Hoy, una azafata y un rapero.

telecinco.es 13/10/2008 16:20

¡Lunes! Es lunes y llueve*, aunque yo prefiero que sea lunes y llueva a que sea domingo y haga sol. Como dice una hermosa canción de Ladyhawke, prefiero los lunes a los domingos y la juventud a la sabiduría. Y ya que vienen ambos conceptos a colación, hoy nos visitaba en la redacción de telecinco.es alguien que venía como del pasado, y no porque nos visitase un muerto viviente, sino porque venía Raquel.

*mi apreciación meteorológica no tiene siempre que ajustarse a la realidad** **aunque hoy en concreto sí se ajusta Raquel (no confundir con Raquel Morillas ni con Raquel Abad ni con Raquel López y tampoco con Raquel Supermodelo) es la Raquel que más importa en el mundo en estos momentos porque, recuperando la gloria de pasadas ediciones de Gran Hermano, ha conseguido establecer ya casi una franquicia con su nombre que abarca no sólo al mundo del reality show sino al del fútbol. Se supone que Raquel mantuvo un romance con un futbolista y entró en la casa de Gran Hermano rezando cada día y cada noche para que nadie se enterase de ello. Lo intentó, hizo todo lo posible para borrar su pasado y siempre apreciaremos su empeño en esconderse del mundo en esa casa secreta y anónima de Guadalix que sirve para enterrar el pasado. Pero, ¡ay!, resulta que la historia salió a la luz y nosotros lo lamentamos tanto como ella.

Ahora, ¿dónde va a ir a contar su caso? ¿A Dolce Vita? ¿A El Ventilador? ¿A Aquí hay tomate? Si digo que Raquel llegaba hoy a la redacción desde el pasado no es porque nos conociésemos en otra vida, sino porque televisivamente hablando, llega dos años tarde.

¿Y qué podemos contar sobre la visita de esta señorita a la redacción, que como ya expliqué una vez es una cosa llena de secretos porque lo de entrar, sentarse ante un ordenador e irse es siempre fuente de inagotables anécdotas para mí? Pues lo siguiente:

1. Raquel entró a las doce y veinticinco, hora peninsular, en la redacción.

2. Iba maquillada de color naranja porque venía del plató de Ana Rosa. Y llevaba una falda muy cortita.

3. En persona se parece todavía más a Rebeca Loos que en la tele.

4. Rebeca Loos es una de las celebridades más valiosas que han aparecido en el mundo en los últimos tiempos, así que eso no es en absoluto nada malo.

Y hala. ¿Qué más ocurría hoy por aquí?

Pues que Belén Esteban, todavía maquillada, fumaba un pitillo a la salida del plató de Ana Rosa con una de sus productoras/redactoras o lo que sea. Vamos, con una de las chicas que a veces come con ella en el comedor. Belén parecía contenta y eso es una cosa muy bonita en alguien que siempre parece enfadado con el mundo (y que ha hecho de esa característica su gracia y seña de identidad).

Y se estaba grabando Pasapalabra. Ya, ¿para qué me molesto en contar esto si se ha convertido en frase clásica de este blog y en prácticamente un epíteto verbal, si es que existe ese término (que según google, no)? Lo de Pasapalabra en Telecinco es un hecho que supera cualquier parámetro de espacio y tiempo, y así podemos decir que cuando la primera forma de vida terrestre saltó del mar a la tierra hace millones de años lo hizo porque le llamaron para participar en Pasapalabra y que cuando el sol se convierta en estrella gigante roja dentro de 5000 millones de años y la vida en la Tierra llegue a su fin, Christian Gálvez detendrá cualquier tipo de colisión aduciendo que el bote todavía no ha sido entregado y que haga el favor el sistema solar de esperarse para implosionar sobre sí mismo hasta que alguien complete el rosco.

Oh, y ahora tengo que contar algo que pasó el otro día.

Porta estuvo aquí.

De Porta ya hablé el jueves porque me copió la portada de su disco y vuelvo a hablar hoy porque ha estado aquí grabando el videoclip que ha hecho en exclusiva para Becarios -porque Becarios es ahora una serie muy importante y en breve superará a Friends y Hospital Central-. Se formó un corrillo de admiradores a su alrededor, mientras las chicas de la web, ya casadas y hasta con churumbeles en camino, se dedicaban a mover la cabeza al ritmo de la canción mientras ya se habían aprendido la letra, que dice cosas como "y mientras las tías la chupan yo trabajo como un esclavo", o algo así.

Porta lleva la poesía en sus venas.

"Tiene los ojos bonitos", declara una trabajadora anónima que podría ser su hermana mayor, "¡pero tanto acné!". "Me quedo con el que se parece a Ashton Kutcher", opina otra. "O con Miguel Ángel Silvestre". Esta redacción es definitivamente Miguelangelsilvestrista hasta la médula, y aunque aparezca el mismo Brad Pitt o uno de esos ídolos trasnochados llamando a la puerta, no le abrirán si no es Miguel Ángel Silvestre. Hay otra que no tiene ni idea de quién es Porta y sólo ha dicho: "¿es el hijo de alguien?". Y el hijo de alguien es, eso seguro, pero no trabaja aquí.

En el comedor ya no hay publicidad con las asombrosas propiedades de la uva, pero ahora hay un letrero que nos anima a vacunarnos contra la gripe en la enfermería de Telecinco. A buenas horas, mangas verdes, con lo griposo que he estado ya. Además la única manera en que me gusta a mí que me pinchen es cuando me dicen "¿a que no eres capaz de comerte un tercer bocadillo de jamón?".