Ivonne Reyes incumple la petición de no hablar sobre el privilegio del equipo rojo

telecinco.es 17/02/2017 10:08

Los dos momentos cumbre de la nochecita que fue expulsadito Aless Gibaja fueron cuando Alejandro Abad rompía a llorar con la llamada de su mujer e hijos, y la sorpresa que se llevó Jordi González ante el padrecito del expulsadito empeñado en decir un par de cosas sin que nadie le hubiera pedido opinión. Cuando vi al señor Gibaja pensé que ha llegado el momento de hacer un casting de padres de concursantes y ponerles urgentemente a hacer algo. Yo montaría una pelea de esas ilegales, sin reglas ni límites, y con apuestas loquísimas, entre Tonino Lamborghini y el señor Gibaja, cuyo nombre no conozco. Personalmente apuesto cinco de los grandes (nunca he sabido qué diablos son “los grandes” que tanto dicen en las películas americanas) a padre ganador. O sea, pongo todo a Lamborghini, que arrea unos manotazos guapos. A Gibaja no le falta mala leche. Su hijo predicaba anoche la filosofía del smiling, mientras “padre” (si Mari Ángeles, la progenitora de Aída es “madre”, el de Aless tendrá que ser “padre”) llamaba “chapero” a no se sabe quién.

Me quito el sombrero que no llevo (y se me está quedando el cartón helado) ante la respuesta de Aída Nízar y Toño Sanchís ante la salida de pata de banco de “padre”. Confieso que eso fue lo mejor de la noche para este cronista que tras noches como la de ayer tendría que pagar por poder escribir. La gala fue perfecta, de las que crean afición. La fórmula de Gran Hermano es mucho más sencilla de lo que a veces puede parecer. Se expulsa, se nomina y por en medio pasan siempre cosas imprevistas, como que el padre de un concursante quiera montar un pollo en plató. Los amantes del programa nos contentamos con bastante poco. Hay noches en las que sale todo bien, y estoy ahora escribiendo sobre una de esas.

Alejandro sigue en la casa, que era lo más importante, y la llamada de Aylén salió mucho mejor de lo que me temía. Cuando tengo que rectificar lo hago sin despeinarme, lo cual me cuesta bastante poco (no despeinarme, ya tú sabes). Además, Belén Esteban volvió a “su casa” y se comió un yogur de macedonia. El sentido de propiedad de la ganadora de GH VIP 3 abarca casi todo. Ella habla siempre de “su programa” y también considera la de Guadalix “su casa”. Y no dice ninguna tontería, lo es en parte de todos los que han estado allí pernoctando. Si hubiera que repartir títulos de propiedad creo que deberían llevarse el doble los que más han dado por saco (con perdón). O sea, que preparen papela doble para Esteban y Aída, por poner dos casos. Maite Galdeano ya tiene suficiente con la papela del camión. Sabía que la Esteban no aparecería por la casa en pijama esta vez, lo que no podía prever es que iría vestida de dama del siglo XVI y con zapatillas deportivas. Jordi está en todo y se fijó en seguida en las zapatillas. Belén iba anoche a ayudar en la prueba semanal, convirtiendo ‘Romeo y Julieta’ en ‘Romeo y cocreta’, en memoria de su gloriosa edición y las irrepetibles veces que la gran Ares Teixidó metió el dedo en el ojo a la colaboradora de Sálvame.

Voy a reconducir esto, que sin darme cuenta me voy por las ramas. Ascender el muro hasta llegar al balcón de Julieta Esteban se le dio mucho mejor a Sergio que a Marco. Cada equipo los eligió para intentarlo con la promesa de un privilegio finalmente bastante discutible. Quédese el lector que no vio la gala hasta el final con esta idea porque dentro de otras mil palabras, aproximadamente, volveré a hablar de esto del supuesto privilegio, que algunos concursantes no saben interpretar bien y malgastan de forma sorprendente. La fracasada escalada dejó a Marco herido en su orgullo italiano. Todos sabemos que el orgullo de los italianos es mayor que cualquier otro orgullo, sobre todo cuando visten mallas tan ajustadas como las del uniforme de esta prueba. En ese estado de ánimo nada mejor que hacerle contestar una llamada telefónica de su novia y recibir una interminable sucesión de collejas virtuales. Temí que no levantase cabeza.

