Mocos, sangre, tartazos, Mercedes Milá en bragas... y Sonia nominada

telecinco.es 24/05/2013 10:03

Ni aunque hubieran hecho a los concursantes nominar desde una nave espacial camino de Marte estaríamos hablando de otra cosa que la nominación por parte de la audiencia de Sonia. El 72% de los votos quiso ver por fin a esta concursante en la palestra. Nada menos que 62.143 espectadores usuarios de Appgree. Esto da una idea del escaso apoyo con el que cuenta Sonia. Sus seguidores habían sido instruidos para que nominasen a Álvaro, pero este conseguía tan solo 8.323 votos, un 9%. Idéntico porcentaje fue a parar a Susana, quedando tan solo un exiguo 6% repartido así: Desi 3%, Kristian 2%, Juan Carlos 1% y Raki 0%. Atención porque Raki tan solo tuvo 666 votos.

Un total de 85.571 votos decidieron esta primera nominación de un concursante por parte de la audiencia, y todo transcurrió en poquísimo tiempo, diría que un minuto o así. Realmente sorprendente. En un momento de la noche temí que el seguimiento no fuera tan satisfactorio porque la aplicación marcaba poco más de 45.000 usuarios conectados, pero según se acercó la tardía hora de nominar esa cifra subió hasta casi duplicarse.

Momento histórico el haber podido nominar, aunque no nos dejaron amortizar que nos decidiéramos a desempolvar el ‘nominator’. Alertado por Nando, el trillizo, quien desde plató contaba que solo nominaríamos a un concursante, me di cuenta de que algo iba mal cuando comprobé que la noticia de la página de la productora en la que se explicaban los detalles de las nominaciones a través de Appgree había sido redactada de nuevo, eliminando las referencias a las tres rondas de nominaciones y otros detalles. Sin aviso ninguno se cambiaba el texto de una noticia, ocultando un cambio de plan a última hora.

La explicación que dio Mercedes Milá fue que se había decidido un término medio para no perdernos los cambios de estrategia que se vislumbraban en la casa, por lo cual nominaríamos a medias. Dos nominados decididos por ellos (que al final fueron tres) y uno nosotros. A pesar de esto las nominaciones dentro de la casa fueron a la cara, algo que no protege nada que afloren las estrategias puesto que algunos pueden no querer mostrar la suya.

Las nominaciones a la cara solamente pueden promover que voten con hipocresía. Por ejemplo, sospecho que Sonia hubiera nominado a Susana de no haberlo tenido que hacer delante de ella. No haciéndolo oculta su estrategia, puesto que la semana pasada lo hizo después de sugerirle que no lo haría, de igual manera que tampoco se lo confesaba a Saray con posterioridad. También es una manera de evitar una nominación recíproca. Si Sonia hubiera dado uno de sus puntos a Susana, tal vez esta se hubiera decidido a nominarla, evitando así el descrédito que para muchos supuso verla nominar a Igor y salvar una semana más a Sonia.

En cualquier caso, fue bonito mientras duró. Nos lo pasamos bien creyendo que podríamos hacer nuestras propias estrategias, para lo cual recuperamos el ‘nominator’ de Pepe Herrero y nos creímos por un día aprendices suyos. Unos aprendices torpes y a años luz del señor de los récords, vulgares aspirantes a miembros del lado oscuro. Creo que la audiencia es suficientemente adulta para nominar en Gran Hermano, pero poquito. Y todavía no estamos capacitados para utilizar estrategias. Por eso solo nos dejaron decidir una nominación. Por algo se empieza.

Nada pudo superar ese momento álgido de nominar masivamente a Sonia, tras 101 días de encierro. En ese tiempo, semana tras semana se ha ido librando no solamente de quedar nominada sino casi de ser elegida por sus compañeros. Solamente dos votos en catorce nominaciones. Anoche tuvo otros dos, que le dieron Álvaro e Igor. Además, tuvo que enterarse de su nominación por sorpresa y sin saber las razones. Mercedes no le dijo a Sonia por qué estaba nominada, solamente descartó que fuera por la compensación de su deseo cumplido. Esa compensación temo que terminará en el mismo cajón donde aguarda el premio que consiguió Carlos por quedar primero en la clasificación de las profesoras de palo Yéssica y Anabel. Se le preguntó si tenía pasaporte, pero parece que el viaje fue finalmente cancelado, sin que hayamos sabido nada más.

