Azahara esboza una teoría respecto al programa del próximo jueves y quiénes pueden ser los expulsados. Ella está bastante convencida de que serán dos, y en eso acierta. También tiene una buena intuición sobre cuál puede ser la estrategia esbozada por algunos espectadores respecto a las primas, única pareja auténtica (la propia Azahara hace pareja forzada dentro del programa con Hugo) que queda dentro de la casa. En lo que no puedo decir si acierta o no es respecto a su apuesta de quién saldrá.
Piensa que ella es una y la otra puede ser una de las primas. Se decanta por Alejandra, porque piensa que Yoli puede tener más apoyo. Supongo que su historia con Jonathan les hace pensar esto, igual que lo han debido de pensar las propias primas cuando se ha expuesto a una expulsión Yoli tocándole a Alejandra. El diálogo que se establece en torno a estas cuestiones entre Azahara y Alejandra no tiene desperdicio. Por ello, y dado su interés, me permitirá el lector que lo transcriba de forma más o menos íntegra.
Empieza Azahara opinando que quienes apoyen a las primas decidirán concentrar el voto en una de ellas para tener más posibilidades de ganar. “Si yo tengo cinco votos (se refiere al dinero del que dispone o está dispuesta a gastar en votar) lo normal es que le dé los cinco a una de las dos, en lugar de repartirlo”. Alejandra muestra su desacuerdo.
Alejandra: ¿Qué tiene que ver eso? Pero es que ella y yo somos diferentes.
Azahara: Si yo os siguiese a vosotras, el mensaje lo mandaría a una de las dos, para que se hiciese más fuerte.
Alejandra: No, porque a nosotras nos hace ilusión llegar juntas. Yo no lo quiero así.
Azahara: Bueno.
Alejandra: Pues ojalá nos quedemos las dos. Lo siento mucho por todos, pero… Ya que hemos llegado las dos aquí, por lo menos que nos den el último empujón para que lleguemos las dos. Que sería ya… ¡buah! Aunque mira… te lo juro, aunque no ganáramos ninguna de las dos, pero estar las dos y poder llegar a la final las dos. ¡Buah!
Jonathan: Si es lo que piensan todas las parejas que han entrado aquí.
Alejandra: Por eso, nos podían dar el apoyo para que… fuéramos la pareja guay.
Un poco más tarde vuelven al tema, y Yoli muestra su acuerdo con Alejandra.
Alejandra: Yo espero, señores espectadores, que el mensaje que enviéis para mí lo enviéis también para mi prima. Para que lleguemos las dos a la final y que tengamos más oportunidad. Una no tiene tanta oportunidad como dos. ¡Las primas van unidas! Siempre. Así que nos apoyen a las dos, que se dejen de tonterías y que sigan como hasta ahora.
Yoli: Hombre, claro.
Alejandra: Mensaje para la larga, mensaje para la pequeña, mensaje para la larga, mensaje para la pequeña. Pa la alta, pa la baja. Pa la rubia, pa la morena…
La postura de Alejandra y Yoli no deja lugar a dudas. Es su deseo llegar juntas a la final y que el público las apoye por igual. Están dispuestas, incluso, a tomar el riesgo de no ganar por culpa de esa decisión. Creo que son partidarias de esa idea fuerza tan importante en la vida, y en el mundo de la empresa, en particular: El que no arriesga no gana. Lástima que su deseo no esté siendo atendido fuera. Sus familiares y muchos seguidores ningunean a sus defendidas, hacen oídos sordos a sus deseos y siguen defendiendo una concentración de votos que no les garantiza nada, salvo que Yoli (la elegida como perjudicada) no llegue a la final.
Esto pasa cuando gente de fuera de la casa, que no han pasado los tres últimos meses allí encerrados, quieren decidir por los concursantes, como si la opinión de estos no valiera para nada. Hemos llegado a esa situación en la que el deseo del padre de Yoli cuenta más que el de su hija. ¿Por qué no ha concursado él? Si después de las inequívocas afirmaciones sobre el tema de Alejandra, refrendadas con el acuerdo de Yoli, los familiares no deciden cambiar de estrategia, esto será un escándalo de proporciones mayúsculas. Basta con que se convenzan de que sin concentrar votos es posible. Aunque es aún más sencillo: solo tienen que hacer caso a Alejandra y Yoli.
Resumo lo dicho por Alejandra: “Ella y yo somos diferentes”; “a nosotras nos hace ilusión llegar juntas”; “aunque no ganáramos ninguna de las dos, pero estar las dos y poder llegar a la final las dos”; “que el mensaje que enviéis para mí lo enviéis también para mi prima”, “que nos apoyen a las dos, que se dejen de tonterías y que sigan como hasta ahora”. También en el blog, Alejandra agradece el apoyo para que puedan las dos llegar a la final. ¿Hacen falta más aclaraciones? Pienso que no es preciso.
Faltó decirlo y se cumplió el mismo viernes. Movimiento bajo las sábanas entre Jonathan y Yoli. Salió el premio gordo. Si me pagasen por acierto estaría montado en el dólar y escribiendo desde una mansión en Beverly Hills, o en su defecto un chalecito en La Moraleja, con guarda de seguridad y perro. Desconfíe el lector del rico que tenga seguridad privada sin perro, ahí es dónde se marca la diferencia. Pues bien, el viernes preveía apretón con urgencia, y de tal forma lo hubo. Esa misma noche, con un día después un poco complicado. “Poderoso caballero, don dinero”, escribió Quevedo.
