Una cosa es que Laura juegue y otra hacerle el caldo gordo a Juan

telecinco.es 10/10/2017 09:00

Laura es conciliadora, aunque firme en sus posturas, que defiende con convicción. El pasado fin de semana fueron a hablar con ella y con Miriam tanto Petra como Mina. Con Mina la cosa fue más suave, pero en la charla que tuvieron ambas en el baño con Petra saltaron chispas. Miriam la llamó “reinona” y luego Laura le aconsejó que se relajara un poco. El reproche de Petra por el supuesto “complot” de sus compañeras es absurdo porque lo que ella llama “complot” es sencillamente parte del juego. Tampoco tiene razón Mina en su queja por el punto de Miriam en las nominaciones porque ella también la nominó. Además, lo hizo después de haberla advertido de que no lo haría. Explica que no tenía suficiente confianza con ella para decirle que la nominaría, pero en ese caso tampoco debía tenerla para avisar de que no lo iba a hacer. Más bien parece una trampa para evitar su nominación.

A pesar de que la asiste la razón, entiendo la predisposición de Laura a limar asperezas y facilitar la convivencia. La han acusado varias veces de que no se posiciona, lo cual no es cierto. Carlota se lo decía el otro día, y la respuesta de Laura fue: “No, si yo estoy muy bien posicionada”. Es extraña esa preocupación porque se posicione viniendo de personas que no tienen una relación especialmente buena con esta concursante. ¿Qué les importa si se posiciona o no? No todo el mundo toma partido igual de rápido, pero si de algo no se puede acusar a Laura es de no tener claras afinidades. Su principal alianza es con Miriam y Yangyang, aunque de la china empiezan a huir todos como de la peste. Laura es también fiel a Hugo, aun cuando no le diera suficiente apoyo ante la crítica de sus enemigos por dar las razones que dio al nominar a Cristian.

Está claro que Laura se lleva muy bien con Hugo, incluso diría que es la preferida de este en la casa. Entiendo que no esté de acuerdo con él en todo, ni tiene por qué apoyarlo siempre. Por tanto, entiendo que Laura se muestre conciliadora, aunque firme, cuando los menos afines van a hacerle reproches absurdos o inexplicables. Lo ha hecho con Carlota, Daniel, Petra y Mina. También entiendo que su especialmente buena relación con Hugo no la obligue a darle su apoyo en algo que no está de acuerdo. Lo que no termino de entender es que haya cambiado de repente su posicionamiento de la casa. Sin hablarlo con nadie, que se haya visto, de repente he visto a Laura relacionarse casi más con el enemigo que con sus amigos en la casa. ¿Por qué ese cambio de actitud?

Fue ayer cuando me di cuenta del cambio de Laura. No es solo cosa suya, creo que quienes hasta ahora eran sus enemigos también han cambiado con ella. Daniel decía ayer que en una larga conversación que tuvo con Laura la madrugada del domingo la había entendido finalmente. Había logrado entender aquello que ella lleva días diciendo sobre sus nominaciones y la actitud que viene teniendo en la casa. ¡Qué curioso! La mente de Daniel se abrió precisamente la misma noche que conocieron la salvación de Laura. Con esta concursante salvada y Miriam en la terna de nominados junto a Hugo y Yangyang parece que a muchos les ha empezado a interesar tender puentes. Lo están haciendo con Miriam y Laura, pero especialmente con esta última. De repente, Mina se abre en canal y les habla a las dos como si fueran sus mejores amigas. Han pasado del odio africano al compadreo. No es ni medio normal.

Con todo, el cambio observado no es igual en todos. Es cierto que Miriam también estuvo más ayer con el enemigo, por así decirlo, pero sin llegar a resultar ofensivo para quienes la han estado apoyando por la actitud que ha tenido hasta ahora. No puedo decir lo mismo de Laura. Me gustaría que su cambio fuera parte de un plan personal para quitar caretas, como viene a decir en su blog, pero para que me crea eso debería acompañar su escrito de alguna conversación con Miriam o una advertencia a la audiencia en el ‘confe’. No compartir una estrategia con la audiencia es un error de bulto, como tantas veces he dicho. Tampoco puedo asegurar que no lo haya hecho, de momento tengo a Laura en cuarentena hasta poderlo comprobar.

