El juego del gallina

telecinco.es 04/11/2009 08:07

Hablábamos ayer de la tensa relación entre Gerardo y Hans, pero la establecida entre este último y Ángel merece capítulo aparte. Ayer veíamos en el resumen diario como Hans intentaba recomendar a Toscano que mejorase su relación con Ángel. Me pareció que exageraba aunque partía de una base indiscutible: no des razones para que nadie te nomine. Si Tosqui deja de hablar a Ángel y la relación entre ambos se enfría (o incluso se tensa), este tendrá una razón (por mínima que sea) para nominarle.

El bailarín parte de una premisa en principio no del todo ajustada a la realidad, ya que plantea un escenario en donde Toscano sería uno de los grandes favoritos para ganar este programa. Aunque bien mirado tampoco va tan desencaminado y, sobre todo, en puridad no le está engañando. Sus palabras son: "Cualquiera que quiera ganar tiene que quitarte a ti de en medio", y no le falta razón. Pero eso no funciona solo con Toscano, realmente quien quiera ganar Gran Hermano tiene que acabar con todos los demás, salvo los dos o tres finalistas que le acompañen hasta el día final.

Digo aún más, a pesar de su imagen de desleal, falto de principios e incluso traidor (siempre me ha parecido demasiado duro este término referido a un concursante), si nos remitimos a la última vez que estuvo nominado, nuestra encuesta apenas le otorgaba un cinco por ciento de los votos, justo los mismos que Arturo, por ejemplo. Demasiado poco para tanto como se dice de este concursante, y lo justo para que realmente pueda seguir siendo considerado uno de los favoritos. No le falta razón a Hans, por tanto. Por cierto, Toscano atiende al consejo de inmediato y hemos pasado un par de días viéndole mucho más comunicativo con Ángel. Los consejos del bailarín son útiles en cuanto sus compañeros posiblemente se lo piensen más a la hora de nominar a Toscano. Se lo dijo claramente: "la madre de Saray tenía razón, aunque dicho de otro modo a como ella lo expresó". Por si alguien no lo recuerda, está refiriéndose a cuando Pilarita (curiosa forma de referirse a ella como "la madre de Saray") dijo que su hija le había advertido de la ventaja atesorada por un discapacitado en este concurso.

Ya entonces dije que a pesar de la inoportunidad de soltar esa perla con tan poca diplomacia lo cierto es que estaba cargada de razón. Hans también lo reconoce e intenta que Toscano conserve esa ventaja dada por su condición de discapacitado no dando razones para que nadie le nomine. En el fondo no estará tan seguro de la fortaleza de su amigo cuando teme su enfrentamiento ante la audiencia votante en el trance de una nominación. Como es natural, teme que esta se pueda producir entre concursantes igual de fuertes o más, lo cual haga caer a Toscano antes de tiempo.

Este gato jugón lamentaría que esto sucediera porque ciertamente me parece desleal y falto de principios. Además, ha tenido una fea actitud con Tati y ha demostrado poca capacidad para dar cariño a los demás. Tampoco me agrada su poco recato a la hora de evidenciar que está dispuesto a aprovecharse de su situación física. Ahora bien, Toscano juega con las cartas al descubierto, mostrándome en todo momento su jugada. No lo hace consciente, sencillamente no sabe jugar de otro modo. Su torpeza me hace inadvertidamente cómplice de su juego, y eso es algo que siempre agradeceré. Por eso me apetece verle jugar algún tiempo todavía; siempre preferiré quienes me muestran sus miserias ante los que se esmeran por taparlas, no dejando que descubra su realidad.

Hans aconseja un proceder a Toscano que él mismo no parece dispuesto a mantener. Su juego es distinto en lo referente a la relación con algunos de sus compañeros, especialmente Ángel, objeto de las observaciones a su amigo que acabo de comentar. Podríamos decir que el de Hans sería más bien el juego del gallina. Como uno no juega de ciertas maneras si el otro no quiere, realmente también Ángel parece estar participando de ese mismo juego. Este juego es aquel en el que cada uno de los dos jugadores conduce un vehículo en dirección al del contrario y el primero que se desvía de la trayectoria del choque pierde y es humillado por comportarse como un gallina. Naturalmente estoy hablando en el terreno de la metáfora, donde situamos dos bandos enzarzados en una escalada en la que no tienen nada que ganar y en la que solo el orgullo evita que se echen atrás. El filósofo y matemático Bertrand Russell comparó la carrera armamentística y la escalada nuclear con este juego.

