Juan anima a Cristian a intentarlo con Noemí

telecinco.es 05/03/2012 09:31

Cristian cuenta que Noemí ha estado acariciándole debajo de una manta. Relata entonces una conversación de la que hemos sido testigos horas antes. Se trata de una charla de esa misma tarde en el jardín en la que el esperpento protesta ante Noemí por una broma de María la noche anterior. Esta le había quitado el edredón, lo cual merecería "tirarla a la piscina atada a una silla y ver cómo se ahoga antes de que alguien se tire a salvarla", según él.

No es lo más violento que ha dicho a consecuencia de ese mismo hecho, mucho peor cuando afirmaba aquello de: "Me lo hace en la calle y del 'japo' que le meto en la cara tiene mocos hasta Navidad'. Noemí le informa sobre las bromas del comando nocturno de semanas atrás y Cristian advierte: “A mí me tiras un huevo a la cara y ya puedes correr, porque te tiro a la piscina en pelotas y te dejo encerrada en el jardín”. Luego habla del tamaño de su miembro, algo que parece obsesionarle, para poco después entrar en harina.

Primero se muestra dolido porque ninguna chica le ha entrado. "A lo mejor os da un poco de corte porque os gusto un poco. Marta igual se cohíbe a la hora de expresar su cariño hacia mí porque dicen que le gusto", afirma ufano. Luego le da un repaso al resto de chicas hasta que llega a la propia Noemí: "Tú estás totalmente italianizada", afirma. Ella dice que no, añadiendo que el roce hace el cariño. Le ve guapete, no le pondría más músculos de los que tiene (más desarrollados, se refiere) y afirma que fuera de la casa se podría haber fijado en él.

Sospecho que Noemí le estuvo siguiendo la corriente, como a los tontos. Con toda la razón, porque el esperpento picó. Cuando lo cuenta a Juan y Michael (los tres en la cama poco después de las once de la noche) dice que le ha dado pie a que intente entrarle. Igual encuentra el momento de decirle que le dé un beso, o se lo da directamente. De medias tintas nada, él va siempre a por todas y cree que en este caso podría tener opción con ella porque "es una golfa". Muy bonito.

Michael sonríe como casi siempre que habla Cristian. El 'páter' no solamente evita en todo momento salir en defensa de Noemí, con quien lleva semanas teniendo una relación estrecha llena de mimos, sino que llega a decir que él también está viendo cosas de ella que no le gustan. Pero lo más fuerte llega cuando Juan anima a Cristian repetidamente a entrarle a Noemí. El cura 'guays' cree que debe intentarlo. Parece entusiasmado con la idea, como si le excitara la posibilidad planteada por el esperpento que se acuesta a su derecha, en la cama que fuera de David (¡vuelve, David! y que el Señor se lleve a este impresentable).

De forma que a Juan le pone la idea de que Cristian intente liarse con la chica que se acuesta con Alessandro, con quien anoche mismo tenía sexo bajo el edredón de forma inequívoca. ¿Alguien entiende cuáles son los valores que defiende ese cura? ¿Está promoviendo la promiscuidad o son imaginaciones mías? Solo le falta pelearse con el esperpento para ver quién intenta tirarse antes a Noemí. Estamos hablando del mismo 'páter' que censura la relación entre María y Hugo porque este tiene pareja fuera. ¡Que llamen al tío de la vara! No, el de José Mota, no, digo el de la vara de medir.

Estos tres (Juan, Michael y Cristian) se empeñan en convertirse en el hazmerreír para la mayoría y un tormento permanente no solamente para feministas sino también para todo el que se sienta agredido por la desagradable y despreciativa forma como se dirigen a las mujeres. Mientras tanto, Noemí intenta hacerse de nuevo amiga de Ari, pero no le sale. Y Sindi llora en el hombro de Marta, preocupada por cómo pueda estar viendo su novio la relación que tiene con Pepe. Ambos momentos son de los que crean afición.

Porque, amigos lectores, este Gran Hermano no tiene nada que ver con todo lo anteriormente conocido. En otras ediciones uno terminaba el fin de semana preocupado de que las notas le dieran para construir un escrito medianamente decente, confiando siempre añadir una fábula por aquí, una coña por allá, para terminar quedando más o menos satisfecho. Ahora termina el domingo y son tantas las páginas de notas que la preocupación es poder contar apenas una parte algo aceptable, sacando conclusiones y valorando lo sucedido. Un sufrir.

A los que dicen que esta edición es sosa y no está pasando nada les diría que no miran o no saben mirar. Es justo lo contrario. La madrugada del sábado fue de esas mágicas, en las que uno se queda pegado a la pantalla y desearía no pestañear siquiera. Sindi se ha emocionado escuchando una canción de Antonio Orozco en la radio. Marta está a su lado y no dejará de estarlo en toda la madrugada. Fiel y atenta como pocos.