El texto del blog de Laura por el que muchos mantienen la esperanza respecto a esta concursante dice así: “Se están empezando a caer las caretas y sé o creo saber quién tiene máscara en esta casa, pero no sé qué hay detrás, no sé cómo serán realmente. Solo tengo clara una cosa, seguiré observando, pero ahora no en segundo plano. Ahora voy a pasar de ser observadora pasiva a observadora activa, ahora van a contarme lo que vosotros y yo queremos saber. Ahora vamos a jugar”. Y cierra el párrafo con un emoticono de guiño. Me parece bien este tipo de juego. Da vidilla e incrementa el interés de este arranque de edición tan interesante por tantas razones. Ahora bien, igual se está pasando de activa.

Para hacer eso de lo que avisa no es necesario que se integre tanto hasta el punto de someterse a una sesión de intercambio de energías con Juan. Ayer dejaba que el artista le echara las cartas y, como cabía esperar, intentase manipularla con supuestas advertencias de esos naipes cutres y salchicheros de fabricación propia. Juan advertía a Laura de que va a ser traicionada por alguien cercano. Lo decía la carta del caballo, por lo que no era necesariamente la persona más cercana (que representa el rey) sino la posicionada en segundo lugar. Digamos que hicieron todo lo posible porque pillara que el mensaje era por Hugo. De repente, Laura introdujo la idea de que su persona más cercana era ella misma. No sé si estaba pensando en que las cartas pudieran estar señalando a Hugo o a Miriam. Veo a la gallega más cerca de Laura, aunque todo esto de las cartas me escama siempre.

Dice Juan que ha tenido que entrar en Gran Hermano para darse cuenta de sus poderes. No estaría de más que advirtiera de esto antes de que se pongan en sus manos compañeros para leerles su futuro. Juan no quería estos días tirar más las cartas hasta el jueves porque estaba “low” de energía. Muy seguro estaba de que el jueves ya habría repuesto energía suficiente para volver a hacer esta patochada. Aun así, no pudo esperar tanto y ayer ya se había procurado una nueva víctima. Estudié en física que la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma. La de Juan es de un transformismo exótico y caprichoso. Hasta hace nada ignoraba que tuviera poderes, pero ahora hace cosas como dejar las cartas en el jardín para que se carguen de energía lunar. Cuando le dijeron si no sería más potente la energía del sol quiso dejarlas también bajo sus rayos. “Así se ponen morenitas”, afirmó Juan, y entonces el “fluxus” ese le debió estallar en la cara. O algo así.

Quiero decir que Laura bien pudiera ser observadora activa y jugar todo lo que quiera sin hacerle el caldo gordo a Juan con sus performances energizantes. No estoy defendiendo que los dos grupos hagan vida separada y se declaren guerra abierta. La buena convivencia recomienda que mantengan una relación mínimamente cordial, aunque luego se acribillen a votos en las nominaciones y vayan a saco en lo de quitar caretas. Si lo hacen nos están poniendo las cosas más fáciles a los que solo podemos ser observadores pasivos, viendo las cosas desde nuestra ventanita. Se trata de un asunto más bien estético. Chirría ver a Laura de tan buen rollo, dejando que intenten comerle el coco y pretendan sembrar en ella la duda respecto a Hugo. No digo que lo vayan a conseguir, pero conviene no dejar que cunda el pánico entre la audiencia.

Por otra parte, como ya adelanté ayer, no me gusta que Laura utilice sus condiciones dadas e introduzca en el juego su deseo de ser madre como objetivo y razón de estar ahí. Es como el que desvela su intención de donar el premio. Hay cosas que conviene no decir. Imposible no pensar que es una revelación interesada. Las condiciones dadas vienen con el concursante solo si habla de ellas. Claro que a Laura la acompañaría esa idea en todo caso, pero contándolo está consiguiendo que forme parte de su juego. Es inevitable, o solamente evitable si no se dice. No pone fácil defender que no se hable de su historia de vida, como reclamaba el jueves su madre, si ella misma lo está utilizando para dar pena y ganarse a la audiencia votante. Puede no ser su intención, pero debería evitar que lo parezca.

