Si alguien le planta cara a Alonso tendría mucho ganado

telecinco.es 23/01/2017 09:48

Que le hemos pillado el truco a Alonso está más que claro. Que él no se lo imagina es algo de lo que estoy seguro. Estas son las razones por las que este concursante repite el mismo numerito una y otra vez, siempre en horario nocturno y con semejante resultado fallido. Pero Alonso tiene más moral que el Alcoyano y sigue insistiendo con la confianza de que la próxima vez el resultado sea redondo. Hasta ahora solo le proporciona un poco de visibilidad, diferenciándose de esa mayoría complaciente que se limita a estar y confía en seguir aguantando días. Alonso no es de esos. Quiere agitar el avispero y probar a ver qué pasa. Si le dejamos promete darnos más momentos gloriosos, casi ininteligibles, como el de anoche.

El factor improvisación impide que prepare bien sus intervenciones. A resultado de esto sus discursos suelen ser flojos y en ocasiones poco coherentes. El objetivo de Alonso es agitar el avispero, como digo. Para ello aprovecha las ocasiones que se le presentan, a ser posible en prime time. Anoche el ‘súper’ les comunicaba la terna definitiva de nominados, dejando que vieran el momento del jueves pasado en que Tutto salvaba a Alejandro en lugar de salvarse él mismo. En su conjunto, el grupo felicitó a Tutto, valorando positivamente su gesto. El primero fue Alejandro, que expresaba su sorpresa y abrazaba cariñosamente a Tutto, agradecido por haberle salvado esta semana de la nominación. Alonso se tomó un rato para madurar su respuesta y eligió un momento en que inequívocamente tenían que estar en antena.

Volvían de interpretar en playback la canción de la prueba semanal, ese brillante hit que pone en un altar a Alejandro Abad. El momento no podía estar mejor elegido, como digo. Entonces Alonso Caparrós entraba en acción. Delante de todos, con la solemnidad que solo él parece merecer, expresaba su descontento porque Tutto no se hubiera salvado él mismo sino a Alejandro, reclamando que este pudiera cederle el privilegio a un tercero, por ejemplo, a Emma. Esta subió a la terna al salir Alejandro, y lo hizo en parte por culpa de esos tres puntos que le dio Alonso por ser temporalmente un topo. Mira que lo dijo bien claro: temporalmente. En la propia formulación contemplaba la posibilidad de estar equivocado y retirar la acusación. Eso es lo que hizo esa misma noche, entre lágrimas y sollozos. Había sido un error. Emma ya no era una peligrosa espía sino el ser cándido e inocente que siempre pareció.

A Alonso le hubiera gustado solucionar el problema y limpiar su conciencia con el privilegio que la audiencia concedió a Tutto, y solamente a Tutto. Como el resultado de su decisión no le iba bien para lo suyo le expresaba su descontento al grupo, y lo hacía con uno de sus rebuscados discursos. A Alonso le gusta escucharse y cree que tiene la habilidad de liar a su interlocutor con un verbo fluido y tramposo. Sin embargo, escuchándole más bien parece pura palabrería de charlatán de feria, cuando no el discurso de un demente.

Anoche nadie compró el discurso de Alonso, lo cual tal vez explica que terminase pidiendo su expulsión. Otro error de este concursante. Si quiere marcharse tiene la puerta abierta, como todos los demás. Que lo haga y deje el terreno despejado esperando la llegada de un suplente. La audiencia no tiene que cargar con las decisiones de un concursante. Pedir la expulsión debería estar prohibido y ser motivo de sanción. Un poco más tarde, llegado el momento de los contralegatos, Alonso reculaba ligeramente. Ya no pedía su expulsión, sino que jugaba con las palabras de manera críptica hasta el punto de que el ‘súper’ hubo de pedirle aclaraciones a lo dicho. Iba a decir que reclamó un poco de cordura, pero con Alonso eso habría sido un esfuerzo inútil.

Está claro que Alonso no quiere marcharse, solamente compensar el gesto de Tutto con el suyo. Convencido de que Emma no será expulsada sabe que su rival es el canario. Y debe ver como una gran contrariedad que este quedase ante la audiencia como un concursante generoso, capaz de ceder a otro su privilegio de la salvación. Creo que el gesto de Tutto fue sincero, y justo. No sucedió como otras veces, que el propio programa ponía entre la espada y la pared al concursante, casi obligándole a ceder el privilegio. Esta vez fue la decisión de Tutto, sin más. Interpretar como postureo el gesto es absurdo. Más le hubiera beneficiado salvarse él mismo. Aunque fuera a corto plazo. Ahora Tutto está en peligro, pero su salida no depende de ese gesto.

Colaborar siempre es mejor que competir, y es lo que decidió hacer Tutto el jueves pasado. ¿Es correcto decir que esto es como si un jugador de fútbol le cede el balón al contrario? No del todo. En este concurso hay que jugar en equipo, aunque sea de dos componentes solamente. Imposible intentar llegar intacto a la portería contraria si no se cuenta con un compañero al que ir cediendo la pelota. Aceptemos que Tutto está cediendo la pelota. De acuerdo. Pero no lo hace exactamente al contrario. De momento colabora con Alejandro, que ya llegará el momento en que habrán de competir. Esto que puede parecer complicado, llevado al tablero de juego es el catón de Gran Hermano, puro abc de un concurso cuyas reglas son a veces mágicas, mucho más comparables a las de una partida de dados que a las de un partido de fútbol.

