A quien digas tu secreto siempre estarás sujeto

telecinco.es 22/09/2014 08:58

Que Omar revelara el secreto de su hermano Alfredo a Paula me ha parecido lo más destacable de entre lo sucedido este primer fin de semana en la casa. Entiendo que tuviera ganas de compartir su historia con alguien más, aparte de su amigo Vitín. Además, Paula casi se lo adivinó, poniendo en bandeja a Omar que tuviera el detalle de convertirla en cómplice de un secreto que no conoce ni siquiera el propio Alfredo. Paula es mucho más lista de lo que pudiera parecernos la primera noche. De momento, ha moderado su voz aniñada de novia de Pocoyó. Es eso, o está dejando de aspirar helio, habiendo logrado un acelerado desenganche casi heroico.

Dice la frase popular: “A quien digas tu secreto siempre estarás sujeto”. Según esto, Omar estaría atrapado por su precipitada e imprudente confesión. El peor escenario que se le podría presentar ahora es que Paula no supiera guardar el secreto y este se extendiera como la pólvora por la casa. Y mientras tanto, Alfredo todavía en su supuesta ignorancia. Ya expresé mis dudas sobre que Alfredo no pudiese albergar ciertas sospechas. Me parece lógico teniendo en cuenta que ha entrado solo y se ha visto obligado a unirse al único trío existente. Si a eso le unimos que en ese trío hay otro gitano, también procedente de Madrid, las sospechas se incrementan. Aunque nada comparable al hecho de que Alfredo no se presentase al casting por su propia iniciativa, sino que el programa lo buscó para proponerle hacerlo.

Lo contado por Alfredo en la casa coincide con la versión de su hermano, quien le dijo a Paula que durante los castings le habían quitado el teléfono y de ahí que lograsen encontrar a su hermano. Ya contó en su vídeo de presentación que había llamado incontables veces a su padre sin haber conseguido hablar con él. Son tantas las pistas que si Omar no se espabila puede adelantarse su hermano y terminar de atar los pocos cabos de esta historia que continúan sueltos para él. O bien que Paula se vaya de la lengua, con mejor o peor intención, y empiece a poner en peligro el secreto de Omar, haciendo posible que Alfredo termine de confirmar la identidad de su hermano secreto.

La diferencia entre que sea Omar quien revele su secreto o que lo hiciera Paula se puede resumir en otra frase, en este caso de Voltaire, ilustre representante de la Ilustración. Dice así: “El que revela el secreto de otros pasa por traidor; el que revela el propio secreto pasa por imbécil”. Aquí el imbécil sería Omar, de algún modo preso de su confesión, y Paula la aspirante a traidora, situación a la que ha llegado por culpa del chico que parece hacerle tilín. Prefiero que Paula difunda a voces el dichoso secreto a que continúe el enganche entre estos dos concursantes, que puede no estar beneficiando a ninguno de los dos. Así Omar se vería liberado, tras haber confiado algo tan íntimo a Paula. A su vez, esta se abriría al resto de compañeros y dejaría de estar cobijada bajo la sombra de Omar, posiblemente menos beneficiosa de lo que ella desearía.

Aunque es Paula quien ha llevado la batuta en todo el momento, limitándose Omar a dejarse llevar, lo cierto es que hay más evidencias de que es él quien se muere por tener carpeta, lo cual sería el principal aliciente de la relación para este concursante. El sábado vimos a Omar en la cama muy pendiente de mirar a cámara mientras acariciaba a Paula. No es extraño, teniendo en cuenta que otros años cierto tipo de público se decanta por convertirse en defensor de la parejita oficial en la casa. El apoyo se hace más incondicional en la medida que la relación parezca más forzada e increíble. Los seguidores talibanes tienen sus preferencias.

Todo comenzó el viernes con un palmetazo en el culo. No, no fue Omar quien lo propinó sino Paula, lo cual demuestra una vez que ella es quien ha ido marcando los ritmos todo el rato. Eso volvió loco a Omar y empezó a contárselo a todo el mundo: “La conejita me ha tocado el culo”. La llamaba conejita porque no fue capaz de resistir la tentación de ponerse el pijama de conejita, con orejitas y colita (todo en diminutivo, como corresponde), después de haber descrito la prenda la primera noche ante el trío de concursantes (Vitín, Omar y Alfredo) que hacían esfuerzos por evitar babear de forma ostensible.

Omar pensó enseguida que entre el palmetazo en el culo y apretarse a la hawaiana quedaba solo un paso, y eso precipitó todo. Paula tampoco le ha puesto freno a la cuestión, y la misma noche del viernes se metía en su cama, donde lleva durmiendo desde entonces. Hay ciertos visos de contradicción entre su actitud y el comentario que hizo ayer sobre que prefería ir de tranquis, avanzando sin prisas en una relación. También es contradictorio con su petición de urgencia del sábado, igualmente delante de Omar. Creo que está lanzando mensajes distintos sobre esto, al tiempo que Omar se mantiene pasivo y todavía no se decide a pasar de las caricias inocentes.

