Marcelo, fuera de la realidad

telecinco.es 02/03/2011 10:03

A Marcelo no le interesa la realidad sino lo bien o mal que él pueda aparecer en ella. En la medida que algo le pueda perjudicar negará su existencia. Sus relaciones han estado influidas por ese factor que ha determinado por completo su papel en el concurso. Tiene novia porque piensa que no le perjudica, incluso ahora dice que siente por ella lo que no había sentido antes, probablemente porque piensa que decir tal cosa le beneficia.

Podría ser que Marcelo pensase realmente de esa forma. Su juventud y un pasado sentimental poco estable justificarían que hubiera experimentado con Laura sensaciones nuevas, en especial teniendo en cuenta lo intensamente que se vive todo en esa casa y el prolongado tiempo que llevan conviviendo las veinticuatro horas del día. Ahora bien, los precedentes me llevan a pensar que lo dice porque le conviene, independientemente de si es cierto o no. ¿Qué importancia tiene la realidad? Lo importante es salir bien retratado dentro de ella.

Toca daguerrotipo de Marcelo, probablemente el perfil que más me va a costar escribir, entre otras cosas porque en los últimos días le he empezado a entender un poco más, lo cual me provoca un cierto conflicto conmigo mismo. Diría más, ahora mismo casi deseo que mañana se marche Marta, cuya despedida del programa está siendo realmente lamentable. Antes de ir al perfil anunciado, el apunte de actualidad tiene hoy el mismo protagonista, por lo que aprovecharé para ahondar en la tesis ya apuntada sobre su desprecio por la realidad.

Laura engañó a su 'totito' cuando tras la última gran discusión, aquella en la que les separaba el metacrilato de una especie de incubadora, preparó las maletas diciendo que se marchaba de la casa. Fue una mentira piadosa porque en realidad se trataba de ocultar una parte de la realidad. Más que engañarlo no llegó nunca a decirle ni siquiera que quería irse. También es cierto que él lo supuso cuando vio su maleta y unas cuantas bolsas de basura llenas con sus cosas.

El error de Laura ha sido contárselo ahora, cuando no tenía necesidad alguna de hacerlo. El 'malaguita' no se inquieta por haber provocado una reacción como esa, ni lamenta lo ocurrido por su parte. Lejos de aceptar una realidad palmaria como que Laura se sintió tan mal como para querer marcharse, o incluso cuestionar su reacción y lo que esta tuviera de sincero, lo que le preocupa es que eso afectara a su imagen. Este gato desconfiado no termina de creerse que se plantease de verdad salir voluntariamente, y pienso que Marcelo hubiera tenido muy fácil cuestionarlo sin más.

Pero lejos de cuestionar la realidad, nuestro protagonista la desprecia en la medida que puede no salir muy bien parado en la misma. Dice un viejo adagio del mundo periodístico: "No dejes que la realidad te estropee una buena noticia". Pues bien, en este caso es "no dejes que la realidad te haga quedar mal ante la audiencia". Hasta ese punto está condicionado Marcelo por el propio concurso.

Daguerrotipo de Marcelo

En egocentrismo compite con Yago pero le supera con creces en su preocupación por todo aquello que puede perjudicar su imagen. Esa sería la razón principal por la que no solamente despreció la realidad que le rodea en muchas ocasiones sino también a casi todos los demás concursantes. Ahora mismo, con solamente otras tres personas habitando la casa, se sigue llevando mal con Marta (que le está dando la razón con su aislamiento de los últimos días), ha empezado a desmarcarse de su colega Yago y solo parece llevarse bien con Laura, la misma a la que decía "qué asco das" hace tan solo diez días.

No sería capaz de decir una sola persona con quien se haya llevado bien desde el comienzo de esta aventura. Si acaso aquellos con quienes tuvo menos roce, como un Joaquín con quien tuvo una relación casi paternofilial, pero no creo que la mantenga una vez salga tras verle arremetiendo contra él en las últimas galas. Solo habla bien de aquellos con los que apenas tuvo contacto, supongo que porque no le dio tiempo a verlos como amenazas.