Antes de llegar a ese momento cumbre de poder nominar, asistimos a una gala de tirabuzón con doble pirueta. Fuimos testigos del momento en que a Carlos se le escapaba un moco durante la visita de los zombis a la casa. Todo muy sencillito, zombis más pirados que Noemí Merino manchando de sangre a inmóviles concursantes. Y la vela del gemelo subiendo y bajando a la velocidad del ascensor de Torre Picasso. Los mocos del Montoya se esconden con más facilidad que las estrategias de algunos concursantes cuando nominan al descubierto.

También estuvo el enano cabrón tirando tartas, aunque me pareció que no era el mismo en el justo momento que acertó el primer tiro. El del año pasado se habría caído de bruces precipitando las dos tartas que llevaba en cada mano encima de su misma cara. Luego Hugo Pierna confirmaba que el enano del año pasado estaba más loco y tenía más brazaco. Otro más pirado que Noemí Merino.

Mocos, sangre y tartazos. ¿Qué podía faltar? Pues Mercedes Milá en bragas. Otra vez. Curiosa forma de reconciliarse con Noemí Merino. Antes de empezar la gala habían tenido una buena agarrada, pero en directo Noe le pidió a Milá que enseñase las bragas y no lo tuvo que repetir dos veces. Mercedes se subió el vestido y nos dejó ver su ropa interior, muy cuidada porque las madres consiguen que tengamos residenciado en algún lugar de nuestro cerebro que siempre debemos llevar la ropa interior curiosa y limpia por si nos pasa algo y debemos enseñarla.

En realidad, mi madre nos decía tal cosa cuando éramos pequeños, y un poco más crecidos pasó a cambiar esa razón por una más propia. Había que llevar la ropa interior limpia por si pillábamos. Años después llega uno a la conclusión de que tanto esfuerzo para pillar tan pocas veces igual no merece la pena, pero a esas alturas ya anda uno tan convencido que cuesta quitarse la idea de la cabeza y ya puedes haber dejado sin lavarte la parte trasera de las orejas (otra obsesión de las madres) que los gallumbos siempre van a ir impolutos.

Ya digo que es una curiosa forma de hacer las paces lo de enseñar las bragas. Aunque a mí me gusta más resolver las cosas con argumentos antes que con gestos. Mucho mejor una buena discusión que un abrazo. No porque desprecie el poder de un abrazo. De hecho, hay pocas cosas más bonitas que ese gesto entre seres humanos donde se reducen las distancias drásticamente. Pero los abrazos se olvidan con facilidad, mientras que las palabras quedan muchas veces grabadas en la memoria.

Mercedes Milá vestida como una actriz de La casa de Bernarda Alba (como decía anoche @Admievans), enseñando las bragas y abrazando a Noemí Merino (no a la vez, sino de forma sucesiva). En cualquier otra gala eso habría sido suficientemente inspirador y podría parecer la traca final del mejor castillo de fuegos artificiales (lo de artificiales no va por la reconciliación, que os conozco y sé lo mal pensados que sois) televisivos. Pero anoche eso no pasó de ser un petardo más (no estoy llamando petarda a Noemí, por el amor de Dios, que no podéis ser más liantes) en medio de una orgía televisiva de primer orden, donde el orgasmo estaría representado por la nominación de la audiencia.

Era, mal comparado, como si la audiencia se hubiera aliviado de forma conjunta. Algo parecido a un onanismo colectivo que terminó con un 72% de efectividad. La mayoría se había corrido del gusto. Un suponer. Digo esto sin poder quitar de mi cabeza ese manojo de espárragos que ocupaba un lugar de honor en la mesa de Mercedes. Espárragos king size. Vamos, que ni Nacho Vidal calza esa talla. Digo yo. Otro suponer.

Porque la gala de anoche había empezado a las cuatro de la tarde, con Mercedes Milá entrando en la casa por segunda vez en la historia del programa. Por cortesía de @zippingtv tengo a mano una foto de la vez anterior (la primera de la izquierda). Fue en la tercera edición, aunque en aquella ocasión los concursantes aún no habían entrado y Mercedes hacía la competencia a Gran Hermano desde otro canal. Por tanto, esta era la primera vez que entraba en la casa con los concursantes dentro, aunque congelados.

