¿Cómo serán los concursantes de GH 14?

telecinco.es 06/02/2013 08:03

Siempre nos preguntamos cómo serán los nuevos concursantes cuando está a punto de comenzar una edición de Gran Hermano. El programa es tradicionalmente hermético, como debe ser, aunque este año se aprecia un mutismo aún mayor a este respecto. No tardaremos en conocer algunos detalles del programa y confirmar otros, aunque la mayoría se reservará para la gala del próximo lunes, primera de la temporada.

Son muchas las dudas relativas a todos los aspectos que afectan al programa. En realidad son las dudas de siempre. En los primeros puestos de ese particular ranking estarían las que afectan a la casa, o a las anunciadas novedades en la mecánica de expulsiones e incorporaciones de concursantes. Aunque son estos, precisamente, quienes más expectación despiertan.

Otros años a estas alturas estamos manejando conjeturas, rumores o simples invenciones sobre los perfiles de los nuevos concursantes, esos con quienes conviviremos muchas horas durante las próximas semanas, o incluso meses. Sin embargo, en esta ocasión nos encontramos con una sequía de especulaciones auténticamente pertinaz (no poner pertinaz cerca de sequía parece casi un sacrilegio).

Nunca me han gustado mucho esas conjeturas de las que hablo. Por un lado porque he descubierto más de una vez que respondían tan solo a la calenturienta imaginación de alguien. Y cuando se trataba de informaciones de buena fuente me pareció que de alguna manera estaban descubriéndome el pastel antes de tiempo.

¿Quién no recuerda la lista tantas veces coincidente de perfiles entre los cuales siempre había una embarazada y alguien que había salido recientemente de un complicado proceso de desintoxicación? Por no hablar de los gemelos o gemelas, que al final tuvimos en la octava edición. Tampoco eran tan raros los otros perfiles. Es más, estuvo a punto de ser (Cristal, de GH 6, abortó poco antes de entrar en la casa) o incluso fue (desintoxicados anónimos, sociedad limitada).

El año que más cerca estuvieron las quinielas fue en las previas a la décima edición. Dijeron que habría una china, una señora mayor o una brasileña (que era más bien dominico-haitiana), y acertaron. Ahora estamos a cinco días del estreno y todavía nadie ha dicho nada. ¡Será posible!

A los castings se han presentado casi sesenta mil aspirantes, si no recuerdo mal. Mira la foto de ahí arriba y piensa que alguno de ellos puede haber sido finalmente elegido (ya sé que no son candidatos a grandes hermanos, sino yanquis asistiendo a la toma de posesión de Obama, se va a la legua por las pintas). ¿Cómo serán? ¿Nos terminará enamorando alguno? ¿Cuántos muñequitos de pimpampum dejarán en nuestras manos? ¿Conseguirán que trasnochemos tanto esta vez?

El cortafuegos informativo del programa está funcionando mejor que nunca, lo cual celebro. También parece estar siendo efectiva la seria advertencia a los concursantes de que cualquier filtración acabaría en un soplo (nunca mejor dicho) con sus aspiraciones de convertirse en los grandes protagonistas de la cosa. A pesar de lo cual, hay quien está confiando en su círculo más íntimo de amigos en las redes sociales. Por no hablar de algún alma de cántaro que se ha dirigido a este gato en las últimas semanas para darme la buena nueva.

Y aquí me tiene el lector, en la disyuntiva sobre confiar y revelar lo que me van contando o desconfiar y apiadarme de estas criaturas. La solución salomónica tal vez pase por dar alguna pista muy somera sobre concursantes que según todos los indicios tienen bastante seguridad de estar entre los primeros que entren en la casa el lunes. Parece ser que a finales de la semana pasada más de uno esperaba la llamada de confirmación definitiva. O sea, apuran los tiempos una barbaridad.