También es abc de este programa que si alguien se encarase a Alonso y le declarase guerra abierta y sin cuartel tendría más de medio maletín en el bolsillo. Parece fácil, aunque reservado a unos pocos dispuestos a aprovechar la circunstancia. Los concursantes de este VIP están muertos de miedo, paralizados por el temor a dar un paso en falso. Les ha bastado con encontrarse un enemigo común, blanco fácil de abatir, para encontrar su zona de confort. Y no parece que estén dispuestos a salir de ahí. Si alguien se mueve disparan a ese lado, confiados de que habrá otro nuevo Toño que les evite tener mayor preocupación. Creo que por eso duermen tanto, porque mientras están dormidos no pueden cometer ninguna equivocación.

Por esto que cuento aprecio a Alonso como concursante. Lástima de su torpeza y lo que a veces parece traslucirse tras sus palabras. Sinceramente creo que será expulsado esta semana, y me parece un drama de proporciones cósmicas. Me da igual si su permanencia en la casa puede perjudicar a un concursante u otro. La verdad es que es el único dispuesto a jugársela, con mayor o menor acierto (generalmente menor). Solo faltaría alguien dispuesto a plantarle cara para que esta parálisis que vive la casa saltase en mil pedazos y diera paso a algo que se perecería más a Gran Hermano.

Imposible confiar en lo que tenemos. Apenas un par de promesas de carpeta, tan previsibles como poco motivantes. Y los teatros de Irma, la candidez naif de Emma, el monotema cansino de Marco o la vacía sencillez de Sergio. Luego está esa Daniela abierta de piernas para que penetre el sol, Aless fracasando en su esfuerzo por mantenerse siempre alejado de los dramas, una amarga Elettra e Ivonne, si es que aún continúa en la casa, lo cual no puedo asegurar. Tutto ya ha dado todo lo que podía dar y a duras penas sigo manteniendo cierta confianza en Aly. Creo que Daniela maneja a la americana con la mirada, sin que apenas se dé cuenta. Y así no hacemos nada. Necesito creer en alguien más, aparte de Alejandro Abad. Ahora mismo, este GH VIP es él y otros once, discípulos ingratos que lo nominan sin ser conscientes del enorme logro de esta semana. Este GH VIP ya ha pasado a la historia, y ha sido gracias a Alejandro.

Decía Mecano en una canción dedicada a las campanadas de fin de año: “Entre gritos y pitos los españolitos / enormes, bajitos, hacemos por una vez / algo a la vez”. A los seguidores de Gran Hermano nos pasa lo mismo, pocas veces vamos todos a una. Anoche fue fin de año en nuestro programa, porque un 96 % de la audiencia votante a través de la aplicación decidimos dar por aprobada la prueba semanal. Era nuestra aprobación a ‘Mi Gran Hermano, mi amigo”. Un hit elaborado en un par de días, y delante de nuestras incrédulas narices. Pocas veces hacemos algo a la vez. Todos a una con la que es ya nuestra canción.

Aunque parezca imposible, esta coincidencia conseguida en la audiencia no la lograron en la casa. Aless no sabe nada de música, ni es capaz de entonar media estrofa, pero se atreve a criticar por detrás, diciendo que la canción parecía de misa y otras idioteces semejantes. Y Elettra ha pasado de la canción, llegando a decir que no participaría en la grabación si no se lo pagaban. Con esta gente contamos, amigos. No sé si cortarme las venas o dejármelas crecer. Más cuando leo en Twitter que Juan Camus valora si aceptar la invitación de entrar en la casa de GH VIP. ¿Por qué, señor? Juan Camus, aléjate de ahí. Primer aviso.

Tras la última maniobra de Alonso, imposible que no se hiciera con la cola del after que acompañó a Toño la semana pasada. Sergio, Daniela, Irma, Alejandro, Aless y Marco se posicionaron en su contra. Tras Emma solamente Aly. Elettra e Ivonne contra Tutto. Curiosa la maniobra de Marco, que primero se puso detrás de Emma y se sumó a la mayoría contra Alonso después. Las explicaciones en línea con lo dicho. Casi nadie dijo la verdad. Me cuesta, pero debo destacar a Irma Soriano, que decía sobre Alonso: “Me he puesto detrás porque hace un momento ha quedado claro que no lo entiendo, entonces con alguien que no entiendo no me gusta convivir”. Alto y claro. Cómo estará la cosa para que ande jaleando a la señorita Soriano.

Si sale Alonso será la segunda puñalada a esta edición VIP, tras la expulsión de Toño, que anoche no le hacía ascos a una posible repesca. Si queremos mantener a Emma dentro de la casa, a pesar de su irritante pasividad, que salga Tutto. Una carrera musical le espera fuera. Lo lamentaré por Alejandro, que con Tutto tiene al menos una conversación grata. Curioso que Aless y Daniela les critiquen porque están siempre hablando de música. Tema bastante más interesante que las flipadas sobrenaturales de Daniela o la sinsustancia amarga de Aless.

Mokeskine del gato

Hubo anoche sorpasso en los porcentajes ciegos. El primer avance era así: 45,5 %, 39,6 % y 14,9 %. En el segundo el color azul superaba al verde: 38,7 %, 46,1 % y 15,2 %. Y en el tercero y último quedaban así: 36,7 %, 48,9 % y 14,4 %. Apuesto a que Alonso se puso en cabeza tras verse su discurso antiitaliano con Sergio. El otro porcentaje abultado creo que es de Emma.

Y dejo captura de las nominaciones reales de Alejandro el jueves pasado. Tres puntos a Raffaella Carrà y dos a Gina Lollobrigida. Está claro, ¿no?