He de decir que el momento fue muy emocionante. El vello de punta y una singular emoción me provocó ver a Mercedes ahí dentro, vacilando a los que han llegado hasta ahí en un encierro prolongado que ha pasado ya de los cien días. A cada uno le hizo algo distinto. Gesto de aprobación ante el torso desnudo y enjuto de Carlos, risas rodeando a Igor, casi un susurro en la oreja de Raki, a escasos centímetros de la boca de Juan Carlos y las manos aleteando como un pollito delante del pobre Álvaro. Inspeccionó un armario, nevera, encimera de cocina y buscó su libro en los dormitorios. Exclamó “¡Qué guarros sois!” y dejó un cinturón (creo) a modo de regalo. Aunque también había dejado su huella ahí dentro. Otro momento histórico para apuntar en este día.

Vimos la visita de Mercedes, la del “señor ninja”, unos turistas japoneses muy graciosos y dos bandas de música de pueblo con sus correspondientes majorettes con todos más perdidos que un pulpo en un garaje. Fue el elemento más surrealista de la noche, que teniendo en cuenta el resto tiene muchísimo mérito. Lo comentaban después Igor y Álvaro, lo de las bandas de música quedó un poco raro. Tal vez es porque era algo demasiado normal entre zombis con apariencia de descerebrados y Noemí Merino.

Sin olvidar al payaso Juan Magán. No falta una “y” entre payaso y el nombre de ese tipo con acento poco menos que colombiano, pero nacido en Badalona (como Jorge Javier). Recordemos que hace unas semanas publicó el polémico tuit que reproduzco a continuación, avisando previamente de los efectos negativos que puede provocar en el lector: “Mis haters pasando hambre comiendo latas de atún mientras me hago millonario cantando con autotune. ‘El Robot’ LOL a lo farru...!!”. Me temo que el electro latino deja las neuronas fritas, como diría Punset. Y la garganta perjudicada, porque desafinó con ganas.

Volviendo a lo del onanismo, el tema estrella de la entrevista a Saray (que salió con el 59,9% de los votos, porcentaje parecido al 60% de Yéssica, que no conocimos el jueves pasado) fue lo cerdacos que fueron en el jacuzzi Carlos y ella. Al final hubo una especie de confesión, aunque según la expulsada anoche fue él quien empezó y no llegó a paja sino que se debió quedar en meneadita, o algo así. Si mi madre llega a leer esto no estoy seguro de si me habría desheredado o se estaría partiendo el pecho. Lo más seguro es que no entendiera nada. La entrevista a Saray quedó en un segundo plano cuando algún elemento extraño presente en plató se decidió a boicotearla. Ah, no, espera, que fue Anabel. El huracán catalán que se quedó en brisa fétida se hizo anoche un ‘unglescuques’ en toda regla y decidió tener su minuto de gloria. Le ha costado semanas, pero mira, anoche fue su día. Lorena está perdiendo facultades. A Dios gracias.

Y tras este despliegue de argumentos, impresionados por tanta cochinada (lo digo por el moco, la sangre, los tartazos y la medio paja del jacuzzi; no por las bragas de Milá) habrían de venir las nominaciones de los concursantes. Quedaron así:

Nacho: Desi - Gemelos

Sonia: Igor - Álvaro

Susana: Nacho - Igor

Kristian: Igor - Nacho

Raki: Nacho - Álvaro

Álvaro: Gemelos - Sonia

Juan Carlos: Igor - Álvaro

Igor: Sonia - Gemelos

Gemelos: Igor - Desi

Desi: Gemelos - Nacho

Nominados por los concursantes: Igor (5), Gemelos y Nacho (4). El grado de acierto de Igor en la quiniela hecha en la penúltima entrada de su blog es bastante sorprendente. A destacar especialmente que había previsto la nominación de Susana, lo cual expresaba con las siguientes palabras: “Susana: Tal y como veo su convivencia en la casa, no tengo ni idea, pero la verdad, me encantaría que fuera más inteligente, no tuviera los miedos que tiene y que confiara más en mí. De momento no es así y creo que nominara, Nacho y a mí (si no, me encantaría que su opción fuera Sonia y creo que realmente es lo que haría, a ella o a Kris)”.

