Algo tan sencillo como poner en la casa todos los vídeos de presentación de los concursantes tuvo anoche el efecto de poner la sensibilidad a flor de piel en los seis finalistas de este Gran Hermano. Las reacciones fueron de un grandísimo interés. Viéndoles reí y lloré con ellos.
No es muy habitual que llegue a este momento del programa un grupo tan sólido de gente que se llevan bien y aprecian sinceramente. Salvo porque falta Marta, está el clan del bizcocho casi en pleno, también los tres mosqueteros, y Dani es la mosca cojonera que anima un poco el cotarro y todos echarían de menos si se escapa por la ventana un día. No sé lo que nos espera en esta recta final del programa, pero por el momento el grupo que ha llegado hasta aquí me parece un sueño. Anoche hubo más magia que nunca en esta mágica (y mítica) edición.
Varios concursantes tenían miedo ante su vídeo y hubo a quien le cambió la perspectiva tras verlos todos. No creo que sean casuales las reflexiones que sobre las cinco de la madrugada le hacía Pepe a una tranquila y amorosa Sindi. Se sentía mal tras haber recibido esa bofetada de realidad pasando delante de sus ojos. Analizaba lo ridículo que puede ser discutir durante dos horas por una maldita almohada, se sentía mal por meterle caña a María, que en el fondo le parece buena chica.
Si ya se sintió mal discutiendo con Cristian o Juan, mucho más con María. Lástima que esas imágenes no las veremos nunca porque Pepe solo interesa en los resúmenes y vídeos de las galas cuando discute con Sindi o mete caña a sus compañeros, uno de sus divertimentos preferidos. No recuerdo en la historia de este programa un concursante peor tratado que este. Tras la fiesta del pasado viernes terminó de risas con Sindi en la cocina, mientras se hacían un huevo frito con beicon. Evidentemente, no lo vimos. Tampoco veremos sus sensatas palabras de esta madrugada. Lo malo es que nos hemos terminado acostumbrando.
Ojalá ese "dale la vuelta" supusiera que a partir de ahora vamos a ver al Pepe que habla de su madre y se ve con claridad hasta qué punto la adora. El que no cuenta su pesadilla de hace un par de noches porque tiene relación con el exterior, o se cree trastornado por tantas fuertes impresiones. El taciturno cuando le duelen las muelas. Ese Pepe que depende tanto del cariño de los más cercanos, la complicidad de Pipi o el buen trato que siempre tuvo con 'Alexander'. Sería genial poder ver a ese otro Pepe, tan auténtico y adorable. Si tuviera una boca bizca en casa se lo habría pedido ya.
Sospecho que la jerezana temía más el vídeo de Hugo que el suyo. La reacción de este fue la peor de las posibles. No había llorado ni el día que vio a su madre tras la puerta que no había elegido, apenas viendo el vídeo de sus amigos y familiares. Sin embargo, anoche las lágrimas afloraron con facilidad pasmosa al ver en su vídeo a Julia.
Él temía ese momento, como Dani su vídeo entero aunque no llegó a pensar antes de verlo que le diera tanta vergüenza. Y Pepe era consciente de que siendo un poco espabilados sus compañeros se darían cuenta por su vídeo que no tiene los 30 años que ha dicho siempre en la casa sino 33, la edad de Cristo. Es muy de artista eso de quitarse años, sobre todo las folclóricas. A Sindi no le preocupaba ver a Sergio en su vídeo, pero aprovechó para certificar la muerte de su relación, comparándola con la de Hugo y Julia. Ahí es nada.
Mientras tanto, Alessandro disfrutaba como pocos viendo todo con máxima atención. Y, como siempre, haciendo gala de generosidad y discreción, dos valores que aprecio mucho en este concursante. Para todos tuvo palabras bonitas de ánimo y cuando Pepe se avergonzaba al ver su edad sobreimpresionada en la pantalla él hacía como si no se hubiera dado cuenta. Cualquier cosa para que su amigo no se sintiera mal.
Cuando digo que la reacción de Hugo no es la que más ilusión le podía hacer a María me refiero a que sus lágrimas viendo a Julia pueden denotar tantas cosas que ella misma hacía conjeturas anoche sobre si Hugo habrá logrado superar esa ruptura en la distancia. Está claro que no, lo cual no es nada extraño. Luego se reponía, apoyado por sus dos grandes amigos. Pepe y Alessandro estaban a su lado, entendiendo su reacción, teniendo bonitas palabras hacia Julia, igual que las tuvo él mismo. Los tres mosqueteros juntos vivían una nueva experiencia, tan intensa como muchas otras que han compartido en estos más de cien días.
El vídeo de Dani es una comedia, un show de humor, un episodio de 'La hora Chanante'. Tal vez el problema es que él no lo pretendía al grabarlo. Se dio cuenta al verlo, y logró que Hugo coincidiera con su apreciación sobre lo inoportuno de decir que estaba con Julia porque aún no se habían cansado. "No sé por qué dije eso", decía el aranés. En general sus palabras en el vídeo son poco afortunadas en lo relativo a su relación, además de poco premonitorias. Suponía que entrar en Gran Hermano no les afectaría. Pues sí, por cierto.
Los presentes pudieron ver sus vídeos de nuevo tras el pase de todos. Los temores se habían desvanecido entonces, y hasta Hugo deseaba volver a ver ese segundo pase. Me faltó que estuviera más cerca de María en ese momento. Ella intentaba ocultar cualquier reacción que pudiera leerse en su cara. En los dañinos mensajes breves de texto del directo, esos que para insultar inventan sinónimos o contracciones capaces de burlar los controles que me consta intentan evitar los insultos, se decía que María había sonreído al ver a Julia, pero no es cierto. Yo solo vi el nerviosismo invadiendo el bellísimo rostro de la jerezana.
