Los contra-contra-alegatos
Si los exconcursantes aceptan el cuestionable papel de hacer contra-alegatos para convencer a la audiencia de por qué no debe convertirse en ganador uno de los prefinalistas, creo que es obligado hacer los contra-alegatos de los contra-alegatos. No sé si llamarlo contra-contra-alegatos o recontra-alegatos. Casi prefiero la primera opción porque da pie a que, a su vez, el lector haga sus contra-alegatos de los contra-alegatos de los contra-alegatos, o sea, los contra-contra-contra-alegatos. Y así podemos extender la cadena hasta llegar a la luna y volver. O así.
Todo esto de muy buen rollo, porque lo de ir en contra es puro positivismo. Justo ahora que ya se vota en positivo, en lugar de defender andamos en plan derrotista, diciendo las cosas malas. Va la cosa en consonancia con esa tendencia al “meté mierdé”, expresión ligada a este programa gracias a Belén Esteban, ganadora del último GH VIP. Esto aleja mucho la recta final de lo que era habitual. Antes eran días de especial tranquilidad, en la que hasta los mayores enemigos terminaban fumando la pipa de la paz y todos se entregaban al habitual ejercicio nostálgico de rescatar los buenos recuerdos. Igualito que ahora.
Por eso no es extraño que a dos semanas de la final en la casa se viva un ambiente de guerra fría, aunque en eso influyen cosas que nada tienen que ver con esta tendencia a fomentar el conflicto hasta el final. Por si no había suficiente conflicto, ayer les dieron una de cal y otra de arena. De un lado pudieron ver los vídeos de presentación y de otro esos contra-alegatos, algunos de ellos demasiado forzados, como si les hubieran tocado en una rifa. Supongo que debían compensar lo bueno de ese momento en que ven los vídeos de presentación.
Ni Marta ni Carlos tuvieron vídeo de presentación, lo cual deslució ese momento. Si de seis prefinalistas hay dos sin vídeo quiere decir que al final solo los vieron cuatro. Tal vez hubiera sido un buen momento hacer esto hace una semana. Puede que sea la edición en que más tarde se ha hecho. En su lugar, pudieron ver el momento en que Marta se enteraba de que iba a ser concursante, durante la rueda de prensa dos días antes de comenzar el encierro. Y para Carlos pusieron el vídeo de presentación de Ivy, en el que sale fugazmente y al mismo nivel que Itto, los dos seres con quienes vive la exconcursante. Se me ocurre que, ya puestos, hubiera podido hacer Ivy el contra-alegato a su novio, y así hubiéramos rizado el rizo del mal rollo obligado por las circunstancias.
Especialmente emotivo fue el momento del vídeo de Nied. No sé por qué razón a todos les pareció especialmente bonito ese reflejo de su vida en el circo que se puede ver en esos pocos minutos. Marta derramó algunas lágrimas, sin mayores aspavientos, tanto viendo esas imágenes como con el vídeo de Han. Para algunos fue el más divertido, y he de decir que también el más ensayado puesto que el chino había hecho uno similar el año anterior, que quedó a las puertas de convertirse en concursante.
Como digo, en compensación por ese buen ratillo, demasiado corto por haber tardado tanto y quedar tan pocos concursantes en la casa, vinieron después los alegatos en contra. Nada menos que seis minutos de puñaladas más o menos dañinas. Si lo primero se me pasó volando esto parecía interminable. Cuesta más tragar lo amargo que lo dulce. Especialmente si es puro veneno. Aunque la verdad que los argumentos fueron muchas veces tan endebles que ni merecen respuesta, eso si no estaban basados en puras falsedades.
Hablando de falsedad habría que hablar de la defensora de Aritz, pillada anoche faltando de nuevo a la verdad. Todavía recuerdo cuando amablemente me acusaba de no decir verdad sin especificar exactamente en cuál de mis afirmaciones. Me río ahora que hemos podido todos comprobar lo antagónico que resulta el concepto de verdad respecto a esta persona. Ya nos engañó dejando que creyésemos que ella era la persona de fuera de Aritz, para después faltar directamente a la verdad al responder una de las preguntas de los colaboradores.
Tuvo reflejos para negar haber mentido, achacando al desconocimiento que faltase a la verdad. Resulta que fue preguntada sobre si esa persona especial salía en las fotos del álbum que le fue entregado a Aritz, y ella respondió que no. La otra noche le hacía la misma pregunta Han a Aritz, y este respondía con un “claro” totalmente contradictorio con lo dicho por su amiga. Suponemos que también puede ser cierto que su nombre empiece por la letra erre y pueda ser Raquel (Rakel) o Rocío. Esta última ya estuvo también en plató defendiendo a Aritz.
