Atosigan a Yangyang hasta conseguir que se declare a Hugo

telecinco.es 30/10/2017 09:30

Interesante este fin de semana camino del paso del ecuador de la edición. Cuesta creerlo, pero ya estamos en el día 42 de encierro en una edición que si ha de terminar antes de Navidades tendrá 94 en total. También es un poco locura que la final coincida con las convulsas e importantes elecciones en Cataluña. No incidiré en el tema porque solo me falta hablar de política aquí para terminar de granjearme enemistades. Sin ir más lejos, hoy quiero hablar de las malas intenciones que he podido confirmar en los últimos días en Mina y Daniel, a quien cada día veo más parecido con Dobby, el personaje de Harry Potter.

No me atrevo todavía con ese parecido razonable, pero es el apodo que se ha hecho popular en redes sociales para este concursante que el viernes se puso media casa en contra de forma torpe e innecesaria. El fin de semana terminó con la amorosa declaración de Yangyang a Hugo, que supo salir del embate con maestría, entre otras cosas gracias a la advertencia que le había hecho Maico. Vamos poco a poco con todo esto.

Nunca he entendido la necesidad que tienen de decir a quién han nominado. Lo que más se lleva últimamente es amenazar con la nominación, especialmente con los tres “pepazos”, expresión popularizada en esta edición. No hace falta decirlo ni por adelantado ni de forma ulterior. El viernes Daniel hablaba en solitario con Cristian para decirle que le metió sus tres puntos la noche anterior y explicarle sus motivos. Ya digo que me parece innecesario contarlo, pero mucho más ganarse un enemigo dando una razón no por sincera menos incómoda. La sinceridad está sobrevalorada. Muchas veces es preferible callar si siendo sincero se va a hacer daño al prójimo.

Dani “Dobby” pudo evitar la conmoción posterior, que tuvo su momento de amenaza de “pepazos”, tanto por parte de Cristian como por su amigo Carlos. Molestó sobremanera la explicación dada a esa nominación de Dani, claramente ofensiva para Cristian. Su amigo quiso castigarle porque piensa que es en buena medida responsable de la expulsión de Petra. Algunos de los comportamientos de Cristian tendrían como objetivo confundir a su amiga para darse bombo fuera. Para decirlo más claro, Dani venía a decir que Cristian había estado jugando con Petra para lograr cierta cuota de protagonismo. Ya dije que la acusación es grave y ofensiva, tal vez demasiado para soltarlo como si nada y pretender salir indemne, cosa que no sucedió.

Parémonos a pensar en el argumento de Daniel. Dejando a un lado que está en su perfecto derecho a pensarlo, aunque sea discutible la oportunidad de contarlo, aprecio cierta incoherencia en el asunto. A ver, si realmente la mayor parte de la audiencia estuviera de acuerdo con Daniel y hubiera apreciado lo mismo en el comportamiento de Cristian no se entiende que la expulsión de Petra sea una consecuencia lógica. Parto de la base de que en la casa piensan que la votación de los 20 minutos del jueves fue para expulsar, es decir, en negativo en lugar de en positivo. ¿Por qué la supuesta mala intención de Cristian iba a perjudicar a Petra, su pretendida víctima? No termino de entender la lógica en el razonamiento de Daniel, aunque lo más importante es que difiere por completo con lo visto por este gato observador. En este caso debo ponerme del lado de Cristian y defender su postura, su enfado y hasta su ira. Lo defiendo y comparto su sentimiento de impotencia ante semejante injuria.

La reacción de Cristian no se hizo esperar y terminó la conversación abruptamente. Hasta en esto me gusto, porque vi una reacción sincera y poco convenida. Las caretas se han caído en la última semana y la falsedad de algunos va cediendo poco a poco. Cristian reclamando a Daniel que le hubiera dicho estas cosas antes, estando todavía Petra en la casa, me pareció un disco rayado, por mucho que en este caso tenga razón. Es la misma respuesta que cuando Hugo le nominó por algo que dijo y no le había parecido bien. La diferencia es que el uruguayo nunca ha estado en su círculo de amistades, al que sí pertenecía Daniel. Digo bien pertenecía porque con lo del viernes se autoexcluyó. No solo deja de ser amigo y aliado de Cristian. La onda expansiva llegó a su tocayo Gabaldón, siempre dispuesto a meter su propia excreción en cualquier tema, y particularmente a Carlos.

