Después de casi tres días sin dormir apenas dos horas, me encuentro relajado y totalmente confortado. Ha sido un fin de semana increíblemente largo y duro.
Empezó mi andadura por tierras murcianas el viernes, en Mula. La verdad que es un pueblo bastante pequeño pero muy tranquilo, lleno de gente buena que se ha portado 'chapó' conmigo. Sin apenas dormir me esperaba un bolo en Sevilla que a priori era bastante tranquilo.
La cosa se torció cuando dos go-gós algo ligeritas de ropa (tengo que aclarar que digo ligeritas de ropa y no semi-desnudas, porque existe una vieja ley que dice: “hasta que los pezones no quedan al aire, no se ha visto teta” y las chicas llevaban pezoneras) me sacaron a bailar un par de minutos, provocando un terrible enfado en la Toti.
Me ha costado bastante intentar convencer a mi chica que es sólo trabajo y que mis ojos no se quieren fijar en otra persona, pero bueno, al final todo arreglado y ahora estamos disfrutando el uno del otro en un paraje extraordinario, apartados del bullicio y del gentío.El domingo me planté en Oviedo y aún no sé cómo. Un AVE que tenía que coger en la estación de Santa Justa a las 8 de la mañana, me llevaría hasta Atocha, y desde allí corriendo hasta Barajas para intentar pillar un vuelo con destino Asturias… claro está que en esta apretada agenda no hay tiempo para dormir ni apenas comer.
En el norte de la península comí de muerte y conocí a un currante de la vieja escuela, que con más de 55 años y dueño de varios bares/pubs/restaurantes/hostales/discoteca, se pone a sudar la gota gorda poniendo copas después de haber estado toda la mañana y tarde atendiendo en el restaurante. Simplemente es de admirar.
Pero no, aún no acaban mis horas de trabajo. Hasta algo más de las 12 de la noche estuve en la “Pista”. Al cabo de dos horas me recogen en coche para poner rumbo a Madrid. Un vuelo me esperaba a las 11 de la mañana y no había combinaciones posibles para que pudiera presentarme allí sin pegarme otro palizón. Hoy lunes a las 22.21 sigo en pie desde hace 2 noches.
Cambiando un poco de tema y dejando a un lado mi Bolo-agenda, tengo que comentar, obligatoriamente, la escena tan lamentable ocurrida en el Reencuentro. Hablo por supuesto de la pelea barriobajera que han protagonizado Rubén y Chari. No pretendo hacer más leña del árbol caído, ni soy ningún oportunista, simplemente quiero resaltar la diferencia existente entre el maltrato que han intentado vender de mi relación con Laura, y un maltrato real y en toda regla.
Las diferencias creo que son abismales y me parece lamentable que ayer en el Debate no se denunciara y se condenara públicamente en ningún momento ese primer tortazo que asesta Rubén a su ex –conyuge. Es una actitud de persona cobarde, mala, machista y muchos otros adjetivos que no quiero poner en este blog.
Ningún colaborador que se llenaba la boca acusándome de todo y más abrió ayer la boca para denunciar a este chico. Con esto no quiero defender a la gaditana, ni mucho menos (me parece que ha quedado patente la clase de persona que es y su calidad humana), pero una cosa es insultar, volverse loco de celos, faltar al respeto, etc. (miles de parejas tienen ese tipo de peleas tan desagradables, por supuesto, me incluyo) y otra muy distinta es llegar al extremo de agredirse o ponerle la mano encima a una persona que supuestamente quieres tanto.
Tengo constancia que Chari ha sido la primera en hacer acusaciones muy graves contra mi persona y también recuerdo unas palabras suyas: “no le llegas a Rubén ni a la suela del zapato”. Me alegro de no parecerme a él ni en el blanco de los ojos. Por la boca, Muere el pez.
Me despido de todos vosotros agradeciendo todo vuestro apoyo, vuestras muestras de cariño y todas esas palabras bonitas que me dedicáis en las redes sociales y aquí, en vuestra casa. Muchas gracias a las Carpeteras que se desplazan hasta algún que otro bolo a entregarme cartas, vídeos y demás objetos.
Laura, por muchas go-gos, entrevistas picantes, encerronas y chicas que intenten separarnos, NO te pienso perder. Te quiero Toti.
CarpeDiem