La tormenta después de la calma causa estragos en el trineo de viento

Hilo Moreno 14/06/2016 12:50

Después de los días de estabilidad total que nos dificultaban el camino, por fin ganamos velocidad y avanzábamos de nuevo a un ritmo adecuado, entre los diez y los 20 kilómetros por hora. Todo apuntaba que en ese momento irían mejor las cosas cuando el cielo se cubrió por completo y se perdió la visibilidad. El viento arreció y la cometa comenzó a ser difícil de controlar. Todo ocurrió a gran velocidad, rondando los 30 por hora, cosa que, sin apenas ver, produce cierta tensión.

Al final tuvimos que activar el dispositivo de suelta rápido que en situaciones de necesidad desconecta la cometa del trineo y ésta salió disparada en dirección del viento hasta quedarse enganchada. Corrimos a por ella en la ventisca y al recuperarla se hicieron realidad nuestros temores: la cometa se había rajado y las cuerdas se habían quedado enredadas. El resto de la noche la pasamos deseatando las líneas pero, agotados, hubimos de acostarnos.

El día siguiente amaneció excelente para la navegación pero teníamos que reparar nuestra cometa por lo que no pudimos movernos. El otro equipo continuó su camino devorando kilómetros y acordamos encontrarnos en algún punto más adelante. Pasamos el día entero cosiendo la tela y desenredando las líneas. Este viaje es una montaña rusa de acción en la que a veces pasas días navegando con gran emoción y otras has de quedarte sin salir de la tienda durante horas o días para reparar algo o esperar la llegada del viento. Por la noche la cometa estaba preparada e hicimos un pequeño vuelo de prueba, funcionó y nos fuimos a dormir con la esperanza de recuperar el tiempo y la distancia perdida con el pequeño accidente.

Al igual que un barco, el trineo de viento necesita constantes reparaciones o modificaciones y mantenimiento para que esté siempre a punto y listo para hacerse al hielo viento en popa. Debido a su diseño, basado en la filosofía 'inuit' que en el hielo todo debe ser sencillo y resistente para viajar de manera eficaz, permite la fácil adecuación y reparación de todas sus partes. Está construido en madera y cuerdas, que se adaptan a una superficie tan irregular como es el hielo, a imagen y semejanza de los trineos de perros 'inuit'. Por ello es importante la vigilancia de sus elementos que se van desgastando con el avance de los kilómetros y que han de estar siempre a punto.

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