Tal vez el lunes veamos entrar a una chica con nombre de flor. Otra quizá tenga una hermana que ha podido conocer recientemente este loco mundo de la televisión. Puede que haya un tipo con profesión... digamos singular. Es posible que haya una chica muy joven procedente del norte de España. Hay bastantes posibilidades de que algún concursante no tenga la nacionalidad española. Y, para terminar, casi seguro que entra un canario (¿cómo no?).

La última pista es real, aunque es ir a lo fácil. Por otro lado, si la concursante embarazada se ha convertido ya en un clásico de las elucubraciones previas al estreno, parece que este año gana por goleada lo de ver una monja en la casa de Guadalix de la Sierra. Lejos quedan aquellos tiempos en que siempre se decía que entraría un topo. Luego estaba uno venga a buscar al topo, a ver si lo identificaba. Y alguna vez hasta lo tuvimos claro.

Tampoco importan mucho los datos personales concretos de posibles concursantes. Lo que gusta es saber que en general serán perfiles bastante normales, muy al estilo de los que protagonizaron la última edición. Me alegraré de que así sea. Este gato veterano ha llegado a la conclusión de que eso es lo que mejor funciona. Otra cosa es que entre la normalidad haya alguna peculiaridad más o menos llamativa, lo cual puede hacer enganchar desde el principio a los menos fieles al programa.

Y seguimos hoy dando los premios a la memoria viva de Gran Hermano. Toca la categoría de mejor dirección artística.

Medalla de bronce a la mejor dirección artística

La ha merecido Sonia Arenas (GH 4), por 'Tacones granjeros'. No le sirvió para aguantar más allá de la primera expulsión, pero pocas veces hemos visto tanto derroche de estilo que cuando esta concursante entraba en la cuadra calzando sus tacones de vértigo. Eso sí que era vértigo, señores. Ni Paris Hilton puede superarlo.

Mención para Íñigo (GH 1) por sembrar dudas sobre si su insistencia con el polo verde era tendencia o descuido.

Medalla de plata a la mejor dirección artística

Medalla ex aequo a Dani Sucio, Laura Ceballos y Pulpillo (GH 8), por 'La cabaña del tío Tom-a-que-toma'. No fueron los primeros en intentarlo, pero lo merecen por lograr un gran nivel de perfección en la ejecución del nidito de amor que dejase fuera del alcance de las cámaras los juegos amorosos entre los dos primeros. Aunque bien mirado, no les hacía mucha falta, con una manta bien colocada les era suficiente.

Mención también ex aequo para Mimi y Mame (GH 8) por sus disfraces de gatitas en las galas. Todo un honor que les debo.

Medalla de oro a la mejor dirección artística

Premio para Pepe Flores (GH 12+1), por 'Bizcocho de sangre'. Antonio Gades tuvo su Pepa Flores y nosotros tuvimos nuestro Pepe Flores. El primero enseñó a todo el mundo un gran talento bailando sus 'Bodas de sangre' y lo de este fue bailar, comerse el bizcocho y triunfar. Es como una revisión actual del 'veni, vidi, vici' de los romanos. El merecimiento de la medalla fue corroborado con su espectáculo 'Mi verdad', de gran éxito en el estreno madrileño del pasado mes de diciembre.

Mención ex aequo para Iván Madrazo (GH 10) por aquel inseparable plumífero y a Pepe Herrero (GH 7) por su pijama de las expulsiones, con el que tuvo el valor de ir hasta plató para recoger su merecido maletín.

El test de las 30 preguntas: Óscar Muela

Óscar debió ganar la tercera edición de Gran Hermano. Es más, tengo la absoluta convicción de que habría conseguido llevarse el maletín de no ser por un luctuoso hecho familiar. El estado de salud de su abuelo le llevó fuera de la casa y, con ello, se apartó definitivamente de la gloria que supone ganar el concurso.

Fue la suya una edición llena de actores secundarios, protagonistas inesperados (y posiblemente poco merecidos) como el propio ganador. No seré yo quien se dedique a revisar la historia del programa para repartir diplomas de idoneidad a los ganadores. Javito mereció ganar porque así lo quiso el público, pero igualmente digo que fue uno de los que más fácil lo tuvo.