Pesadito se puso Dani, que incluso se negaba a ver repetido su vídeo. Su vergüenza está justificada porque tuvo las narices de decir cosas como que no le gusta la gente fea ni friki. Hay que tener valor. Pero los demás le tranquilizaron con mucha más paciencia de la que cabía esperar. Se habían reído con el vídeo, lo cual no es poca cosa en los tiempos que corren. Y conociéndole, no les parecía chocante. Ya saben cómo es.
Las fuertes impresiones no solo llegaron con sus propios vídeos, también los de algunos concursantes ausentes les ofrecieron información inesperada. En definitiva, toda esta experiencia estaba suponiendo una increíble bofetada de realidad. Es curioso que llevamos muchas ediciones (no sabría decir cuántas) asistiendo al momento en que les ponen a los concursantes los vídeos de presentación, pero nunca antes había sido un momento tan trascendente.
Especialmente destacable la reacción al vídeo de Cristian. Silencio sepulcral. Nadie se esperaba algo como eso. Luego tuvimos ocasión de escuchar algunas valoraciones. María era la más comprensiva, tal vez por eso que llaman empatía, aunque a ninguno se le escapaba que ambos coincidieron fuera antes de ser repescados. A todos les parecía muy fuerte, llegando a ser calificado de "mortífero" por Pepe, quien más tarde no solo decía estar impactado por comentarios tan machistas sino por eso tan detestable de considerar a los gays como una plaga.
Por cierto, no solamente Pepe tiene amigos gays, Sindi tiene una amiga lesbiana y también le pareció fuera de lugar lo dicho por Cristian, a quien tal vez no habría llamado como un famoso postre (lo cual justificó diciendo que "es pequeño y está muy rico") de haber podido conocer antes las lindezas que decía antes de entrar en la casa. Y otro por cierto, de esos que tanto me gustan, no creo que sea verdad lo dicho anoche de que a ese concursante también le hicieron vídeo de presentación pero el programa prefirió poner esos fragmentos de su casting.
Por el contrario, no puedo dejar de creer que Cristian contase en la casa que su primera entrevista con Mercedes fue de las más duras de la historia del programa. La filtración de información del exterior habida este año ha convertido esa casa en un queso de gruyer. Los aires de grandeza de este tipo le hicieron ver como dura aquella entrevista en la que le tocaba la teta a Mercedes Milá y muchos pensamos que se había ido un poco vivo. Otra cosa fue la segunda entrevista y el papelón que está haciendo después. Para satisfacción mía, creo que ha dejado de hacer gracia.
Quien mejor definió la sensación que tuvieron al ver todos los vídeos fue Pepe. "Cogen y te remueven vivo", decía el bailaor. Gran imagen de indudable fuerza. Cualquier cosa puede conseguir ahora ese efecto. Les removió por dentro ese contacto con una realidad desconocida hasta ahora. No creo equivocarme si digo que desde anoche están más cerca de otros compañeros. Las diferencias se estrechan con el paso del tiempo, cierto aporte de información y alejando un poco la perspectiva. Pienso que las cosas ya no volverán a ser igual.
Reconozco que estoy un poco tocado desde anoche. Tal vez ha sido hoy el día que más me ha costado terminar este escrito. Además, no me apetece hablar de nada más aparte de aquello que pasó entre las diez de la noche y las tantas de la madrugada, al borde del alba, como tantas veces ha pasado en esa casa durante la presente temporada. El final se acerca y nunca antes me había puesto tan triste pensarlo. Puedo asegurar que es así.
No obstante, comentaré algo más de ayer y recuperaré dos cosas de días pasados. La boca de los deseos habló y casi todos hicieron sus peticiones. Aparte de una sesión de cine, masajes y cosas así, me gustó especialmente la de Pepe. "El deseo que más ilusión me hace es que vengan los Reyes Magos en mayo", dijo el bailaor. Hoy hace justo doce días más uno que este gato generoso hizo su propia carta a sus majestades, deseando lo mejor para todos los concursantes de este año. Hemos coincidido Pepe y servidor. Mayo es un buen mes para los regalos. Es el mes de los Flores... perdón, de las flores.
Debo admitir una crítica que recibí ayer, dentro de la habitual tralla que me dedican cada día, con más o menos cariño. Dije de Ariadna que había sido una gran concursante, además de destacar la alegría que apreciaba en ella, sobre todo estando junto a Dani. No fui justo y quiero reconocerlo hoy. Ari tiene muchas otras virtudes, y ha sido una concursante que durante mucho tiempo me pareció que estaba entre los más interesantes de esta edición. En mi opinión, su tiempo se había terminado y esperaba desde hace un mes idéntico fin al vivido en la realidad. Con todo, no tuve suficientes palabras para hablar de su enorme corazón o la entrega que mostró casi siempre. Queda dicho, por si vale de algo.
No me gustó nada María durante la gala del lunes. Fue entrar en el 'confe' y comenzar una actuación innecesaria. María sobreactuada. María extremadamente simpática. María divina. María infantilizada. María alborotada. María distinta. A mí me gusta la que ya conocemos, el pivón en pijama y cara lavada, la que se impacienta porque Hugo no termina de echarla cuenta, esa que dice "no me pasa nada" mientras está diciendo lo contrario con la mirada. ¡Qué cojones! la auténtica. Rechazando imitaciones.