Ganó la verdad frente a la simulación

telecinco.es 24/12/2015 08:46

Gran contraste entre la entrevista a Niedziela en la semifinal y la de Aritz, penúltimo en salir de la casa anoche. Si tras la del martes pensé que en caso de haber visto la entrevista antes muchos hubieran querido hacer ganadora a Nied, después de la entrevista al tipo del sombrero creo que más de uno de sus defensores se habrá preguntado por qué. Luego llegó Sofía y nos recordó lo que ha puesto el maletín en sus manos. Especialmente revelador ese momento en el que todos discutían acalorados y ella sonreía con socarronería. Esa es Sofía.

La verdad de Sofía se hizo camino frente a la simulación de Aritz. Es llamativo que el segundo finalista se nos presente de un modo y cuando uno escarba un poquito descubre que es de otro completamente diferente. Defiende sus actitudes enarbolando la bandera del libre albedrío y el carpe diem. Anoche se apoyaba en dos ideas: de una parte, que no tenía por qué explicar las cosas y, de otra, que ha hecho siempre lo que ha querido. Para rematar la faena afirmaba que nunca le ha dicho a Han, la otra parte, lo que podía o no decir.

Si uno escucha el discurso de Aritz parece todo coherente y defendible. A poco que uno tenga mente abierta, es evidente que cada uno hace lo que le da la gana sin que tenga que dar explicaciones. Por consiguiente, los amigos también tienen idéntico derecho de hacer y decir lo que consideren oportuno. Sucede que en el caso de Aritz todo esto que dice anda muy lejos de lo que le hemos visto hacer durante todo este tiempo.

Aritz se cree moderno, o por lo menos se vende de esa forma, pero está profundamente reprimido. También desubicado, porque vivir esa experiencia comporta una serie de cosas. La principal es rendir cuentas de sus actitudes una vez que está fuera. Es un paso que no es posible saltarse. Afrontar su entrevista con el lema “no tengo que explicarlo” es no saber dónde está ni qué se espera de él. Si no quería explicarse mejor hubiera hecho en marcharse a su casa.

En la parte positiva, que aun después de advertir que no explicaría, y aunque en el fondo no terminó de abrirse, al menos no estuvo esquivo y cohibido por las cámaras, como le hemos visto en las galas siempre que Mercedes le hacía algún comentario. No notamos anoche que las cámaras le coartaran, lo cual celebro. Está muy bien, aunque me siento una vez más estafado por el papelón de chico tímido al que le intimida hablar con la presentadora. Anoche se mostró de forma completamente opuesta.

Otra parte negativa de esta entrevista es el tono y las formas de Aritz, todo el rato enojado, como si estuviera a disgusto. Su mala educación en muchas ocasiones y esa agresividad tan gratuita e innecesaria debió servir para que muchos descubrieran a alguien distinto al que hemos venido conociendo. Su último papel de chico tímido fue en la ventana de ese desván maravilloso, lleno de recuerdos de los dos finalistas, cuando cae el telón y descubren decenas de personas al otro lado. Hizo ademán de querer irse, justo la actitud que mantuvo durante toda la noche, pero sin tanta timidez ni tanta tontería.

Si Aritz tuviera mente abierta de verdad no vería ningún inconveniente en decir si la persona especial es hombre o mujer. Uno no habla en neutro, evitando poner género a las cosas si realmente hace lo que le sale del nardo, fina expresión que usó anoche como si pusiera el susodicho encima de la mesa y dijese aquí estoy yo, a ver quién se atreve a toserme. Todos somos contradictorios, pero lo de este personaje es exagerado. Aunque algunas veces la cosa va mucho más allá. Cuando dice que Han siempre ha podido decir lo que ha querido falta a la verdad de forma escandalosa.

Lo había visto en uno de los vídeos, y lo tenemos muchos todavía en la retina. Me refiero a esa noche en la que Han hablaba de sus sentimientos respecto a Aritz con Danielle, la concursante mexicana de intercambio, en el cuarto de baño. Aritz irrumpió violentamente y advirtió que esperaba no estuviera hablando de él. Sabiendo que sí lo estaba haciendo vino el forcejeo con la puerta del retrete y la sarta de insultos posterior. Pero claro, pretende hacernos creer que nunca condicionó a Han, dejando que dijera en cada momento lo que quisiera. No cuela, tipo del sombrero.