Los otros dos finalistas despertaron poco entusiasmo en la audiencia votante, aunque Patricia nos había brindado momentos hilarantes (“Estoy quemá, Javito. Quemá, quemá, quemá...”) y Kiko empezó más tarde una carrera televisiva tan exitosa que ahora son legión los que le están echando de menos. Además, Óscar ya no estaba.

Por elegir un momento suyo, me quedo con aquel en que a Candi se le ocurrió hacerle una proposición indecente con la inocente fórmula del: “Tú déjate hacer”. De su test me quedo con el mensaje recibido de que le gustaría concursar en Pekín Express, por lo que espero lean esto los responsables de ese programa de Cuatro y anoten su nombre en la libreta de las cosas inexcusables.

Por cierto, Óscar no ha elegido a Laura Campos como concursante preferido (un saludo Laura, aunque no haya podido ser lo nuestro), pero sí coincide con otros concursantes (y con este gato) en su preferencia por el olor a la vainilla. ¡Curioso!

Este es el test. De la primera pregunta a la número treinta:

Un color.

Rojo (se me quedó grabado la cantinela del de la noria infantil: "El de rojo que te lo cojo").

Un olor.

Vainilla (mmmh).

Un rincón de tu casa.

El sofá, of course.

Una ciudad del mundo.

Roma, sin duda.

Un regalo útil (para ti).

Una cámara de fotos.

Un plato de comida.

Cualquier tipo de pasta.

Una afición.

Viajar, viajar, viajar...

Signo del zodiaco.

Leo (rgrgrgr).

Una película.

Master and Commander, de Peter Weir.

Una canción.

‘Roxanne’, de Police.

Tu(s) programa(s) de televisión favorito(s).

Pekín Express, Gran Hermano...

Tus principales cualidades.

Soy un tío con recursos, me adapto a cualquier situación.

Tus principales defectos.

Demasiado responsable, ¿sensible?

¿Practicas algún deporte?

Running y basket.

¿Tienes alguna mascota?

Siempre tuve, pero ahora no tengo tiempo.

Si hubieras nacido animal ¿cuál serías?

Cualquier pájaro.

Alguna persona que admires.

Cualquiera que sea y demuestre ser valiente.

¿Cómo duermes?

¿Qué es eso? Jejej. Bocabajo.

¿Cuándo fue la última vez que lloraste y por qué?

Lloro mucho.

La última mentira que has contado.

Jaja... ¡soy abogado! Cada vez que entro en un juzgado.

Tu mayor sueño aún no cumplido.

Pekín Express.

Cuenta la situación más embarazosa de tu vida.

Darme cuenta en la ducha de GH 3 que la cámara de la que intentaba taparme dándole la espalda... la tenía delante.

La edición de Gran Hermano que más te ha enganchado como espectador.

GH 1.

Tu concursante favorito de Gran Hermano (no vale un compañero de edición).

Pedro Oliva.

El mejor y el peor recuerdo de tu paso por la casa de Guadalix de la Sierra.

Como mejores están la entrada y la sala VIP. Peor... el día de mi salida.

De entre tus compañeros de edición, dime quién representa la cara y quién la cruz.

La cara fueron Jacinto y Jorge. Cruz no hay, no me llevé mal con nadie.

¿Gran Hermano ha cambiado tu vida?

¡Sí!

¿Qué cambiarías del programa?

Volvería al formato original. Ahora, con tanta entrada y salida, tantos concursantes, me pierdo. Dura demasiado y se convierte en un "todo vale" por la audiencia. Deja la sensación de que está todo prefijado.

¿Cuál ha sido su principal enseñanza?

Que no todo el mundo es bueno. Y que la primera impresión es importantísima.

¿Volverías a entrar?

El corazón me dice que sin dudarlo. La cabeza me dice que ni pensarlo.