No hace falta ni decir que no se debe probar esto en sus casas, o más bien en sus calles. Me refiero a la textualidad del juego, si bien todos hemos sabido alguna vez de la noticia en la que aparecían unos jóvenes descerebrados realizando prácticas semejantes a la descrita. Un ejemplo del juego está descrito en la película de James Dean 'Rebelde sin causa', aunque en ese caso los jugadores conducen sus vehículos hacia un precipicio, por tanto, el primero en saltar es el gallina. La versión en que los conductores kamikazes se dirigen hacia el contrario se considera la normal del ejemplo. En cualquiera de los casos, el juego se basa en la idea de crear presión hasta que uno de los participantes se echa para atrás.

En teoría de juegos supone un importante método de negociación. Se puede decir que es una estrategia en la que cada una de las partes retrasa hacer concesiones hasta que el final del período de negociación es inminente. La presión psicológica puede obligar a un negociador a ceder para evitar un resultado negativo. Puede tratarse de una táctica muy peligrosa, ya que si ninguna de las partes cede se producirá una colisión. En este modelo, en contraste con el dilema del prisionero (del que hablamos aquí hace más de tres años), en el que una acción es siempre la mejor, un jugador debe siempre hacer lo contrario de lo que el otro vaya a hacer.

Volviendo a nuestros protagonistas, no parecen Hans y Ángel dispuestos a evitar la colisión entre ambos, que se produce una y otra vez. Ayer por la tarde, sin ir más lejos, volvieron a tener un áspero encontronazo cuando Hans intentaba defender a Saray ante su oponente. Solo en algunas ocasiones he visto girar en el último momento a uno de ellos para evitar el choque. Se libraba entonces apenas un punto dentro del tanteo general que el tiempo dirá a quien beneficia. No es solo con Ángel que Hans se muestra dispuesto a utilizar el juego del gallina. Por remitirme a algo que todos recordaremos (por una discusión reciente en nuestros comentarios), en el episodio que enfrentó a Juan y Hans para decidir si salvaban de la nominación a Melanie o Indhira, el madrileño optó por mantenerse firme frente a su oponente, prolongando todo lo posible la negociación sin concesiones de ningún tipo. Lástima que la malagueña nos impidiese ver hasta donde estaba dispuesto a llegar en la negociación posterior, porque Juan ya había desviado su hipotético coche al renunciar a defender su preferencia por Melanie planteando de primeras una rifa.

Quizá esta sea una de las razones por las que se puede estar viendo a Hans como un concursante intolerante o dictador, lo cual no comparto. Cuando alguien dice la manida frase de "no sé qué programa estaréis viendo" o "yo debo estar viendo un programa diferente" ya sé a qué se está refiriendo. Un mismo comportamiento es interpretado de distintas formas según el receptor. No es que veamos cosas diferentes, sino que cada uno utiliza un mecanismo mental distinto según el cual una misma acción es interpretada de distinto modo.

Ayer, sobre las ocho y media de la mañana, se produjo un momento de tensión absurdo provocado por una broma de los 'vampiros' a los 'humanos'. No tuve ocasión de verlo en directo pero he podido recuperar ese momento entre otros modos gracias al Podcast de José Viruete, al que agradezco su trabajo diario. Los 'vampiros' han querido gastar una broma aullando y tirando ajos a la puerta del dormitorio de los 'humanos' pocos minutos antes de sonar la alarma que les habría de despertar. No supieron aguantar la broma y tanto Laura como Tatiana fueron las que más chillaron. He de decir que nunca había escuchado a nadie gritar tan desaforadamente como a la rusa en esta ocasión.