Me atrevo a hacer el pronóstico de que a Marco se le olvidará la colección de reproches de Aylén durante la fiesta de esta misma noche. Ruego encarecidamente a la organización que les pongan una jenga y veremos la reedición de uno de los momentos que más debió molestar a Aylén. Y lo puedo entender porque delante de ese juego Marco estuvo más italiano que nunca, contoneándose cual pavo real ante Aly. La americana se dio cuenta de que Marco había quedado muy tocado tras la conversación y, como siempre hace, supo respetar el espacio de su compañero. No fue hasta un rato después que lo abrazaba como a un oso de peluche. Entonces me pareció ver que a Aylén le salió la bala por la culata. Dijo que no quería ser muy dura porque el orgullo italiano de su novio italiano estaba herido. Acto seguido hurgó en la herida hasta casi desangrarlo. Hablando con Jordi había culpabilizado a Aly, lo cual da muestras de lo mal que tiene la cabeza esta muchacha. Por suerte, en su conversación con Marco solo fue a meter el estoque a su novio, y lo hizo hasta la bola y removiendo después. “No más jengas, ni jueguecitos”, dijo Aylén amenazante. Y a Marco pareció que se le helaba la sangre.

En menos que Belén Esteban se termina un yogur de macedonia, Aylén fue capaz de dejar tocado y hundido a su novio. Y eso que no quería ser dura con él. Antes de eso, Toño Sanchís descubrió el pastel de estos “dos profesionales de los realities”. Me alegro que lo dijera este exconcursante, candidato a una repesca cuyo proceso comenzará este mismo domingo. Toño se gana siempre el sueldo y no defrauda nunca. Hinco mi rodilla en el suelo para agradecerle lo que hizo anoche. Gracias por desmontar con tanta facilidad como elegancia a Marco y Aylén, descubriendo sus intenciones. También la sorna con la que preguntó a “padre” si le estaba llamando “chapero”. La mayoría de las veces el mejor desprecio es no hacer aprecio. O lo que vendría a ser: “A Dios rogando y con el mazo dando”.

Aylén quería que Marco se arrodillase para pedirle perdón y lo que vimos es como lloraba amargamente mientras decía que no le sorprendía nada lo que le estaba diciendo porque la conoce bien. Julio Iglesias hubiera dicho: “Estás fatal… y lo sabes”. No confiaba nada en el juego que podía dar Aylén, pero he de confesar que lo disfruté como gorrino en charca infecta. O sea, más o menos tal cual es. No confundan cerdo con gato, quiero decir que la novia de Marco no parecía venir de Chile con otras ganas que meterse en el barro y logró salir igual de divina que había entrado, con su mismo mechón de pelo estratégicamente descolocado sobre su frente y la misma sonrisa cínica. Desbarró en el barro cuando dijo que atribuyó el 10 % de la culpa a Alyson, pero la americana igual estaría contenta al saber que aún le queda margen. Un 10 % es poco. Lo cierto es que Marco jugó con fuego y Aly no.

Sobre la otra carpeta conocimos con más detalle cómo se desarrolló todo en la noche de autos, con el Santo Valentín de cuerpo presente, por así decirlo. Sergio no salió del armario, y no es un símil cutre. Estaba detrás de la puerta, como un amante escondido. Le dijo a Ivonne: “Te he quitado unos años de encima”, y entonces vi caer su vocación de barista, la de concejal y hasta la de tronista. Lo que quiere ser Sergio de mayor es crema rejuvenecedora. Como diría Jordi: “colágeno” puro. En esta historia todo quedó dicho cuando el propio Sergio dejaba al descubierto en un ‘confe’ sus intenciones. Aprovechó la noche de San Valentín porque era un momento inmejorable, y él sabe que las parejas en un reality cotizan bien. Aunque tal vez habría de recordar la cantidad de veces que la audiencia ha decidido romper una pareja en cuanto lo ha tenido a tiro. Sobre todo, si muchos piensan que es todo un paripé protagonizado por el torpe Sergio Ayala y la malísima actriz Ivonne Reyes. Anoche ella empezó a liársela porque no le gusta que vaya al jacuzzi y él huyó pronto despavorido a la cama. No sabe dónde se mete.

Cinco llamadas después de la tensa conversación entre Aylén y Marco se produjo la llamada a Alejandro Abad. Pudo hablar con Susana, su mujer, y sus dos hijos. No tardó nada en romper a llorar. No me extraña porque su hija le dijo: “Algún día me gustaría ser como tú. Te quiero hasta el infinito y más allá”. A mí me dicen cualquiera de esas dos cosas y me rompo, sobre todo lo de Buzz Lightyear. Su hijo prefirió terminar con una frase del poeta y filósofo Ralph Waldo Emerson: “Ser uno mismo en un mundo que constantemente trata de que no lo seas es el mayor de los logros”. Hermoso pensamiento con el que me siento solidario. Su mujer le pidió que no dejase de escribir en el blog. “Estás abriendo tu corazón y tu alma y eso te engrandece”, le dijo. Es cierto que los escritos de Alejandro son un regalo y esta llamada fue el momento más bello y emocionante de la noche.