Con todos los demás tuvo choques, o si no los tuvo guarda de ellos un mal recuerdo, incluso de aquellos a los que ahora llama trabajadores, suavizando el juicio que hizo en su momento. Y es que nunca ha condicionado su devenir en el concurso al trato personal con los demás sino todo lo contrario. Más que amigos o compañeros tuvo competidores, porque jamás se olvidó por lo que está ahí. La consecuencia más importante de esto no es tanto que vaya a salir sin un solo amigo de esa casa, tampoco hay razón para ello, no tiene porque irse allí a hacer amigos. Lo peor es que, en contra de lo deseado por él, proyectó una mala imagen a consecuencia de su enorme preocupación porque esto sucediera. Al final, algunos le hemos visto víctima de su propia paranoia.

Se diría que a su juicio todos parecían estar en contra de él, lo cual es uno de los síntomas de la paranoia, más conocido como manía persecutoria. Está claro que Marcelo no tiene ningún trastorno, y si lo tuviera no sabría diagnosticarlo porque no soy psiquiatra. Estoy hablando de una cierta fijación que tiene el personaje por evitar todo aquello que pueda perjudicarlo de cara a la audiencia. En definitiva, él sabe que esto consiste en convencer, y su inseguridad le impide muchas veces tomar decisiones a su libre albedrío, supeditándolas a lo que opinará de ello el espectador. Y esto le tiene que hacer muy infeliz.

Con la 'totita' está, sin ir más lejos, porque en un momento pensó que no le iba a perjudicar, habiéndose resistido hasta entonces no sin cierto esfuerzo. Laura era una de las chicas que más le había llamado la atención y, a pesar de sus muchas precauciones al dejarle claro en todo momento que no quería una relación formal sino un rollo básicamente sexual, dudó bastante en comenzar a tener una relación con ella. Eso a pesar de que no había duda de que le gustaba y su deseo sexual podía quedar satisfecho sobradamente con ella, lo cual era una razón de peso para no dudarlo. Sobre todo, como digo, porque siempre le dejó claras sus intenciones.

¿Qué le frenaba a Marcelo para terminar de liarse con Laura? Pues está claro: le preocupaba que tener esa relación le pudiera perjudicar en el concurso. ¿Y si elijo mal y ella no cae bien fuera? debió preguntarse. Por eso aplazó el momento justo hasta que tuvo una señal, y esta no fue otra que una nominación superada. Había expresado su deseo de que saliera la parleña esa noche, pero cuando la vio llegar puso cara de póquer (la sonrisa de la Mona Lisa, creo que dije entonces) y comenzó a aceptar lo que habría de pasar después.

Las dudas de este concursante durante semanas, reconociendo en varias ocasiones que había tomado la decisión de separarse de forma meditada y fría, pueden tener la misma motivación. ¿Comenzó la relación sabiendo que las parejas gustan y es más fácil seguir adelante en ese caso? Conocerlo no hay duda de que lo conocía porque se lo había dicho ella. El primer nivel de presión de Laura fue decirle que las parejas gustan, lo cual se ha demostrado que fue un acierto. No es cierto de forma general, pero sí lo ha sido en su caso. De hecho, hay parejas a las que la audiencia votante ha separado a la primera, pero en este caso no ha sido así, y la protección 'carpeteril' ha sido común y beneficiosa para ambos.

Creo que Marcelo comenzó la relación porque tenía que pasar, porque las ganas aprietan (y mucho más con 20 años) y, como queda apuntado, porque tuvo los indicios suficientes de que Laura era querida (o aceptada) entre la audiencia. Por lo menos no debía estar entre las más odiadas cuando había superado una dura nominación. Dicen los gitanos que no tiene un buen final lo que mal empieza (no sé si era: "Lo que mal empieza, mal acaba"), y Bradbury escribe en 'Fahrenheit 451': "A buen fin, no hay mal principio". De momento no conocemos el final, aunque a más de uno se nos vislumbra.

