Aly se siente utilizada por Marco y Aylén

telecinco.es 28/02/2017 09:12

“No voy a formar parte de ese trío”, dice Aly mientras camina en la cinta. En estos dos días ha sido su vía de escape. Tanto como para descubrir ahora que la cinta se para sola cuando lleva funcionando 90 minutos. Ha llorado, no puede ocultar su enfado y aprovechando que Daniela ha ido a ver cómo está se sincera después de permanecer callada durante todo el día. Por la mañana se acercó a Aylén para darle dos besos y decir que lamentaba lo sucedido. “Siento todo el marrón”, le dijo a la novia de Marco, y esta preguntó: “¿Qué marrón?”. La pregunta ya es descriptiva de la situación. Falta total de voluntad para entender la situación por parte de Aylén. Aly siguió callada todo el día, soportando que Aylén no le contestara y apartara su mirada para que no se cruzase con la suya. Pequeña sucesión de desprecios que terminaron haciéndola estallar a medianoche.

Mientras tanto, Aylén y Marco estaban en la radio, destilando frialdad, falta de química y artificialidad. Parecen dos desconocidos. Aly seguía hablando enojada. Era un torrente de indignación hecha palabras. Cada frase que salía de su boca se me antojaba más épica. Todas certeras, absolutamente entendibles. La voz de Aly era anoche la mía. Firmo todas y cada una de sus palabras. Habría que guardar su discurso como oro en paño. Hacía mucho tiempo que no escuchaba a alguien hablando en Gran Hermano con tanta verdad y de forma tan vibrante. Aly se siente utilizada por la parejita de los realities, y no quiere formar parte de ese trío.

“Me siento utilizada y se acabó. No me interesa ser su amiga cuando no está su novia, pero luego cuando llega su novia ya, de repente, no tengo amiga”. Aly sigue hablando desde la entraña, a braga quitada. Y cada una de sus frases salen disparadas hacia Marco y Aylén con el peso de la razón. Esto sí es realidad televisiva, no los sainetes repletos de sandeces que protagoniza la parejita. “No me interesa formar parte de una relación así. Marco, arréglate la vida un poco, al menos emocionalmente. Porque si estás con una tía que te da latigazos cada cinco minutos, pues tío…”, sigue diciendo Aly. Es entonces cuando llega a la clave del asunto. Certera, oportuna y conveniente, Aly pone el dedo en la llaga: “Que estén juntos, confundidos, en su mundo de reality. Me parece muy bien. Yo no quiero formar parte de ese trío más”.

Las palabras de Aly salen a bocajarro, de forma convincente e irrebatible. Sus argumentos son rotundos, aplastantes. Y su cabreo auténtico. No debería ser motivo de orgullo ver a un concursante siendo de verdad, pero frente a la impostura asfixiante de Marco y Aylén es liberador escuchar a Aly mientras no para de caminar en la cinta. Y, por suerte, desoyendo los intentos conciliadores de Daniela. La gran diferencia entre Daniela y Aly es que esta vive en un mundo de realidad y no en el de la piruleta y los confetis de colores. Nuestro viejo conocido mundo alienante de aparente felicidad zen.

Sigue Aly en su noche cumbre, aquella en la que decidió no seguir más callada: “Me quedo dormida mirándoles. ¡Jesus Christ! ¡Qué aburrimiento! Quizá fuera de esta casa son diferentes, pero por lo que he visto aquí dentro es que me voy a pegar un tiro si tengo que sentarme en el sofá con vosotros del aburrimiento que transmitís”. Lejos de aplacarse, Aly sigue alimentando sola su enojo: “Prefiero hacer un batido de fucking barro y bebérmelo de un trago que formar parte de esa mierda. O sea, un batido de mierda prefiero beber antes que formar parte de esta relación absurda”. Aly no está dispuesta a dar lecciones de vida. Tampoco a hacer de niñera de una chica de 26 años. “No necesita un biberón en su boca cuando no está su novio”, afirmó. Y este gato no pudo evitar aplaudir hasta con las orejas.