Todo lo que puede estar ganando Omar gracias a Paula lo está tirando por la borda diciendo tonterías y lugares comunes que no le benefician. “Entre pibas sois más malas”, dice este concursante, confirmando la tendencia a utilizar frases de manual y repetir argumentos manidos en discusiones que tienen de todo menos de originales. De momento, se está echando encima a un buen puñado de espectadores diciendo cosas como: “No trago a los catalanes”. Y después de dispararse al pie de esta forma tan tranquilo se quedó.

El que Omar no termine de decidirse por cumplir su predicción de “yo me aprieto a la conejita” puede estar relacionado con el hecho de que por redes sociales se encuentre una chica que dice ser “su piva”. Por lo pronto, cuando ha hablado de ella lo ha hecho como una historia pasada. De hecho, contó que lo habían dejado poco antes de entrar en la casa. No es Omar el único al que le hemos descubierto novia. Resulta que Hugo tiene una novia llamada Yoli, como la rubia de las primas albaceteñas, a la que ha ocultado su entrada al programa.

Así como lo cuento. Resulta que el cabrero dejó una carta a su novia pidiendo perdón por no haberle contado la verdad, puesto que le había dicho que iba de viaje a Madrid con Rubia para descansar unos días. Azahara también ha dicho tener novio, y Alejandra repite el argumento manido de que ha entrado en Gran Hermano con la idea de demostrarse si necesita o no volver junto a un novio con quien dejó de estar hace unos meses, pero aún se plantea retomar la relación. Recordemos a Raki repitiendo un argumento parecido el año pasado, y todos conocemos cómo terminó su relación.

Lo mejor de estos primeros días de encierro ha sido que el grupo de concursantes ha seguido demostrando ser de lo mejor en mucho tiempo. No han parado de hablar, lo cual es una auténtica bendición, aun cuando algunas de las conversaciones estén construidas sobre razonamientos muy básicos, repletos de tópicos y lugares comunes. Como pasa al comienzo de todas las ediciones, no han parado de decir que el buen ambiente reinante entre ellos no tiene precedente. A pesar de esto, los primeros conflictos no van a tardar mucho en aparecer.

De momento, el programa ha evitado ponerles prueba semanal hasta la noche de ayer, lo cual ha ayudado a que los concursantes se conozcan mejor y no repriman su expresividad. Ahora empieza lo bueno, y no faltará mucho para que exploten conflictos por cosas como la comida (han devorado sin medida), o la cabra (a la que su dueño ha hecho beber de un bol de la cocina y ha permitido que comiera cereales mientras chuperreteaba la mesa del comedor).

A los más impacientes, aquellos que están esperando las primeras broncas en la casa de Gran Hermano 15, les puedo decir que las Omaítas (Loli y Mayca) están a punto de saltar por los ataques continuos a la despensa. Ellas se han atrincherado en la cocina y no creo que las vayan a sacar de ahí fácilmente. También Azahara parece atada a la cocina. Solo le falta instalar su cama al lado de la encimera. Cuando anoche decía que había hablado con todos para poder decidir quien sería su compañía en el concurso, por un momento pensé que se refería a que había hablado con todos los electrodomésticos de la cocina.

Ha tenido más relación con estos que con sus compañeros. Desde luego, nula ha sido su relación con Hugo, su elegido. A pesar de lo cual parecía cantada la elección. Falta saber si al final la rubia malagueña sustituye a la Rubia de Pontevedra. Ayer por la mañana veíamos a Azahara haciendo zumo para todos, aunque luego el suyo desapareció cuando se fue a ponerse máscara en las pestañas. La veo a un paso de repartir pilas a todos por las mañanas.

La fijación de Azahara por la cocina es solo comparable a la que tiene Paco con los abrazos. Es casi tan difícil ver un plano en el que el taxista no esté abrazando a alguien como uno donde Azahara haya abandonado la cocina. Si lo hace es muy posible que sea porque le está contando a alguien la monserga de su “ansiedad social”, patología que ignoro si está diagnosticada, pero que en principio sorprende en alguien que trabaja de cara al público en una enorme discoteca desde hace más de doce años.

Otro punto de fricción se ha producido entre Paula y las primas, especialmente Alejandra. También entre Omar y Paco. La pareja se queja de los que van de “papas” por metomentodos, aunque lo de Paula con Alejandra parece que es más de piel. De momento no han saltado chispas, pero no descarto que no las vaya a haber pronto. “Cuando me hago una foto todos me dicen que estoy muy bien menos ella, que pasa y dice: ‘te queda fatal el pelo’”, decía Paula a mediodía de ayer. Y lo remataba con esa odiosa queja de “me hacen el vacío”, con el que se victimizan siempre algunas concursantes. Esa monserga también me suena.