Cuando se enteró de la movida, Gabaldón metió un poco de cizaña contando que en una pasada fiesta había escuchado a alguien decir que Cristian estaba mirando a cámara mientras bailaba con Petra. No recordaba si había sido Daniel, pero casualmente acertó el tiro. Efectivamente, fue él. Así lo confesó cuando Cristian fue como una flecha a preguntar. Acto seguido Carlos le decía a Daniel que era una mierda lo que había dicho y le anunciaba sus tres puntos del jueves. No hace falta arriesgar mucho para acertar la apuesta de que Cristian, Carlos y, posiblemente, Gabaldón darán puntos a Daniel. Es muy posible que Mina se vaya a sumar. La confesión de Daniel ha llenado su zurrón de puntos. Y es que es preferible evitar tanta sinceridad en ocasiones.

Lo más fuerte del caso es que el Daniel que acusa a Cristian de haber tenido un comportamiento deleznable con Petra es el mismo que llenó de pajaritos la cabeza de esta concursante sobre esa relación. Ni una ni dos, fueron muchas más veces las que le escuché diciéndole a su amiga que Cristian estaba más por ella que al contrario. Es lo mismo que ha intentado estos últimos días con Yangyang respecto a Hugo, aunque en este caso ha tenido la inestimable ayuda y colaboración de Mina. Así es que, si hay algún culpable de que Petra haya estado confundida respecto a Cristian en algún momento ese es Daniel. Mientras este concursante se escuda y justifica su comportamiento porque está encerrado y se aburre, yo pienso que su casi permanente mala intención viene de fábrica y nada tiene que ver con eso. De nada vale echarle la culpa al empedrado, algo típico de los cojos. Este Dani ‘Dobby’ es un cojo en potencia, como cojos quedan casi siempre sus argumentos.

Que Mina haya pasado todo el santo fin de semana intentando convencer a Yangyang de que debe declararse a Hugo resulta llamativo. No digo nada de la idea perversa de una confesión avanzada la madrugada del martes. ¿Por qué ese día? Recordemos que esa noche hay fiesta en la casa, y es entonces el único momento con el alpiste fluyendo y haciendo mella. El pasado viernes tuvimos buena muestra de ello, con un Hugo desternillante poco después de comenzar la prueba de humanos y vampiros muy propia para esta semana de Halloween. Hubo que esperar hasta las cuatro o cinco de la madrugada, pero lo di por bueno porque hacía mucho que no me reía tanto.

No hace falta explicar que parte de la casa se ha estado confabulando para que Yangyang se declarase en ese momento concreto donde la voluntad flaquea por la alegría de la fiesta y sus conocidos alicientes. Menos creo que deba explicar la razón de ese sorprendente interés. No obstante, diré algo de lo que no me cabe duda alguna: pretendían que Hugo quedase mal. Aprecio cierta desesperación al ver que Hugo pudo tener menos de un 1 % de los votos la semana pasada. Ellos no saben que finalmente fue algo superior, pero tienen claro que ese ínfimo porcentaje es suyo. Ven en él a un rival inalcanzable, y maquinan sobre la mejor forma de vencerlo.

Daniel fue algo más explícito y venía a sugerirle a la chinita de ‘Lanzalote’ que se metiera en la cama de Hugo. Un edredoning a destiempo igual es mejor atajo que lo de declararse en según qué momentos. No sé el lector lo que pensará de todo esto, pero a mí me parece atufa a suciedad. Sin darse cuenta están haciendo protagonista a Hugo, nueva torpeza que añadir a todas las anteriores. Hugo es un concursante extraordinariamente listo e intuitivo, que afronta esta experiencia con un gran control de la situación, mucho buen humor y cierto individualismo. Esto último es lo único que podría perjudicarle al quedar fuera del foco de atención durante buena parte del día. Pues bien, le resuelven el problema sus enemigos, fundamentalmente no dejando de hablar de él. También provocando situaciones como la declaración de Yangyang ayer.

Yangyang es muy lista y hasta supo elegir bien el momento, supuestamente durante el Debate. Mucho mejor que el momento sugerido de la fiesta, si bien no puede saber que el Debate empieza ahora algo más tarde. No es la primera vez que un concursante con pinta de ganador debe afrontar una situación así. Pepe Herrero tuvo su Raquel López y Pepe Flores a Sindia, aunque esta última no llegó a hacer una declaración en condiciones. Hugo respondió a Yangyang de forma cariñosa y con esas mismas cualidades que decía unas líneas más arriba. A saber: control de la situación y buen humor. Dejó bien claro que entre él y Yangyang había “dancing, friends y stop”.