Lo bueno es que, lejos de lo que suele hacer, Aly no reculó esta vez. Daniela se marchó, Marco terminó la radio con su novia y mientras esta le planchaba una camisa salió a hablar con Aly. Supongo que intuyó su enfado, las dos horas en la cinta eran una buena pista. Le dijo a la cara más o menos lo mismo que había estado declamando un rato antes con Daniela, motivo de mi entusiasmo y regocijo. La actitud de Marco con ella dista mucho de la que tiene con su novia. Mucho más dócil y menos prepotente, pero utilizando semejantes trampas con intención de que su interlocutor sucumba ante el chantaje emocional. No es el caso de Aly, que ha calado bien a la ‘pareja reality’.

En realidad, no es tan difícil darse cuenta de que Marco mueve los hilos para intentar convertirse en protagonista. Ha utilizado a Aly y parece que Aylén se la sopla en realidad. El desprecio con el que le habla Marco me parece una humillación. La noche terminó con la pareja hablando de forma insustancial, dando vueltas a la nada de forma enervante. Los dos dolientes y aparentemente contrariados por la situación. No entiendo por qué tienen que resolver su relación personal ahí dentro. Que esperen al salir y nos dejen en paz con nuestro concurso. Durante el día han demostrado que no tienen nada en común. Vidas diferentes y objetivos distintos. A Aylén no le agrada la vida social de Marco. Le gustaría que dejase de salir a divertirse con sus amigos y no viajase tanto por su trabajo. Ella es introvertida y en vías de cambio. Bueno, vale, y a mí qué diablos me importa.

Si Aly tiene la sensación de haber sido utilizada yo creo que me están tomando el pelo, cosa harto difícil. Agradezco al equipo del programa que haya decidido meter en la casa a Aylén. De forma prodigiosa, en apenas un día se ha destapado el pastel. Desde hace semanas vengo sospechando de las intenciones de Marco. Se llegó a apelar por parte de algún lector a la “presunción de inocencia”, como si el italiano estuviera siendo sometido a un juicio sumarísimo. Estuve tentado a consultar el derecho romano o elevar consulta al Tribunal de La Haya. Pero no hacía falta porque bastaba con tener un poco de paciencia y esperar a este momento. Por suerte, la entrada de Aylén lo ha aclarado todo, y Aly nos ha ayudado a dar carpetazo a este asunto.

Todavía tiene valor Aylén de acusar a Aly de estar victimizándose. No hagan caso de las voces que dicen tal cosa. La americana no ha adoptado ese rol, tampoco veo en sus palabras celos, solamente decepción. Es peor la decepción en muchas ocasiones. Alyson Eckmann no es Paula González ni lo de anoche fueron “cuatro putas horas”. Le faltó tensión narrativa, intriga e implicación de todas las partes. Solo Aly le puso emoción. Ella es la única que ha vivido esto como si fuera realidad. Puede que Marco no haya tenido tiempo para demostrar que su comportamiento con Aly iba a ser el mismo con su novia delante. Pero siendo objetivos, todos sabemos que si Aylén hubiera estado ahí desde el principio no habría estado igual con Aly.

Ese es el argumento definitivo para este gato testarudo. Para evitar lo que ahora le causa tanto quebranto, Marco se debería haber comportado siempre con Aly como si su novia estuviera delante. Así no habríamos tenido caso. Otra opción es hacer lo que le pida el cuerpo, pero entonces no puede quejarse de que Aylén haya entrado a fastidiarle el concurso. Si en algún momento pensó que sería diferente se equivocó de medio a medio. Con la entrada de Aylén pierde puntos Marco y los gana Aly. Tengo dicho que Aly es muy burra, poco educada muchas veces y solo deja de mostrarse cobarde en pandilla. Pero también es cierto que anoche dio muestras de valentía sin necesitar a nadie. Y tiene una nobleza que no veo en muchos otros concursantes, ni que decir tiene que mucho menos en Marco y Aylén.