Las discusiones más ásperas y peligrosas han sido sobre el maltrato animal y la fiesta de los toros, así como la cultura y religión de la musulmana Xamy. Como digo, una colección de previsibles tópicos que van desde la burrada esa de “si el toro hiere a un torero en la plaza no me da ninguna pena”, de Azahara, al falaz “es un duelo entre iguales porque el torero tiene una espada y el toro dos pitones”, de Fran. También hemos visto navegar entre topicazos al hablar de las costumbres musulmanas, aunque en este caso se entiende la perplejidad de un grupo de jóvenes ante la complaciente defensa que hacía Xamy de que la mujer no debe trabajar sino recibir un sueldo de su marido y quedarse en casa cuidando a los hijos y el hogar.

Extraña especialmente que Xamy defienda de forma tan entusiasta las costumbres de su sociedad si tenemos en cuenta que el viernes se nos presentó a esta concursante como una musulmana “feminista”, y además hemos sabido que algún miembro de su familia poco menos que la repudiaba por ser “invertida” y por haber entrado en un “programa basura” como Gran Hermano. Esto fue publicado en redes sociales, aunque más tarde su autora, hermana de Xamy, borrase el mensaje y luego haya rectificado afirmando que apoya incondicionalmente a su hermana.

Xamy se enfrenta sola ante la incredulidad y la desaprobación del resto de compañeros respecto a sus argumentos para justificar cosas como el hiyab (velo islámico o pañuelo que ha de cubrir la cabeza, cuello y parte del pecho de las mujeres) o la poligamia masculina. Ella puede con todo eso y con mucho menos. Y si la cosa se pone complicada siempre puede acudir a esa frase suya que parece sacada de un tema de reggaeton: “De vuestra envidia nace mi fama”. Menos frentes abiertos tienen Luis y Fran, los taurinos. Hasta ahora, solo han tenido que emplearse a fondo en la defensa de lo suyo ante Azahara y las Omaítas.

Entre que Fran no ha discutido nunca en su vida y el carácter apacible y delicado de Luis, no creo que la cuestión animalista y la fiesta de los toros (que es fiesta precisamente para todos menos para el toro) les vaya a sacar de sus casillas. De momento, Luis parece más preocupado porque el hecho de aspirar a matador de toros le regale alguna nominación que por defender su mundo. También he de decir que veo más tolerancia en su postura que en la de enfrente. Luis no parece tan bienqueda como Paco, pero ya le he pillado reciclando un argumento para complacer a su interlocutor, como cuando a Alfredo le decía que estaba allí por el premio y al día siguiente afirmaba delante de Omar que eso es secundario.

El gran momento de estos primeros días nos lo proporcionó la pareja formada de forma improvisada entre Luis y Paco. Las clases de seducción de este último, convertido en ‘Hitch: Especialista en ligues’, pueden tener un hueco entre los momentos más divertidos de la historia de Gran Hermano. Terminé llorando cuando Luis se interesaba por si la teoría de las dos amigas valía si eran tres en lugar de dos. A punto estuvieron de hallar la fórmula perfecta para saber el número máximo de amigas que puede haber para que su truco funcione. “La miras con ojos seductores y le dices: ‘Ese vestido… no está mal, es bonito y tal, pero no me gusta, estarías mejor con otra cosa, y entonces la tienes ya en el bolsillo”, decía Paco mientras Luis echaba de menos no poder tomar nota de tan infalibles consejos.

Luis tuvo su momento gracioso cuando decía: “¿Y luego qué hacemos con la amiga? ¿Y si se ilusiona? Y también su momento de lucidez cuando preguntó a Paco cuantas chicas se había ligado con esas prácticas. Si el torero hace caso de tan disparatados consejos puede dar por arruinada su vida sexual durante décadas. Lo bueno fue que tras este hilarante momento veíamos a Luis jadeando mientras toreaba en el jardín. Me hizo llorar de la risa otra vez, y entonces supe que este va a ser un concursante muy grande. Olé, maestro.

El moleskine del gato

Con el pulpo en la cabeza, el bueno de Vitín me recordó a Fiona Apple en el vídeo musical de su tema 'Every Single Night'. La experiencia fue casi traumática para él, aunque lo peor fue aguantar después el olor del cordón que sujeta su micrófono. A los demás les pasaba algo parecido, aunque en lugar de oler a molusco lamelibranquio olían al queso de las tartas. Siempre hago esfuerzos por encontrar la gracia a eso de las tartas y el payaso enano cabrón, pero todavía no lo he conseguido. Seguiremos informando.

Entre las frases para enmarcar de estos primeros días me quedo con dos. La primera fue pronunciada por Azahara anoche: “No estamos acostumbrados a no comer". Nos ha fastidiado, cualquiera se acostumbra a eso. Y la otra es de Vitín, que me sigue haciendo gracia a ratos, aunque bien harían en no reírle tanto las gracias porque se puede venir arriba. Decía el sábado: “Soy 72 kilos de pura fibra... aunque no sé dónde la tengo porque sólo he ido una vez al baño”. Y me sacó otra sonrisa.

Termino con el nuevo producto de la teletienda Gran Hermano: la Fregona Azahara. Y próximamente a la venta el Estropajo Paco.

[Por @Tito_soy]