No pongo foto de ninguna de estas dos personas porque no hay nada seguro, aunque yo apuesto más por la tal Rakel. Además, si soy sincero, me es completamente indiferente quién sea la señora Voldemort. Bastante nos han mareado ya con esta historia plagada de medias verdades, cuando no directamente de falsedades más o menos interesadas. Como si tuviera tanto interés la cosa. Menuda tomadura de pelo. Está todo en consonancia con ese doble rasero que se aplica a menudo con este concursante, según el cual lo que él dice tiene todas las bendiciones en contraste con lo que puedan decir otros, especialmente si se trata de Han.
El contra-alegato de Han lo hizo Quique, y me pareció tan injusto como egocéntrico. Recordar ahora que le salvó de una nominación parece una venganza tardía y fuera de lugar. Y acusar a Han de estar haciendo daño a Aritz es como acusar a la víctima por quejarse. Se crucifica ahora a Han por contar que Aritz se empalma mientras le toca bajo el edredón. O que cuente eso de que le gusta hacer el acto (como dice Nied) en plena calle. Y parecen olvidarse todas aquellas cosas que ha contado Aritz sin respetar la confidencialidad que se ha de dar por supuesta por parte de Han.
Me refiero principalmente a que Aritz dijese a los cuatro vientos, gritando y con el enorme altavoz de estar en el directo de una gala, que Han le había metido mano estando dormido. No entro en lo que pudo llegar a magnificar el gesto de Han, pero desde luego la difusión de su “pecado” fue mucho mayor que la dada por el chino de lo que le ha contado el del sombrero. Pero no es solamente esto, Aritz también ha contado que Han se ha liado con hombres casados, o que ha tenido relaciones con hombres de 70 años.
Aparte de ser desleal, me parece demasiado prejuicioso con esas actitudes. Aunque no me agrade reconocerlo, estaba cargado de razón el argumento de Suso sobre la aparente aversión a las etiquetas de Aritz, cuando luego es el primero en colgarlas. Tener la mente abierta debe significar para él que se acepten sus comportamientos, y solamente los suyos. Eso sí, mientras tanto él es libre de no aceptar los comportamientos ajenos. Sus prejuicios sobre lo que Han le ha contado de forma confidencial demuestran una vez más la falsedad de un personaje que se descompone hecho jirones.
Ni siquiera Nied, su gran valedora hasta ahora en la casa, puede negar ahora que Aritz no ha podido mantener su papel y finalmente ha sido descubierto. Así lo decía ayer: “En tres meses nadie aguanta. Se le termina conociendo”. Y añadía Nied: “Se ha vuelto loco ya en la casa y necesita un día de tranquilidad. Me sabe mal por Han”. Un día no, igual necesita un trienio y muchos tranquilizantes. No lo dice su mayor enemigo sino Nied, que hasta ahora siempre había confesado que es su debilidad. Sofía iba más a degüello: “Sabe que es muy especial y eso hace gracia. Que si no tengo tele y tal. Venga ya”. Le tiene caladísimo.
Todo esto venía después de un nuevo espectáculo del tipo del sombrero en contra de Han, a quien mima después de machacarlo. Es la historia de siempre, que tanto aburre ya. Se sabe que después Han aceptará cualquier cosa por una caricia suya. No hay más. “¡Chulo de mierda! ¿Quieres pechuga? Te la vomito en la cara”, decía Aritz a Han. Porque, claro, estas son cosas que se suelen decir a las personas queridas. Y debemos aceptarlo como tal porque no todas las relaciones son iguales. ¡Vamos, hombre!
La escena a la que me refiero venía justo después de que Aritz estuviese un buen rato haciendo un solitario show en el cuarto de baño, poniendo posturitas de roquero, ataviado con peluca, chaqueta americana y ese calzoncillo o pantalón de pijama con el que anda últimamente todo el día por la casa. Tras ese inenarrable espectáculo arremetía contra los que le rodean. Salvo Carlos, como siempre. A Marta le respondía así después de que ella, con mucha educación y delicadeza, contestase a una mención suya: “Tía, ¿estás loca o qué te pasa?”. Y después de que Marta y Han salieran al jardín seguía: “La payasa de Marta. Desde que se ha juntado con las dos tontas estas”. No sé a quién se refería. Igual ni siquiera él lo sabe. Como dice Nied, está perdiendo definitivamente la cabeza.
Quienes dedican sus esfuerzos en justificar las mentiras de Aritz e incluso dicen que siempre dejó las cosas claras en la casa, deberían buscar el vídeo donde se le ve explicando lo de su blog. Dicen algunos que igual fue obligado a mentir o exagerar la verdad en su vídeo de presentación cuando dice que no tiene televisión (pero ve ‘Acapulco Shore’), ni Internet y no le gusta la tecnología. También se afirma que dejó de usar las redes sociales e Internet hace tiempo. Pero insisto en que lo más equivocado es que lo haya explicado todo en la casa sin faltar a la verdad.
