Usaré un vehículo del futuro para la expedición por Groenlandia

Hilo Moreno 18/05/2016 17:42

La idea de un vehículo impulsado por el viento para navegar por el hielo ha sido recurrente desde el inicio de las expediciones polares. Ya Nansen en su travesía por el interior de Groenlandia en 1888 incorporó un aparejo latino sobre los trineos que arrastraban. Fridtjof Nansen hizo de consejero para muchos de los exploradores que le sucedieron (Shackelton, Amundsen, Scott...) y muchos de ellos ingeniaron algún tipo de vela para ayudarles a progresar sobre el hielo con la fuerza del viento, aunque con resultados no demasiado buenos.

Tras todos esos intentos de tracción eólica en la época dorada de las exploraciones polares llegamos a mediados de los años XX, cuando Pierre Magan diseña y emplea una especie de trineo con vela al que bautizó Clarabella y que inmortalizó en su libro 'El velero de las nieves'. Aún así el vehículo nunca llegó a estar optimizado y no realizó ninguna travesía superior a los 100 kilómetros. Con el paso de las años y el desarrollo de las cometas de tracción tanto para nieve como para agua se han ido mejorando los sistemas para aprovechar la energía del viento. Paralelo al desarrollo de este deporte, ahora tan de moda, ha ido evolucionando el trineo de viento Larramendi, aquel que utilizaremos en la próxima expedición Cumbre de Hielo Groenlandia 2016.

Ramón Larramendi comenzó a dibujar en su cabeza la posibilidad de un trineo de estas características en una travesía al Polo Norte. En el año 2000 crea el primer ejemplar que será modificado y mejorado hasta llegar al que usaremos en la actualidad, el noveno prototipo. En un inicio el trineo era más similar a un catamarán por estar elevado sobre la nieve gracias a dos cascos unidos entre sí. Esto resultaba muy inestable y fue el diseño 'inuit' el que dio con la clave para optimizar su desplazamiento. Así pues los siguientes trineos adoptaron la forma del tradicional groenlandés con un solo casco que se desliza a ras de suelo.

El trineo de viento de Larramendi se basa en el principio 'inuit' de que las herramientas usadas en las zonas polares cuanto más sencillas, mejor. Consta de una serie de travesaños unidos entre sí por nudos, creando una superficie parecida a un gran somier sobre el que se dispone una tienda de campaña en la que los tripulantes pueden dormir o descansar mientras el trineo avanza. La forma que posee se adapta a la superficie de los casquetes polares que no es tan lisa como podríamos imaginar pues abundan protuberancias de hielo conocidas como 'sastrugis'. En caso de rotura es fácil de reparar y también puede ser dividido para un transporte más sencillo si eso fuese necesario. Está propulsado por una cometa que es elegida por su tamaño en función del viento. A mayor viento menor tamaño de la cometa. Llevaremos ocho cometas dentro del trineo en este viaje e iremos variando según las condiciones. Como he dicho, el trineo lleva encima una tienda de campaña en la que los expedicionarios descansan mientas dos pilotos guían el trineo. De esta manera, debido a que en Groenlandia habrá 24 horas de luz al día cuando recorramos su interior, se podrá conducir por la noche haciendo turnos para descansar en marcha mientras el vehículo devora kilómetros. En esas circunstancias el trineo ha llegado a realizar etapas de casi 500 kilómetros en un solo día batiendo varios récords del mundo de desplazamiento sin motor en zonas polares.

Este año el trineo presenta una serie de novedades que lo diferencian del resto de prototipos. A parte de una superior capacidad de carga el trineo llevará encima un laboratorio móvil y una cantidad de cometas mayor que la de años pasados. También será capaz de generar y acumular energía mediante unos paneles solares extendidos sobre el mismo, esta energía servirá para alimentar los aparatos empleados en los proyectos científicos que se llevarán a cabo durante el viaje. En esta expedición la carga a llevar será aún mayor llegando a los 2.000 kilogramos. Alcanzar la cima helada del interior de Groenlandia a 3.205 metros de altitud con un vehículo que carga con semejante peso y sin emplear combustibles fósiles es uno de los grandes retos que pretende alcanzar la Expedición Cumbre de Hielo Groenlandia 2016.