Lo más gracioso de esa bronca matinal es que los 'vampiros' terminaron cantando el 'Canta y no llores', lo cual provocó esta reacción en Laura: "Saray, me parece que tienes muy poca vergüenza. Que cantes esa canción con lo que significa para mí". La pobre Saray responde inocente: "¿Y qué significa?". Una cosa es no tener mucho temple para las bromas y otra sacar los pies del tiesto de esta manera. Laura se refiere al origen mexicano de la canción, de forma que ya puede Ángel 'iPod' evitar tararear una canción de Paulina Rubio (como hacía a mediodía), o cualquier otro intérprete de México, pues Laura puede no encajarlo bien. Para Gerardo ha sido precisamente Ángel quien más gritaba, por encima de las otras dos incluso. No solo eso sino que le llegó a amenazar.

Por la tarde tuvieron una charla de la que solo pudimos ver el discurso de Ángel, gracias a la simpatía y buen hacer (es ironía medio rabiosa) del realizador. Este negó haber amenazado a su compañero, cargando las tintas sobre Tatiana y Laura. Según él, cuando habla de "pillar" se refiere a que le hubiera puesto verde. Bueno, es su palabra e igual debemos creerle, aunque a algunos nos cueste ya confiar en un tipo tan falso como este. Llegó a decir que se estaba descojonando en el baño mientras ellas se quejaban por la broma, cuando todos hemos sido testigos de algo bien distinto. A saber, Ángel le dice a Gerardo: "Si te agarro el primero, pillas". Más tarde, Gerardo comentaba que estaba dolido con Ángel por la amenaza de darle "unos guantazos", a lo cual Arturo intentaba quitar importancia al no creer que se llegara a producir algo así. Todos comentaron entonces que la peor reacción había sido la de Ángel.

No sé cuántas veces he escuchado decir al 'happy-hippie', maestro zen de Guadalix, que va a reunir a todos para decirles lo que opina de cada uno. Si mal no recuerdo es algo que dijo incluso tras llevar tan solo una semana en la casa 11. Evidentemente, no lo ha hecho nunca, y ahora vuelve la burra al trigo afirmando que lo hará antes de marcharse a Perú. Tampoco Carolina se quedó muy atrás en la mañana de ayer. Parece que Hans (apoyado por Tatiana) le dijo que en lugar de gastar bromitas se podían haber puesto a limpiar la cocina (parece que luego aclaró que no se refería a ella, escurriendo el bulto igualmente) y la 'drag-queen' de Guadalix también le ha amenazado diciendo que no sería el "primer tío al que parto la boca". Ya digo yo que se les va la fuerza por la ídem. Afortunadamente, he de decir.

Ya por la noche, Toscano se sinceraba con Gerardo en el jacuzzi. Le vi dolido, desencantado y más afectado de lo que habría podido esperar. Le contó que Tatiana le está buscando siempre y le trata peor que a los demás. Según le dice a Gerardo: "Me falta tanto el respeto como hacía contigo cuando llegaste". E insiste: "Me está jodiendo y amargando la vida. Voy a empezar a actuar como tú pasando de lo que me diga. No quiero nominarla, pero es que se porta muy mal conmigo. No hay solución y lo mejor es no hablar más con ella". Ya digo que le veo realmente afectado, aunque también pienso que está poniendo la venda antes de producir la herida. Es decir, creo que la va a nominar mañana.

Ah, y en la discusión vista en el resumen entre Ángel y Saray sobre fregar los cacharros creo que ambos tenían su parte de razón. La una porque daba prioridad a hacer los mil ciento once collares de la prueba y él porque a veces molesta la pereza de algunos que aplazan las labores más allá de lo razonable. Es entendible que no esté muy contento Ángel por tener que fregar después de haber hecho la comida, y que nadie se ofrezca a hacerlo sin tener que sugerirlo. También me pareció que se aprovechaba un poco de esa situación para venderse como el más limpio y responsable del grupo.

[Dejo cartelera con la otra pareja de la casa: Tatiana-Toscano. Y recuerda que mañana jueves, a las 19.30 horas, este gato responderá de nuevo a vuestras preguntas en un nuevo encuentro digital. Ya puedes dejar tus preguntas. Os espero.]