He desordenado el relato, como a mí me gusta, porque antes de todo esto se produjo la expulsión de Aless Gibaja. Aless decidió vivir el concurso de los otros en lugar del suyo, y esto le ha condenado a ser el quinto expulsado de esta edición. Es posible que haga lo mismo en su vida y también viva la vida de los demás. Ojalá le pueda servir esta experiencia para modificar esto. Valdría tan solo con darse cuenta de que está en un error. Se cumplió la previsión de Aly que saldría un “under thirty”, es decir, alguien con menos de 30 años. Es la primera vez que no sale alguien que no pertenece a la borregada. También el concursante más joven, aparte de Tutto, que ayer cantó su tema en la casa y entonces ya vi las lágrimas inundando los ojos de Alejandro.

Al expulsado de ayer también le ha perjudicado que hayamos descubierto un Aless distinto del que pregona el “cero dramas, siempre smile”. Era previsible que en la realidad no siguiese su propio ejemplo ni algunos de sus consejitos. Por ejemplo, no le he visto dar ejemplo en el mundo real de su lucha contra el bullying. Un Gibaja colérico, apartando a Marco para acercarse enérgicamente a Aída, era justo lo que necesitábamos para tumbar su imagen, bastante maltrecha tras esta experiencia. De Rappel descubrimos que no acertaba ninguna de sus predicciones, y de su supuesto hijo secreto (es una broma, evidentemente) hemos aprendido que tras su fachada risueña hay una personita que a veces está enfadadita y tiene arrebatitos de colerita.

Observatorio de nominaciones

Anoche las nominaciones fueron así:

Marco > Alejandro (3), Emma (2) y Irma (1)

Aly > Alejandro (3), Sergio (2) y Emma (1)

Irma > Alejandro (3), Marco (2) e Ivonne (1)

Sergio > Elettra (3), Aly (2) y Alejandro (1)

Ivonne > Alejandro (3), Emma (2) y Elettra (1)

Alejandro > Irma (3), Elettra (2) y Aly (1)

Elettra > Alejandro (3), Sergio (2) e Ivonne (1)

Emma > Alejandro (3), Marco (2) y Sergio (1)

Daniela > Alejandro (3), Irma (2) e Ivonne (1)

Nominados provisionales: Alejandro, Elettra e Irma. El equipo rojo, ganador de la prueba de escalada gracias a Sergio, salvó a Irma y subieron otros dos concursantes. Por tanto, nominados definitivos: Alejandro, Elettra, Emma y Sergio. Me pareció un enorme acierto que el tiempo empleado para nominar les restase de la llamada. Todos se dieron prisa. Tal vez fue Alejandro el que menos, tal vez porque respeta el juego y necesitaba explicar bien sus razones. En todo caso, esto demuestra la falsedad de esos momentos que hacen como si lo pensasen mucho y tuvieran serias dificultades para completar su decisión. Anoche nada de esto pasó. Ahora bien, no debió permitirse que Emma o Ivonne se quedasen sin dar razones. En otros Gran Hermano del mundo, como en Argentina, tienen siempre un tiempo fijado para nominar (2 minutos en este caso) y si no han terminado cuando pasa el tiempo se quedan sin poder dar más nombres.

Elettra le preguntó después a Sergio si la había nominado. “He nominado a todos”, respondía evitando decirlo. No parará hasta que se entere de quiénes le han dado sus puntos. En el mejor de los casos se los devolverá el jueves próximo, si no es la expulsada, y en el peor lo pondrá en manos de sus abogados. El grupo rojo podía disfrutar del privilegio de salvar a un nominado. Se supone que al ser de ese grupo debían elegir uno de sus miembros. Sin embargo, salvaron a Irma, del equipo negro. Es todo un despropósito porque eso no tiene nada que ver con un privilegio. Empataron entre Elettra e Irma, dejando en manos de Alejandro el desempate. Debió enrocarse en la idea de salvarse él mismo. Era lo justo.

Moleskine del gato

Ivonne quiso dejar caer la idea de que habían salvado a Irma. Sacó el tema delante de ella y no siguió dando pistas porque la cortaron. Algo más tarde volvía a insistir afirmando delante de Irma: “Entonces hay movimientos”. ¿Quedará esto también sin sanción? Si se dice que no pueden revelar lo que ha pasado debería hacerse algo cuando no se cumple. La intención de Ivonne era que Irma se enterase, y creo que lo pudo conseguir sin necesidad de decir nada explícito.

¿Es cierto que Elettra inquirió a su padre sobre un próximo reality americano (no sé si en Miami o Colombia)? Los que dominan italiano dicen que tiene que elegir si marcharse para cumplir un contrato ya firmado o quedarse en la casa de Guadalix. Veremos si es esto cierto.