Pero el día que apareció de repente Aly pasaron otras cosas. Irma Soriano llevó demasiado lejos su drama ayer. Como una dolorosa, Irma dramatizaba junto a Emma, que ha preferido olvidar su traición del jueves porque en el fondo creo que todo se la refanfinfla enormemente. Estaba profundamente ofendida por unas palabras de Aída la noche anterior, lo cual era motivo para meter con calzador las acusaciones de violencia, daño psíquico y machismo de una mujer a otra mujer, entre otras barbaridades. Es indignante que se juegue con esto, tanto como la manipulación habitual de la ‘señorita Soriano’. “Le ha dicho a Aly: ‘Tú sí que no deberías existir’”, denunciaba escandalizada.

Irma se refiere a una breve conversación entre Aly y Aylén pocos minutos después de entrar esta en la casa. “Yo no me acerqué a Marco”, decía Aly, y respondía Aylén: “Te estás culpando tú sola”. Cuando Aly respondía: “Me parece una situación que no debe existir”, terciaba de este modo Aída: “La que no debería existir eres tú. No te rías en esta situación, en la que estamos todos en shock”. Cuando Aly le dice a Aída que no pinta nada esta responde: “No pintas tú”. Escuché toda esa conversación, lo de antes y lo de después, y puedo asegurar que Aída no le estaba negando el derecho a vivir a Aly. Se refería a que no debería estar en medio de la ‘pareja reality’, donde no pinta nada.

La manipulación de Irma tiene una razón de ser. Ella sabe que Aída cae mal a buena parte de la audiencia y ha decidido ser abanderada en su contra para intentar salvarse este jueves. Respetable estrategia de no ser porque el fin no justifica los medios. Irma no solamente manipula y tergiversa la realidad, sino que utiliza argumentos como el del machismo que nada tienen que ver aquí. Me parece irrisorio que acuse a Aída de meterse con las mujeres y no con los hombres. ¿Pero qué diablos dice? Lo que sucede es que en la casa hay 8 mujeres y solamente 2 hombres. Es una cuestión meramente estadística. No debería utilizar el nombre del machismo en vano. La igualdad de géneros pasa porque Aída pueda llamar a Irma teatrera sin que nadie hable de “una mujer contra otra mujer”. Vaya usted a paseo, señora.

Moleskine del gato

En los posicionamientos Aly contra Sergio (le nominó directamente el jueves), Irma contra Daniela (porque le habla a Aída), Ivonne contra Emma, Emma y Elettra contra Ivonne y los demás contra Irma. A destacar que Irma se intentó poner en su contra, desoyendo las indicaciones del ‘súper’, quien aclaró contestando a Aída que se trataba de decir quién quieren ver fuera. Pero lo más fuerte fue la explicación dada por Ivonne. El discurso de Ivonne es cantinflesco. Dice sin decir, utilizando circunloquios para enmascarar la vaciedad de sus palabras. Lo de anoche fue increíble.

“Me coloqué detrás de Emma porque le nominé el otro día con un punto y… también nominé a Elettra y Daniela”, comenzaba diciendo Ivonne. El comienzo era tan incongruente como todo lo demás, continuando su argumentación así: “Tengo que pensármelo, de aquí al jueves para dar un buen argumento, porque realmente tengo que rearmar lo dicho que parece que me quedó por encima, tengo mis argumentos, pero ya lo elegiré el… de momento, me quedo aquí, con Emma, que no tengo nada en especial. Nos llevamos muy bien, en general con todos, aunque parezca que sea hipocresía, pues no. Lo sigo pensando así y lo verán en los vídeos. De momento estoy aquí, ya decidiré el jueves”.

¿Se puede saber qué diablos va a decidir Ivonne el jueves respecto a la expulsión? Cantinflas hablaba más claro.