Así transcrito puede parecer cortante, pero Hugo tuvo la habilidad de que no sonara de tal manera. Todo estuvo trufado de delicadeza, risas y abrazos. Por suerte, Maico había advertido previamente a Hugo de lo que estaban pretendiendo algunos con Yangyang. “Me han contado que ayer te hicieron hablar mucho en tu habitación”, le dijo Hugo dando en el centro de la diana con precisión robótica. Cosas como esta son definitivas para desear que Maico se quede en la casa. A pesar de las dudas y temores del principio, está demostrando ser el más fiel y sensato.

Con ayuda de Maico o sin ella, Hugo demuestra una y otra vez que es un concursante súper listo, sorprendentemente listo, inquietantemente listo. En manos de Yangyang está ahora que la cosa quede aquí o el uruguayo se vea obligado a dejárselo todavía más claro, si eso es posible. Ella está muy loca, pero también demuestra ser muy espabilada. Dado que estamos hablando de Hugo, creo que la china tiene las de perder si vuelve al ataque. Imposible vender un desamor de alguien con quien no ha tenido nada. Se equivocará de medio a medio si vende que bailó con él en algunas fiestas (perrea ella sola y con quien sea, como debe ser) o que le ha dado algún masaje (todos han pasado por sus manos). Más le vale a Yangyang cambiar de película.

Esto de Yangyang y Hugo puede perjudicar más a muñidores y alcahuetas como Mina. Y no está como para exponerse mucho, siendo una de las nominadas de esta semana. Los porcentajes ciegos que conocimos anoche estaban así: 79,8 %, 15,4 % y 4,8 %. Si el mayor corresponde a Juan, como pienso, no tiene nada que temer. Si fuera suyo poco puede hacer ya. Por mucho que le rece a la virgen del ‘sorpasso’ no parece un milagro fácil. Lo bueno de que se fuera Mina es que desaparecería de la casa su principal elemento castrador, aunque creo que todavía puede generar conflictos y eso nos viene bien para lo nuestro. Lo bueno de que se fuera Juan es que dejaría tocada a Pilar y sus palmeros, además de ser un concursante desactivado tras protagonizar un par de polémicas. Además, Mina va a salir nominada posiblemente todas las semanas, mientras que Juan puede que no vuelva a salir a la palestra en mucho tiempo. No hay color, mejor que se vaya Juan.

Moleskine del gato

Hubo anoche posicionamientos y Carlos Lozano dejó a Alyson con el culo al aire evitando mojarse y echando a suertes contra quién había de ponerse. No se puede estar opinando durante días y ahora tener esa actitud. Lozano estuvo ahí decepcionante. Dejo muchas cosas para mañana, por ejemplo, analizar esos posicionamientos de anoche. Pero no me resisto a hacer algún apunte sobre dos de las exconcursantes que anoche estaban en el debate: Miriam y Laura. Miriam sigue con la murga de que Maico debe ser expulsado porque le mintió malmetiendo contra Yangyang. Ya sabemos que Maico le vio el aura a Yangyang y la tenía muy oscura, uno de los motivos por los que no le tiene gran simpatía. Pero Miriam no fue expulsada por su culpa.

Es entendible que Maico y Yangyang no se entendieran bien en aquella conversación sobre quién es más limpio. Él es un milanés nacido en Australia y que vive en Murcia. Ella, una china de Lanzarote. Los dos hablan un castellano pésimo y entienden todo a medias. Lo increíble sería que no protagonizasen malentendidos. Lo que puso a Miriam en la calle fue su ataque a Yangyang por sorpresa y a la desesperada, utilizando cualquier argumento a su alcance. Culpando a Maico se convierte en otra coja que culpa al empedrado.

Laura es libre de contar su historia de vida a quien quiera y como quiera. Ahora bien, debe entender la sorpresa de que no hablase nunca del tema con su novio durante 5 años de relación y sí lo contase al equipo del programa en los castings. A partir de ahí, el programa es libre de utilizar la información que ella misma ha facilitado sin tener por qué hacerlo, y los demás de expresar nuestra sorpresa porque le cuente al programa lo que nunca contó a su pareja.

Lo de Laura es todo muy fuerte. Sigue confundida e incoherente, como cuando dice que “Carlos conmigo se ha portado bien a la cara”. Carlos, el mismo que participó del acorralamiento de esta concursante en la cocina. No hay más preguntas, señoría.