Me parece increíble que todavía algunos no se hayan dado cuenta de que no se trata de pedirle explicaciones por haberse metido bajo el edredón con Han y haber hecho una cosa u otra. Las explicaciones se piden por haber tenido una actitud en la cama y otra fuera. Por haber alternado de forma tan incómoda mimos y caricias con insultos y desprecios. Por pretender mandar sobre el libre albedrío del vecino, él que tanto defiende el propio. Poder hacer en cada momento lo que a uno le parece obliga a aceptar que los demás hagan lo propio, especialmente si son amigos, y no te digo nada si te acuestas con ellos y les arrancas los pelos de los huevos.

La opción sexual de Aritz me trae sin cuidado. Si Han hubiera sido una mujer me hubiera parecido igual su actitud. Creo que ha sido cruel con el chino muchas veces. Y casi siempre fue profundamente egoísta. Otra cosa es que Han ahora se esté callando todo. Anoche se quedó sin viaje a Tailandia, pero siempre nos quedará un ‘Deluxe’, debió pensar. Por eso volvió a repetir la palabra “polígrafo”, algo solo posible en ciertos contextos. Sobre todo, cuando se pirra por sacar unos dineritos soltando lo que anoche calló. No tengo la menor duda de que pronto soltará la mano de Aritz, a la que estuvo agarrado durante la entrevista a Sofía, para poder poner verde a su “maridito”. Al tiempo.

Decir que a Aritz y a Han se les piden explicaciones que no se han pedido a otras parejas heterosexuales que han nacido en esa casa es no enterarse de qué va la vaina. En primer lugar, porque lo que la audiencia está en su derecho de saber es si entre estos dos concursantes ha existido una historia de amor o no. Y resulta que cada uno dice algo diferente. Llamativo que no se pongan de acuerdo en eso. Muy revelador de que cada uno iba a lo suyo, sin importarle mucho lo que pensaba o sentía el otro. No parece de ser muy buen amigo.

Es un insulto a la inteligencia decir que a otros no se les piden explicaciones cuando hemos visto que se mantenía el argumento fijo durante semanas de si un concursante o una concursante iniciaba romance en la casa teniendo pareja fuera. Ya lo creo que se les han pedido explicaciones. Es más, en esta misma edición, el argumento al que estuvo siempre ligado Ricky, especialmente tras su salida de la casa, es que tuviera encuentros amorosos o sexuales con Sofía y al día siguiente se escribiera en los antebrazos el nombre de su persona especial. Lo mismo se inquiere ahora a Aritz, que se meneaba en la cama con el chino después de haberse puesto la llave en la boca durante las galas.

También sirve el ejemplo de Ricky porque se le pidieron explicaciones por haber tenido temita con Sofía bajo el edredón y ocultarlo luego durante el día. Explicó que ella había dicho “este es nuestro secreto” y él lo había respetado. Más o menos convincente, pero es una explicación. ¿En qué cabeza cabe que Ricky no hubiera querido explicar sus actitudes ahí dentro? ¿Hola? Estamos en Gran Hermano. Si no quieres dar explicaciones te quedas en tu casa. A ser posible solo.

Después de tanta agitación, la entrevista de Sofía parecía una balsa de aceite. Ya hemos visto que ella sabe explicarse y se defiende bien. Es el día y la noche con el segundo finalista. La ganadora no tiene dobleces. No hay diferencia entre lo que hace y lo que dice. Sabiéndose ganadora respondió a Amanda sin despeinarse, y miró a Aritz con cierta condescendencia. En la fila de los concursantes estaba Marta para bregar duro y hacer el trabajo sucio, evitando que Sofía se metiera en el fango. Eso sí que es una buena amiga.

Miraba anoche a Marta y Sofía, luego a Aritz y Han. En ambos casos hablan de amistad, pero a ninguna de las ‘embrujadas’ vi nunca insultar a otra con crueldad, o decir que no quería volver a dirigirle la palabra. Tampoco se nominaron, ni hubo entre ellas violencia física de ningún tipo. O sea, lo de Marta y Sofía parece una amistad. Lo de Aritz y Han no tiene nombre. Por eso Sofía estaba tranquila anoche. No solo por haber ganado 300.000 euros, sino porque ninguna explicación que se le pidiese la podía hacer sentir incómoda.