Aunque Marcelo siempre fue claro sobre sus intenciones, lo cual le reconozco en lo que vale, hay algo que nunca me terminó de cuadrar. Creo que este muchacho tiene una cierta confusión entre lo que es un noviazgo serio y un rollo pasajero, o como él mismo lo definió: "un amor de verano en invierno". Sus palabras eran diferentes de sus actos, y mientras aseguraba que no quería tener más gestualmente se comportaba como un novio rendido, todo el día pegado a su chica. Por eso Laura debía escuchar como rechazaba cualquier plan de futuro, mientras le veía cayendo en sus redes cada día más entregado. O sea, toda una contradicción por culpa de la cual ella sigue albergando esperanzas.

El momento más censurable de Marcelo fue, sin ninguna duda, cuando se mostró clasista destacando la poca cultura de la chica con la que se estaba acostando, pintando su mujer ideal como una niña de papá, perteneciente a una familia con dinero y que fuera menos ordinaria que Laura, además de mejor hablada. No entraré más en este tema porque lo he referido bastantes veces, pero era importante para terminar de componer el perfil del personaje.

Esta ha sido una relación con altibajos, nada que no suceda en cualquier pareja. Aunque en este caso hubo algunos indicios preocupantes. La patada a un edredón no fue más que el principio de otros feos gestos que denotan una cierta dificultad para reprimir la rabia, expresada en este caso con cierta brusquedad. Esto sigue siendo así, y ayer mismo se pudo comprobar en una secuencia dentro del resumen. Aparte de la preocupación y los titánicos esfuerzos por preservar su propia imagen, Marcelo se siente contrariado porque no está con la mujer que quiere, y además se siente una marioneta en sus manos.

Y en esto empiezo a entender más al personaje. Efectivamente, creo que Laura quiere tener a su lado un pelele al que poder manejar. Esto, unido a la reacción de la parleña, a menudo alterada y pasada de decibelios, me hace entender más esa brusquedad de la que hablo. Soportar a Laura durante tanto tiempo y tan solo mostrarse brusco unas pocas de veces no deja de tener su mérito. Su carácter taciturno y poco comunicativo probablemente le ha hecho parecer más antipático de lo que realmente merece.

Aparte de su relación con Laura, ese Marcelo que tanto critica a Marta por no mojarse es el mismo que anduvo entre dos aguas la primera semana, sin atreverse a decantarse por ir a favor del 'escuadrón feroz' o en su contra. Lo mismo hizo durante todo el concurso, intentando protegerse siempre y abandonando el barco cuando este empezaba a hundirse. En eso le debo reconocer que no fue mal concursante, aguantó con los 'alegres' justo hasta que previó lo que iba a suceder, y casi fue marcharse los 'totitos' y empezar a salir uno a uno. Tenía razón cuando presumía de haber ganado la partida. Pues sí, cierto que la ganó.

Este jueves puede que gane su última partida y consiga cumplir su sueño de llegar a la final. Si así sucede, y lo hace con Laura y Yago, habrá hecho el peor negocio de su vida. Fuera de la realidad una vez más, comentaba el otro día que con el dinero ganado pensaría si poner un local de copas, siendo el gallego quien le sacase de su error comentándole lo que eso puede llegar a costar, y lo inalcanzable que le resultaría con los ingresos conseguidos hasta ahora.

Suerte que confía en tener un alto caché en los bolos que hagan al salir de la casa, aunque también puede que rasque algo del premio si continúa durante algún tiempo al lado de Laura. Aún así, tendrá que conformarse con lo que la generosidad de ella quiera. Porque haber hecho este camino en pareja le ha podido llevar a la final, de igual forma que le ha de negar el premio.