Luego serían otros tres escenarios los que verían a Sindi preocupada y llorosa. Primero el vestidor, luego el sofá del salón y finalmente el redondo que ha sustituido a la cama sobre la piscina. Sindi se dice confundida, lo cual puede hacer pensar que está enamorándose de Pepe. Marta también lo interpreta así, aunque acierta al no enjuiciarlo ni meterle presión al respecto, repitiendo todo el rato que es ella quien debe saber lo que le pasa realmente. Sindi dice que ahí dentro es fácil confundir los sentimientos, y la respuesta de Marta se me antoja insuperable: "Pero el 'se puede' tiene que ser en tu caso un 'no se puede'". Marta está revelándose como una concursante divertida y mucho más sensata de lo que podría pensarse. Es un encanto. No sé por qué pero siempre me terminan gustando los raros. Los que lo son de verdad, no quienes se lo hacen.

¿Está enamorándose Sindi? No lo creo. Ella se preocupa por lo que pueda estar pensando su novio al verla tan amiga de Pepe e incluso acostándose a su lado. La 'mondarinas' no ha tenido nunca un amigo, jamás se prodigó en cariños con un chico que no fuera su novio. Está viviendo una vida diferente, que la hace feliz todo el tiempo, aunque algunas noches se cruzan las sombras en su mente y piense poco menos que está siendo un diablo y su pobre novio está sufriendo aquí fuera por su culpa.

A todos nos han asaltado las dudas y se nos han cruzado las sombras de la noche haciendo cuestionar nuestros propios comportamientos. Y a quien no le haya pasado que siga a la espera porque algún día habrá de llegar. El problema es que noches hay muchas, y en la casa más famosa de Guadalix parece que fuesen más. Y tampoco vamos a negar que Pepe le gusta, se siente querida y protegida. Los dos se tienen un cariño inmenso, lo cual a Pepe supongo que le está ayudando a pasar mejor esta experiencia en la misma medida que a Pipi le impide conservar la tranquilidad. Tendrá que pasar un tiempo hasta que ella aprenda a valorar lo que tiene de bueno y satisfactorio que un chico la quiera, sin que eso vaya a poner necesariamente en peligro su vida de pareja.

Dice Sindi que su novio le ha dado todo, siempre está preocupándose por ella y lo mismo su familia política. Habla de su relación en pasado porque la vida en Gran Hermano no deja de ser un paréntesis. También porque ve alejarse la posibilidad de que su novio comprenda y tolere su buena relación con un hombre. Y tal vez porque no es alguien que domine el lenguaje, precisamente. No cabe hacer de sus palabras el mismo análisis sintáctico que con otros concursantes. Usa los tiempos verbales como le viene, no nos vayamos a equivocar.

El momento más gracioso fue cuando en medio de sus confidencias se acerca Pepe, que había estado durmiendo. Marta se pone nerviosa, de repente advierte que ha perdido su pinza y entra en brote. Menos mal que se le había enganchado en el pelo y logró recuperarla en seguida. Pepe no es tonto y supongo que algo se huele, pero normal que no quiera ser él quien levante la liebre. Les pregunta a las dos qué está pasando y cuando ve que no le dirán nada duerme o se hace el dormido.

Un rato más tarde, Pepe ha tenido tiempo de ir a Londres, intentar dormir otra vez y volver a intentar que le cuenten lo que preocupa a Sindi. Visto que no conseguirá nada se ofrece a contarle un chiste, cantarle una canción o cocinarle macarrones. Un amor. Algo menos fino está cuando comienza a cantar unas estrofas de 'Procuro olvidarte': "Lo que haría, porque estuvieras tú, / porque siguieras tú conmigo. / Lo que haría, por no sentirme así, / por no vivir así perdido..."

En el caso de que Sindi haga caso de los consejos que con esfuerzo le estuvo dando Marta se animará a contarle su secreto a Pepe. No sé si es un buen consejo, pero como espectadores se lo deberíamos agradecer. Será una dura prueba para el bailaor, pero si la supera con tacto (me acuerdo de otro Pepe y Raquel Lo) puede terminar colgando una medalla de su pechera.

Lo de Ari es suficientemente complejo para contarlo en unas líneas, de forma que me comprometo a volver a ello otro día de esta semana, preferiblemente mañana mismo. Su insistencia en poner a Michael en la tesitura de decirle una y otra vez que nunca se ha sentido atraído por ella y en eso no ha cambiado nada, me parece poco generoso por su parte. De acuerdo que el 'polifantas' está siendo un gran egoísta al aceptar, e incluso requerir, sus cariños sabiendo que no habrá nada más, pero ella debería aceptarlo y no volver a comprometerle.