A ver, que me parece fenomenal. Eso que se han llevado al cuerpo, que ya está bien de contención. Tan contenidos están que ahí sigue el jamón, haciendo méritos para convertirse en el tercer finalista por merecimientos propios. Paula, Alejandra y el jamón, como me decía anoche @cocinarpara2 (por cierto, buen blog de cocina, ¡vive Dios!). Una buena terna de finalistas, no me lo podrán negar. Pues bien, así ha ido todo. Esta muchacha y este muchacho aguantando la presión hasta límites insospechados durante semanas. Y claro, al final, la cosa ha de romper. Más si está en juego un jugoso maletín.
Si Yolanda supiera que de ser por sus “defensores” (permítanme las comillas, porque menuda defensa tiene la pobre) ni maletín ni orgullo de llegar a la final, porque alguna razón aconseja que sea su prima quien se lleve toda la fama y la fortuna. Como digo, si lo supiera igual no llevaba la cinta en la cabeza todo el maldito día. Aunque el apretón se lo hubiera dado igual. Me parece que en esto es Jonathan el que ha hecho ascos hasta ahora. Menos si estaba nominado. Casi ninguno si se juega una plaza en la final. El borrego menor gradúa así sus emociones. ¡Y que nos hayamos dado cuenta tan tarde de lo oportuno del mote!
Anoche Juanma tuvo la entrevista que le faltó el jueves pasado. Jordi González fue el encargado de incidir en la trama de CSI Tarifa y CSI Nueva York. Ni los mejores policías de los que investigan la escena del crimen serían capaces de concluir el estudio de este asunto sin enloquecer un poquito. Y sin terminar mandando a la mierda a Juanma. Ayer el borrego mayor se burló de la audiencia, y lo hizo de forma despiadada. Solo le disculpa que todavía estuviera en cierto estado de conmoción tras su repentino abandono de la casa el jueves. Andaba en el debate más perdido que una monja en Mujeres y hombres y viceversa. Iba a decir una monja virgen, pero a veces menos es más.
Las declaraciones de Juanma anoche estuvieron codificadas, como todas las que ha mantenido en la casa desde el primer día. Antes de la llegada de Gran Hermano 16 la audiencia debería recibir la descodificación del paso de Juanma por el concurso. Ya adelanto yo que ha sido un gran fraude. Un fraude de tamaño sideral. También lo fue su entrevista de anoche. Primero confirmó que Azahara y él son las ciudades de las claves. En ese momento deseé hacer un brindis por todos aquellos que pusieron en duda la interpretación que hicimos quienes estábamos viendo aquella conversación en directo. Nos trataron poco menos que de lelos con ínfulas de guionistas. Pues bien, uno de los protagonistas lo confirmó ayer. Pensé que lo negaría todo.
Cuando ya estaba yo flagelándome con el cable del cargador de mi móvil por haber pensado tan mal de Juanma, resulta que reculaba de forma espectacular y decía aquello de: “La clave la puso ella”. Si esto no es echarle el muerto a Azahara que venga la persona especial y lo diga. Por cierto, inexplicable que Juanma afirmara a un tiempo que había estado hablando horas con su persona de fuera (sí, su novia, lo dijo al final tras mucha presión, porque no solo lleva cuatro años con ella sino que viven juntos hace mucho, como él mismo confirmó en la casa), pero al tiempo dijese que no había tratado bien estos asuntos. ¿Pues de qué diablos han hablado? ¿Acaso se han contado lo del pequeño Nicolás?
De forma que Juanma habla horas con su novia y luego viene a negar que tuviera intención de irse a vivir con Azahara, aunque la clave era cierta, tal como entendimos. O sea, Juanma se refería al amanecer de la ciudad gaditana cuando decía aquello tan obvio de “cuando me levanto, pienso en Tarifa, y me pongo contento”. Y hacía planes para ir a vivir a un lugar donde no se puede surfear, mientras en la misma conversación afirmaba que no concebía la vida sin el surf. ¿Cómo se les queda el cuerpo? A mí un poquito asqueado, con sensación de pena por haber tenido que estar prestando atención durante tanto tiempo a un tipo como Juanma. De entre las cosas que tolero mal, tal vez está en cabeza que me vacilen de semejante manera.
De forma que el vuelo a Tarifa ha sido cancelado, como bien dice la imagen de un poco más arriba. Supongo que Juanma habrá borrado lo que le escribió Azahara con tiza (o similar) en su maleta verde. Atrás quedan casi tres meses de un engaño. Enhorabuena a los primos por calcar semejante estrategia. Ahora bien, lo de Juanma supera todo lo imaginable. No quiero ni pensar en el disgusto de Azahara cuando salga. ¡Maldita falsedad!
Moleskine del gato
Dice Luis que bajo el edredón hubo besos en la boca y acaricias. A ver, niños: La c con la a: CA; la r con la i: RI; la c con la i con la a y con la s: CIAS. Ahora todo junto: A-CA-RI-CIAS. Grande Luis. Y gracias por no recular. Tú no.
Anoche me entró la risa floja pensando en todos aquellos que estos meses me han dicho alguna vez algo así como: "¿Cómo pudiste defender a Pepe Flores y ahora defiendes a Paula?". Pues ahí lo tienes, el ‘Príncipe’ apoyando a Paula y muriendo de amor por ella. Ahora vas y lo tuiteas. O algo.
Y ya no estoy, que hoy es fiesta. A disfrutarlo.