Por ciertos

Solo un apunte desarrollando en un par de párrafos lo dicho antes sobre Marta. Abundando en lo dicho ayer en su perfil, no tiene la valentía de ir al 'confe' a quejarse porque Yago la acusa de llorar por la salida de Chari y no con la suya, o que Marcelo le acuse de no haberse mojado nunca. En lugar de eso, se excusa sin mencionar lo que ha escuchado mientras se hacía la dormida en su nicho.

Y aún digo más, nada de lo dicho justifica que deje de hablar a los demás y hasta casi parezca que cuando se interesan por ella les esté diciendo (sin decirlo) que la dejen en paz. Es cierto que se mojó poco o nada, también lo que dice Yago. Pero es que ni siquiera es capaz de identificar el tono de broma permanente de su paisano, el ángel caído del cielo al que no ha terminado de entender.

Como en el resto de perfiles, la caricatura de hoy está rescatada de la publicada en su día, obra de Javier B.V.

El Gato responde

Publicado por: olivieta | 01.03.2011 a las 10.40 - A pesar de las continuas demostraciones de amor que se dedican uno y otra según cómo y cuando (a gusto del consumidor o televidente, que no de Marceliano) no hay por dónde agarrrar este nuevo simulacro de amor en el que al final ha caído Marcelo.Es curioso que permitiesen dar información del exterior con mensajes tan claros como encubiertos. Los que les llegaron a Marcelo para que siguiera haciendo el cuello de cisne y no dejara a Laura me dejó impresionada, se llevó la palma en información y en descaro. Sigue con ella para llegar a la final y sólo así puede que ganes.Marcelo esta semana se tenía que poner las pilas de verdad y así lo está haciendo. Ella no es tonta y lo sabe, aunque esa felicidad momentánea que la invade a ratos le nuble de nuevo el conocimin¡ento y la vista, pero no hablemos de enamoramiento, no, lo siento, ya no.Mucho se ha hablado de las lágrimas de Marcelo cuando Laura estaba en la sala de expulsiones, yo as interpreto como que explotó. Sufrió una gran tension, ya que sabía perfectamente que en ese momento se producía una decisión determinante de cara a sus propias posibilidades en el concurso y simplemente explotó. No ha tenido Marcelo ningún pudor a la hora de echarse unas lagrimillas, para liberar tensiones no está mal; pero de ahí a sacar conclusiones varias y las interpretaciones de enamoramiento (que él niega cada vez menos gracias a esos mensajes… y a comentarios de la presentadora refiriéndose a ellos como la ”pareja de totitos”) media un abismo. (...)A Laura le dijeron que siguiera también por ahí. Al llamarle “totita”, su hermana aprovechaba la ocasión de dirigir a su hermana hacia el lado claro de su audiencia fan carpeteril. Le dijo claramente que gozaba del apoyo incondicional de miles de personas y algo más importante todavía: QUE AGUANTARA, QUE NO ABANDONARA. (...)

Me ha parecido interesante este texto, entre otros muchos de interés que publican cada día nuestros amigos. En relación con lo que cuenta olivieta, destaco especialmente la reacción de Laura cuando volvió Marcelo y sus posteriores palabras en el 'confe'. En seguida dijo "¿ha dicho eso? no quieren que nos separemos". El mensaje era tan burdo y directo que lo pillaron a la primera. A mí me parece bien que hagan este tipo de cosas, especialmente ahora que estamos tan cerca del final. Ahora bien, no contribuye nada a dejarnos separar la realidad de aquella simulación a la que se está invitando a estos protagonistas.

¿Cómo sabremos si creer o no a los 'totitos'? Sus actos están condicionados por palabras como las que ambos, especialmente Marcelo, recibieron el pasado domingo por parte de sus respectivos hermanos. Por mucho menos otras veces han tachado frases en las felicitaciones navideñas, por poner un ejemplo. Aunque insisto en que estando tan cerca del final, no deja de resultar curioso y significativo que solo hubiera mensajes interesados en estos dos casos, y no en las palabras de la hermana de Marta o el hermano de Yago. No deja de parecerme interesante este hecho.