A saber, desde la gala creo que han sido tres veces las que Ari le pedía confirmación a Michael. Solo falta que este se haga imprimir una camiseta con la inscripción: "No siento atracción por Ari y ni de coña me voy a enrollar con ella". Tampoco le ayudan a Ari las amistades. Presuntas amistades diría yo.

El viernes, Noemí vuelve a estar con Ari como si fueran grandes amigas. Está claro que la 'torpedo' necesita tener siempre a alguien a su lado para compartir confidencias, y ahora mismo se ha quedado bastante sola en la casa. La canaria lo intenta, pero no le sale. Entonces empiezan sus consejos, nada recomendables. El principal es que debe seguir insistiendo porque igual con el tiempo termina cayendo. Así en resumen, claro. Los peores consejos del mundo, I think.

Moleskine del gato

Muchas cosas en mi moleskine hoy, como cada lunes. Primero dos sobre Jordi González ayer en el debate, una en la que le doy la razón y en la otra se la quito. Es cierto que pusieron a Ochoa un rótulo que rezaba: "Pilar Rahola". No te equivocabas. Sin embargo, lo de la concepción es un error. La frase litúrgica correcta es "Ave María Purísima, sin pecado concebida", porque concebir se refiere al sujeto femenino que concibe y no al nasciturus que está en sus entrañas (en el DRAE: "Concebir: dicho de una hembra, quedar preñada"). Según la religión, Cristo fue engendrado sin pecado, y la virgen sin pecado concebida.

Pepe aparte de leer el concurso como nadie es también un poco adivino. Dice el otro día que ojalá les trajeran una caravana para ponerla en el jardín y dormir allí. El día que le dejen asomarse al pabellón de pruebas y vea lo que allí sucede le da un pasmo.

Dani, el nuevo, no es tan culto como parecía. De momento, sabemos que es más bien enteradillo y desconoce algunas palabras no tan complicadas. Dice el estudiante de arquitectura: "Hace poco me dijeron eso... escatológico. ¿Puede ser? ¿Qué significa escatológico?"

¿Es cierto que Michael y Noemí han formalizado su pedido a la boca de los deseos? ¿Un viaje a Nueva York para Michael y su hermano cuando termine el programa? ¿Un churrasco para Noe? ¿Estamos locos o qué? No se han enterado bien para qué vale la boca.

Y los porcentajes ciegos que conocimos ayer y dejaron a muchos conmocionados: 64'2, 32'2 y 3'6 por ciento. ¿De quién será el más destacado? Si hacemos caso de nuestra encuesta (casi 40 mil votos ya) se correspondería con Noemí. Pero ya sabemos que aquí se puede votar solo una vez y en las votaciones oficiales no hay una limitación tan estricta, al menos para quien se pueda permitir el gasto.

Soy consciente de que muchos están pidiendo una limitación en el número de votos por persona (o por teléfono, porque otra cosa no es posible). Solamente decir que ya existe una limitación, concretamente de 200 votos por número. Quien esté interesado puede consultar las reglas de las votaciones en el documento que enlazo (es un PDF), que siempre ha estado disponible de forma pública. Otra cosa es si esa limitación debería ser menor o está bien así.

Dejo caricatura del gran Javier B.V., en la que Ari consigue por fin su poli. ¡Enorme!

El gato responde

Saco del ostracismo esta sección porque basta con ver el resumen del viernes para darse cuenta de que Juan no le pidió a Cristian que le diera la bola negra. Aún así, este gato nunca dijo tal cosa, sino simplemente que no lo había visto. Ahora lo tengo meridianamente claro, y ante las muchas críticas recibidas sobre este tema tengo a bien rescatar tres fragmentos de conversaciones que transcribo del programa mencionado:

Está claro que Juan, una vez nominado, quiere quedar bien. Ser un poco mártir siempre vende. Por su parte, Cristian ve una vía de escape al decir que no quería mirar pero estaba viendo de reojillo a Juan pidiéndole la bola. Lástima que esto no cuadre con lo que en ese mismo momento está diciendo Juan. Su gesto no era de "dámela a mí" sino de "te voy a cortar el cuello" como me la des. Muy diferente, ¿no?

Por otro lado, y terminando por hoy, es un sarcasmo enorme que el esperpento hable de quienes lloran absurdamente por temas de nominaciones (refiriéndose a Marta) y el jueves sea él mismo quien lloriquea repetidamente en el dormitorio y el jardín porque le ha dado la bola negra al 'páter'. Estaría mejor callado. Pero no caerá esa breva.