pero, no es oro todo lo que reluce y el verano está lleno de riesgos de todo tipo para nuestra salud, que en ocasiones pueden llegar a convertirse en un desenlace inesperado y fatal.
Estos son los consejos que el Dr. Fernando Martín, Jefe clínico del Servicio de Medicina Interna del Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, en Madrid, nos propone seguir para hacer de nuestro verano un momento de tranquilidad y seguridad.
“Durante los veranos ocurren la mayoría de ahogamientos en el baño por placer. Para prevenir posibles problemas en el agua hay que ducharse antes de la inmersión para adaptar la temperatura corporal; no sumergirse hasta no pasadas una o dos horas tras una comida copiosa; no bañarse en el mar con bandera que anuncie mar peligrosa; no alejarse de la orilla; Para prevenir posibles problemas en el agua hay que ducharse antes de la inmersión para adaptar la temperatura corporalno tirarnos de cabeza en lugares en los que desconocemos la profundidad de las aguasasegura el Dr. Martín.
“El calor y los rayos del Sol de esta estación originan múltiples problemas de salud: deshidrataciones de diverso grado, desequilibrios iónicos, golpe de calor, descompensación de diversas enfermedades crónicas: cardiovasculares, respiratorias, renales y/o metabólicas, quemaduras y reacciones de foto sensibilidad cutáneas, envejecimiento prematuro de la piel y, a la larga, diversos tumores cutáneos, algunos de ellos de pronóstico infausto si no se tratan prematuramente -melanoma-. Por eso hay que beber líquidos suficientes, fundamentalmente cuando se hace ejercicio o se trabaja en ambientes calurosos; evitar la exposición directa al Sol; utilizar cremas de protección máxima a los rayos UVA y lociones hidratantes; refrescar el aire ambiente de los domicilios; deshidrataciones de diverso gradodescompensación de diversas enfermedades crónicascuando se hace ejercicio o se trabaja en ambientes calurosos; evitar la exposición directa al Solhidratar a los niños y ancianos afirma el Doctor.
“Los viajes condicionan también algunos efectos indeseables: accidentes de tráficoPor eso- afirma el Dr. Fernando Martín- hay que observar las normas preventivas de enfermedades de transmisión sexual, no ducharse en lugares comunes sin calzado, actualizar el calendario de vacunaciones según edad y factores de riesgo; en los viajes a determinados países, obtener consejo a través del INSALUD para las vacunas obligatorias, para las aconsejables y para la quimioprofilaxis recomendada según el país al que se viaje; emplear repelentes de mosquitos, mosquiteras e insecticidas; cuidado con los alimentos, sobre todo en países del Tercer Mundo: refrigeración, cadena de frío, lavado y desinfección de verduras y hortalizas, no conducir bajo los efectos del alcohol, de drogas o de psicofármacos prohibidos para la conducción; observar estrictamente las normas de tráfico; normas preventivasemplear repelentes de mosquitostodos los ocupantes deben ponerse el cinturón de seguridad
“Antes de un viaje a un país extraño o aun en el lugar de residencia habitual, durante los días de intenso calor ¡cuidado con las tormentas eléctricas!”
Cualquier persona, y con más razón si padece alguna enfermedad, debería informarse en su Centro de Salud de los riesgos y medidas preventivas que debería tomar y de si es necesario llevar un pequeño botiquín y algún medicamento que sea conveniente tener a mano durante su viaje teniendo en cuenta sus condicionantes clínicos (material para realizar una cura básica, desinfectantes tópicos, medicación habitual para el tiempo de estancia, fármacos aconsejados por el médico de familia, kit de tratamiento urgente de posible reacción anafiláctica en sujetos alérgicos a veneno de avispa o de abeja, frutos secos etc.
Así pues, sin miedo pero con anticipación inteligente de autodefensa, debemos ser precavidos para disfrutar de un verano sin sobresaltos.
¡Felices vacaciones!