Hablaba con Marta en el cuarto de baño, delante de otros concursantes. Eran los primeros días de concurso y Aritz habla de que en su blog es “El tipo del sombrero”. No sin cierta sorpresa, Marta le pregunta por ese blog, y Aritz responde: “Sí, tenía un blog hace cinco años”. La última entrada publicada en ese blog tiene fecha de junio de este año. También hay actividad en redes sociales de finales de 2014. “Tenía Twitter y lo cerramos hace tiempo”, dice la del bombín. No sé si se refiere a que lo compartían o es que el pobre Aritz, desconocedor del mundo de la tecnología e Internet aunque con todas las redes sociales habidas, necesitó ayuda para cerrar su perfil de Twitter.
Cualquiera de estas reflexiones viene siempre acompañada de una intimidadora respuesta de seguidores exaltados, amigos del insulto y la descalificación personal. Habrá que acarrear con esto, porque Voldemort no podrá con la verdad. Si el precio a pagar por mencionarlo es ese pues se paga y listo. Son tan obtusos que van desde decir que estoy obsesionado con Aritz hasta que estoy enamorado de él. Pobrecitos, no dan para más. Aunque les supera Marina afirmando que Aritz sí que canta cada día, pero lo hace en el centro (sala de fumar), de donde nunca vemos una sola imagen. La risión.
La lista de incongruencias de Aritz es interminable. Llama especialmente la atención que diga con orgullo que no ha visto nunca el programa en el que participa ni conoce a ningún concursante, pero luego hable de detalles de ediciones anteriores y tenga contacto en redes sociales con David Gallardo, el músico de GH 5. O que defienda los cuerpos sanos despreocupados por la estética, pero luego use crema para reducir el abdomen. El acabose. Los concursantes están en todo su derecho de mentir todo lo que quieran. Y nosotros en el nuestro de dejar al descubierto sus mentiras.
En el contra-alegato de Maite a Carlos escuchamos uno de los argumentos peor elegidos, especialmente porque se puede volver contra ella o incluso contra su propia hija, que se está jugando el maletín en este preciso momento. Dice Maite que Carlos no ha hecho otra cosa que dormir. A ver, es cierto que al principio dormía mucho y nunca ha tenido especial protagonismo en la casa. Ahora bien, que eso lo diga Maite que se acostaba casi antes que Pepa Bueno da bastante risa. Ahora mismo, quienes más duermen en la casa son, precisamente, Sofía, Aritz y Han. No podía haber elegido peor el argumento.
Otros argumentos son todavía más ridículos que el de Maite. Lo de comparar a Sofía con Paula (GH 15), que hizo Amanda anoche repitiendo lo dicho en algunas ocasiones en el propio programa, se desmonta solo. Tan absurda es esta comparación como la escuchada durante meses la temporada pasada entre Paula y Fresita. Decían que imitaba a Fresita, cosa que nunca vi. Si así fuera, debemos entender que Sofía también imita a Fresita como imitadora de Paula. Es un despropósito.
Y respecto a lo dicho por Amanda sobre si Sofía eructa. Me recuerda a las críticas aceradas de Carlos a Maite por tirarse pedos porque era una falta de respeto a sus compañeros, cuando él luego no ha parado de hacerlo. La propia Amanda eructó en la cara de Maite, lo cual es mucho más macarra y desagradable. Que Amanda acuse a Sofía de ir con un papel es de chiste. La que entró con canción a sus seguidores aprendida y no paraba de repetir dos ridículas expresiones. Anoche criticaban a Sofía por llamar a Amanda “chica de plástico” los mismos que no dijeron nada cuando esta le decía a Maite: “¡Que te calles, vieja!”.
Moleskine del gato
Los porcentajes ciegos apenas se mueven desde el domingo, lo cual no deja de ser bastante curioso. Contrasta esa inmovilidad con los vaivenes en las encuestas como afirmé ayer. Para muestra de esto rescato el estado de la encuesta de este blog cuando llevaba algo más de 1.000 votos. Hay una vieja teoría cuyo autor es Fernando, en su momento amigo y defensor de Pepe Herrero en foros y blogs, sobre que el resultado final de los votos se correspondía mucho más con esa fotografía de los primeros 1.000 a 2.000 votos en la encuesta que a su estado al final de la semana.
Si atendemos a esa interesante teoría, refrendada por este gato observador durante años, nos encontramos con una cierta similitud entre los resultados ciegos de anoche y esa instantánea tras los primeros minutos de estar publicada la encuesta. Saque cada cual sus propias conclusiones.