Hoy, un terrible misterio resuelto.

telecinco.es 23/07/2009 18:28

Llevo como quince minutos sin poder conciliar el sueño. Cuando salía del comedor vi un aparato de gimnasia plantado en medio del pasillo, justo debajo del retrato de Mercedes Milá. Claro, hice una foto de lo más hermosa pero la cámara decidió de manera unilateral borrarla. Cuando volví, la máquina ya no estaba debajo de la imagen de Mercedes -¡con la de chascarrillos que me hubiera proporcionado la foto para ocupar sitio en el post de hoy!-, sino que estaba custodiada por tres personajes muy misteriosos.

Tres adolescentes idénticos, en concreto, vestidos todos de camiseta rosa y pitillo azules. En la foto se puede ver a uno en una esquina, señalado por una cruel y acusatoria flecha amarilla:

Los tres jovencitos, con su uniforme fucsia, portaban un micrófono cada uno y les rodeaba un tipo con una cámara. ¿Para qué sería? Pues sinceramente, o lo vemos en la tele o no lo sabremos nunca jamás...

...ah, ¡pues no! Hoy hice algo que enorgullecerá a mis jefas y establecerá un antes y un después en este blog. Hoy, tras año y tres meses de portar el honorable título de Pasillero, tras 209 entradas, hoy, veintitrés de julio de dos mil nueve hice que nunca había hecho: me acerqué a preguntar.

-Tú eres el Pasillero -me dijo uno de ellos. Mientras aprendía a lidiar con la celebridad y sus posibles ramificaciones negativas, me explicaron que lo que grababan se trataba de ese nuevo programa llamado Revientaprecios. En el programa, que presentará Miquel Serra, los concursantes ganan cosas chiflantes, al parecer, subastando a la baja. O algo así. Estas tres criaturitas de las que hablaba antes son los trillizos Frigenti, que se ve que tendrán un papel importantísimo en el desarrollo de los hechos, aunque yo por ahora sólo sé que se dedican a montarse en una máquina que vibra.

Y no quiero ofender a nadie, pero vista su indumentaria cualquiera diría que no formarán extensas familias católicas. Eso sí, este comentario sólo viene a cuento por su indumentaria, no se me acuse a mí de nada. Estos tres jóvenes se ganaron el puesto en el programa gracias a El quinto poder, esa iniciativa de La Fábrica de la Tele para hallar una nueva sensación televisiva. Y, de nuevo, sin querer ser malo, quiero recordar lo último que salió de un casting para ser una promesa de las comunicaciones: Adan Molinos.

Pues nada, que la susodicha máquina vibratoria fue el gran tema de conversación hoy en la redacción -aunque intentamos ponerla en marcha y estaba apagada-, mientras fuera de la redacción las nuevas plantitas que han puesto en el exterior del plató de Sálvame Sálvamehicieron que nadie hablase de otra cosa que no fuese la fotosíntesis, los cloroplastos o la clorofilia. Yo, alérgico al polen, me pondré a llorar y estornudar, pero eso a nadie le importa. En fin.

Junto a la máquina vibradora de los trillizos Frigenti estaba sentada hoy al mediodía Tamy. Todos recordamos a Tamy como lo mejor que pasó en el 2004, gracias a su participación -junto a su novio Juan- en La casa de tu vida. Eran los encantadores góticos de los que incluso Alaska se declaró fan -aunque, seamos sinceros, de unos años para aquí Alaska de declara fan de absolutamente todo-. Después llegó un breve e intenso estrellato en A tu lado, donde hablaban de sus tríos, sus desengaños, su higiene personal y sus posesiones diabólicas. Por lo que hablaba con el animador del programa, se diría que Tamy nunca había visto Sálvame, porque el muchacho le estaba explicando a groso modo de qué iba el asunto, como que había un atril y todo eso. Después se fue hacia el comedor, preguntando si necesitaba un ticket para comer gratis y canturreando una canción que nada tiene de gótica, heavy, dark o de su estilo en general: The boy does nothing, de Alesha Dixon. O sea, esa cantante británica que abrió y cerró esta edición de Operación Triunfo.

Por cierto, que el otro día acabó Operación Triunfo. Ganó Mario. Ángel ni siquiera estaba entre los tres finalistas. Me da a mí que las fans incondicionales se habían quedado definitivamente sin saldo -o bien sus padres las habían mandado a dormir-. En fin, que no importa. Seguro que con semejante carisma cualquiera de ellos puede iniciar una carrera independiente de OT y plagada de éxitos, claro que sí.

Otras cosas que os gustará saber sobre Telecinco hoy a golpe de jueves veraniego:

1. Recubrieron unos poyetes donde siempre nos sentábamos a fumar con láminas de pizarra. Sobre ellas, pusieron carteles que decían "No sentarse, láminas recién puestas". Sobre los carteles, estaba la gente sentada. Por eso nadie veía la orden.

2. Han colocado un bonito y enorme logo nuevo y plateado de Telecinco a la entrada de las instalaciones. Todos nos quedamos sulibeyados ante su belleza y formamos una cola para mirarlo atentamente. Claramente ese hermoso logo funciona en estos tiempos de crisis como una bandera norteamericana funciona en Irak motivando a los soldados estadounidenses.

3. En el plató de Está Pasando Está Pasandoya no queda casi nada. Ahora, el pequeño decorado de El Buscador es el único habitante de ese campo maldito. He vuelto a pedir que excaven para localizar el cementerio indio que estoy seguro que hay debajo, pero sin éxito. En una de mis películas favoritas de infancia, Cementerio viviente, un padre de familia enterraba al gato en un misterioso cementerio indio que tenía poderes resurrectores, pero sin saber que la persona que volvía no era la misma que se había ido. He depositado todas mis ilusiones en que debajo de Está Pasando ocurra algo parecido y así podamos mandar allí a los presentadores más sosos para hacer que vuelvan auténticas bestias sedientas de sangre, como debe ser la tele.

4. ¿Recordáis aquel momento histórico en el que a Rosario Mohedano se le cayó el micro mientras cantaba en playback su tema en el programa de Ana Rosa? Hay un motivo por el que nunca lo habéis vuelvo a ver en Telecinco: desde arriba llegaron órdenes de que no se volvieran a emitir. Y ojo, que a mí hacer playback me parece fantástico. Lo de cantar en directo está para los conciertos, no para un plató de televisión matinal. Pero remarco esto para que luego no nos tomemos a pitorreo a Chayo. ¡Anda que no tiene influencia la muchacha!