No creo que sea Igor el único al que le hubiera gustado que anoche Susana nominase a Sonia. Por ejemplo, a este gato que de forma demasiado frecuente busca la coherencia. Justo en lo que falló ayer esta concursante, que lleva dos semanas diciendo “me creo a Igor” y acertando de pleno en su diagnóstico sobre lo que sucedió con el regreso de Igor y la decepción con Sonia que esta magnificó hasta extremos absurdos. Sin embargo, llegan las nominaciones y no se plantea enfrentarse con su enemiga, la misma que si puede la minusvalora, esa que la engaña para evitar su nominación pero luego se la enchufa, aunque esto Susana no lo sepa.

Claro que Igor y Susana no son grandes amigos. Entre ellos no ha existido alianza, y tampoco la hemos pedido aquí fuera. Le bastaba con ser coherente y nominar algo que la audiencia fuera capaz de reconocer en ella. Difícil luchar por el maletín si en la casa dices una cosa y luego nominas provocando la sorpresa del espectador. Ni siquiera se justifican en este caso sus nominaciones con el argumento de que se estaba protegiendo o hacía eso mismo con los gemelos. Nominaban a la cara, ella no recibió ningún voto y era previsible que los gemelos quedarían nominados. A Susana le faltan dosis de coherencia y valentía. Una pena.

Al final Susana va a ser tan 'Triana' como Sonia. Un paso para adelante y otro para atrás. Un día la veo acercarse al maletín y otro tirarlo por la borda. Anoche Igor se sentaba con ella una vez finalizaba la gala y le daba las claves para ganar este concurso. Sin nada de información del exterior, estaba cumpliendo con lo que le había pedido Argi. La charla en el sofá entre los dos es uno de los momentos que más me han dejado tocado y desarmado en toda la historia de este programa. Como decía anoche @La_Hunt, equiparable al “las han visto” de Pepe Herrero o ese adorable momento en que las luces de la casa saludaban a un Iván Madrazo hundido llorando en el quicio de la puerta de salida al jardín.

Puede que Igor sea un estratega, pero anoche ejerció como tal al servicio de Susana. Él considera muy difícil ganar este programa, por diversas razones, por lo cual le gustaría que lo ganase Susana, y está dispuesto a ayudarla para ello, si ella se deja. También le mencionó su hipoteca con los gemelos y, sobre todo, se mostró comprensivo y extremadamente generoso con ella. Un abrazo selló una conversación en la que Susana terminaba pidiendo perdón, Igor tranquilizándola porque no le tenía nada que perdonar, y este gato estúpido llorando emocionado.

Por cosas como esta estoy con Igor. Tal vez me esté dejando seducir, pero no es nada fácil ganarse a este gato arisco. Reconozco que anoche Igor lo hizo. Una vez más.

Moleskine del gato

El hermano del pelocho faltó a la verdad anoche. En realidad, pienso que eso es lo de menos. Joaquín estaba ahí para defender a Kristian, y como los acusados en los juicios está en su derecho de intentar su defensa como mejor considere. Pero a los testigos no nos dejan mentir en los juicios. Lo que menos me gusta de esa historia inventada de que Igor enseñó una foto suya a Kristian en el encuentro entre ambos antes de su regreso, es que deja mal al programa, porque en ningún caso le hubieran dejado entrar con esa inexistente foto.

Por otro lado, dado que tanto Kristian como Igor estaban presentes en otra sala del juzgado, hubiera bastado con preguntarles para descubrir que el testimonio de Joaquín no es válido. Lo que pasó en realidad es que Igor comunicó a Kristian el mote de su hermano (Pirracas). Según el pelocho solamente él y su hermano conocen ese mote, entonces Igor le contestó: “Pues ya somos tres”. Todo lo demás son inventos. Por no hablar de mensajes borrados en Twitter que demuestran la buena relación entre Igor, el hermano y un primo, amigo de Kristian, porque ya digo que eso es explicable dado que debe defender a su hermano. Pero no vale faltar a la verdad, y el programa no debería permitirlo.

Buen fin de semana. No dejéis de votar, que falta muy poco para la próxima gala. El lunes está muy cerca.