El domingo saltó la polémica sobre Miguel en el Debate porque Torito se quejaba amargamente de algo que había dicho supuestamente este concursante. Tenía relación con la maternidad entre homosexuales, lo cual toca de cerca al colaborador, y su discurso fue tan brillante como emotivo. Imposible no estar de acuerdo con todo lo que dijo, el problema es que igual no entendió del todo bien lo que dijo Miguel. Ya es tarde porque varios medios se han hecho eco de esto. Lamentablemente, se está hablando ya de concursantes racistas y homófobos, lo cual no solo es exagerado sino posiblemente inexacto, tal vez falso. Voy a intentar transcribir las palabras de Miguel y relatar su contexto, a ver si solucionamos este entuerto. No confío en que valga para nada, es solo por hacer honor a la verdad.

Rubén dice que le gustaría tener un hijo, pero solo suyo. Están presentes en la conversación Miriam, Laura y, un poco más lejos, Miguel con Maico. Miriam le pregunta si quiere hacer lo de Cristiano Ronaldo. Responde que no porque no tiene tanto dinero. Entonces entra al trapo Miguel. Estas son sus palabras: “¿Cómo dices? ¿Sin mujer? Tú no sabes lo que estás diciendo, Rubén. No tienes ni idea de lo que estás hablando”. Miriam está de acuerdo con Miguel. Sin embargo, Laura entiende a Rubén. Miguel sigue su discurso: “Imposible, tío, padre y madre, toda la vida. A ver, si te surge de otra manera te surge de otra manera. Si tú eres una pareja hetero y quieres tener hijos con tu mujer, cojones. ¿De qué estáis hablando? Padre y madre, toda la vida. ¿No querrías tener tú madre? Rubén, ¿no querrías tener madre?”

Las palabras de Miguel están interrumpidas por alguna respuesta de Rubén y reflexiones de Maico o Laura. Esta le acusa de ser antiguo. Entonces responde: “¿Antiguo? Eso es antinatural y antiestético”. Hasta aquí Miguel no se ha referido en ningún momento a parejas o matrimonios homosexuales. Defiende simplemente que siendo heterosexual se debería concebir entre dos personas. Muy significativo que sea él mismo el que haga la aclaración de que se está refiriendo a una “pareja hetero”. Es justo donde hemos dejado la conversación cuando habla del caso de homosexuales, aunque el cambio de plano de la realización nos deja con ciertas dudas sobre lo que quiere decir Miguel. Sus palabras son estas: “Cuando quieren tener un hijo dos lesbianas pues lo tendrán que…” Y hasta aquí.

No es muy aventurado suponer lo que iba a decir Miguel. Según parece, iba a defender que en una pareja homosexual está explicado que sus hijos no tengan padre y madre exactamente. Pero en su opinión, siendo heterosexual no se debería privar a la criatura de tener padre y madre. Puede ser una idea anticuada, como oportunamente le dice Laura. Personalmente, no creo que sea imprescindible. Se puede desarrollar una persona perfectamente sin padre o sin madre, lo prueban muchísimos casos en que esto sucede por infinidad de razones. Ahora bien, parece bastante claro que Miguel no dijo lo que se está diciendo. En ningún momento afirma que le parezca antinatural y antiestética la maternidad de parejas homosexuales. Hasta donde pudimos escuchar eso es falso. Posiblemente quien afirma que lo dijo no se enteró bien o habla de oídas.

Moleskine del gato

Dice Petra que ella está en este mundo para encontrarse con personas y si estas personas están perdidas llevarlas por su camino. Las energías de Juan están haciendo estragos. Me temo.

Daniel vuelve a la carga con Laura. “Me resultaste muy interesante porque me interesa tu historia. No puedo hablar más, pero me interesa”, le dijo ayer. Tal vez debería asumir que si tras varias insinuaciones Laura no entra al trapo igual es porque no le interesa compartirlo con él. No es tan difícil llegar a esa conclusión, Daniel. Tú puedes.

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