Entiendo perfectamente que Sofía se regodeara el martes por lo de “yo lo sé todo”, relativo a lo que sucedió bajo las sábanas entre Aritz y Han. Anoche tuvo el acierto de no revelar lo que su amigo le contó en confianza, tanto a ella como a Nied. Como espectador tampoco lo pude escuchar porque Han se las ingenió para hablar bajito, tapando su boca con ambas manos. Por los comentarios posteriores se pudo intuir, pero tampoco es algo que me importe. Sofía sonríe porque ella sabe que Aritz falta a la verdad cuando niega que pasaran ciertas cosas. No hay más. Para ella esto debe resultar extraño. Si por algo hemos hecho ganadora a Sofía es porque nunca se ocultó ni quiso engañar a nadie. La naturalidad con la que se comportó siempre la convierte en una persona verdaderamente abierta y sin complejos.

La cantinela del victimismo es una mentira de tantas. Igual que el torpe y recurrente argumento del trato injusto por parte del programa. Resulta llamativo escuchar decir esto a Aritz, supongo que espoleado por su amiga en plató, cuando ha estado tan protegido todo el tiempo. No terminaría si empiezo a recordar imágenes suyas que nunca hemos visto y le hubieran podido perjudicar.

Es argumento de reventado. De libro, vamos. Bienvenido, Aritz, al mundo de los reventados. Puedes hacer compañía a Amanda, Carolina, Ivy y Carlos, que anoche ni siquiera tenían la buena educación y el savoir faire de aplaudir ni levantarse a saludar a la ganadora. Suso lo hizo forzado, mientras Raquel sonreía poniendo cara de niña buena. Creo que espera ser llamada a concursar en GH VIP. Estaría bien, porque empiezo a tener ganas ya de expulsarla otra vez.

No vi nunca a Sofía llorando por los rincones. Fue mínimo su duelo tras haber sufrido la humillación de ser rechazada y ver después al mismo chico empezando una relación con otra. Una de las pocas veces que decidió desahogarse y le contó al grupo cómo estaba casi nadie le hizo caso. Carolina, Ivy y compañía miraron incómodas a otro lado. Sofía siguió entonces su camino, confiando tan solo en Marta y Nied, además de Han, del que siempre dijo que tal vez era quien mejor la entendía. No veo el victimismo por ninguna parte.

Sofía está encantada de haberse conocido, aunque detrás de esa fachada algo egocéntrica hay una chica con sus inseguridades, como todos tenemos. Que esté enamorada de sí misma es algo preocupante, porque nadie te será nunca tan infiel como tú mismo. Ya se desenamorará en algún momento. Entonces le bastará con estar orgullosa. Razones tiene para ello.

La victoria de Sofía es la de una persona auténtica, que nunca intentó vender ninguna moto a la audiencia, mostrándose tal cual es, justo lo primero y fundamental que se le debe exigir a un concursante de este bendito programa. No se puso nunca freno, viviendo la experiencia con naturalidad, sin zonas oscuras, abiertamente. Hizo siempre lo que quiso, y algo todavía más importante, nunca se avergonzó de ello. No dio nunca un paso atrás, ni para coger impulso.

Con su insultante juventud demostró más madurez que muchos, por supuesto que su madre. Pocos como ella supieron analizar lo que sucedía a su alrededor, lo cual muestra que está bien dotada para la profesión que parece haber elegido. Como posible futura psicóloga tendrá facilidad para entender a los demás. Sofía analizó la realidad que la rodea y opinó libremente sobre ella. Pero no la vi nunca hacer juicios severos. Tampoco poner etiquetas. La ganadora de este Gran Hermano de los secretos es, precisamente, una persona que no tiene nada que ocultar. La verdad se abrió paso frente a la simulación. ¡Enhorabuena por ello!

Luego vino el deslucido momento de la entrega del maletín. Paula lo mereció hace poco más de un año, pero anoche no supo entregarlo con dignidad.

Moleskine del gato

La gala de anoche fue todo lo contrario que ha sido esta edición. Una final clásica, llena de sensibilidad. Pocos vídeos he visto tan emocionantes como ese que recordaba toda la edición. El posterior apagado de la casa, con David Bisbal de fondo, me puso pelos de punta, nudo en la garganta y no pude evitar soltar unas pocas lágrimas. Mi último agradecimiento de la temporada es a ese equipo fantástico que hace este programa. Gracias, de corazón. Sois los mejores.

Y las últimas lágrimas vinieron cuando Mercedes cerraba el programa dirigiéndose al ganador de GH 17, al que conocerá dentro de unos meses. Bonito regalo navideño. Ya tengo mis Reyes. Gracias.

El domingo hay debate. Así que el lunes habrá que terminar de despedir temporada. Os espero aquí, si encontráis un hueco entre turrón y mazapanes. Feliz Navidad a todos.