Niedziela, sobredosis de positivismo
Comienzo en este día festivo los daguerrotipos de rigor. Como siempre explico, cojo prestado el nombre de una serie de artículos firmados por Manuel Vicent en el diario El País hace unos cuantos años ya. Bien podría llamarlo retratos o perfiles, pero la tradición manda y es tarde para cambiar. Comienzo la serie correspondiente a los últimos habitantes de la casa en esta edición por Niedziela, la chica del circo. Antes de eso, algún comentario sobre la singular situación en que está la casa desde ayer.
Sin hacer valoraciones diré que ayer el que no debe ser nombrado comenzó no preparando el almuerzo para sus compañeros y terminó pasando una fiesta de lunes que recordaba los años 70 acompañado solamente de Carlos. Entre una cosa y otra no paró de despotricar contra Han y las embrujadas. El momento más álgido de este repentino enfrentamiento fue cuando preparó una especie de papilla para burlarse de sus compañeros. Cuando estos salieron del dormitorio para ir al ‘confe’ la papilla terminó en las zapatillas de todos menos de Carlos.
Curiosamente, escuché a nuestro Voldemort particular decir que Han le estaba haciendo el vacío desde el día anterior y lo mismo dijo Han de él. Sobre los supuestos celos de Han pienso que se puede referir a la buena relación de su compañero de juegos en la cama con Nied, aunque confieso que es complicado acertar con estos concursantes. No sé si es más fuerte que Han dijese que su amigo le da asco o la supuesta confesión a las chicas mediante gestos de que le había hecho tocamientos sexuales bajo el edredón. La noche terminó con Han durmiendo en otra cama, sin el innombrable al lado. Supongo que influyó en esto que encontrase encima de su almohada la famosa llave de la “persona de fuera”.
Y ahora con valoración, que es para lo que estamos aquí. El domingo por la tarde estaban en el jardín y escucharon gritos de fuera (de los zombis, dicen ellos) que decían: “Aritz falso”. Vaya, ¡le nombré! Bueno, un defensor suyo me autorizó ayer a hacerlo. Espero que no caiga sobre mí la maldición del reggaeton. Ligo todo lo sucedido ayer con esa acusación que solo entendió Carlos, pero no tuvo reparo en compartir con todos, porque creo que fue como una señal capaz de condicionar a todos. Por un lado, a Aritz le ha puesto aún más la mosca detrás de la oreja y comienza a dar preocupantes muestras de estar desquiciado a estas alturas de concurso. Con respecto a Han, también puede estar poniendo algo de distancia por si puede perjudicar a sus aspiraciones estar junto al supuesto “falso” de la edición.
Independientemente de esa señal recibida desde el exterior, entiendo la reacción de las chicas y Han ayer, después de los desprecios y los repetidos comentarios destemplados de Aritz. No estoy justificando que pasaran de la fiesta, aunque he visto a otros muchos hacerlo durante estos tres meses, pero igualmente me cuesta entender la injustificada reacción de Aritz. Está fuera de lugar su reacción de ayer, por lo que considero que con demasiado buen humor reaccionaron los afectados. Básicamente pasaron de él, lo cual incrementó su ira.
Sospecho que Han volverá a su redil y pronto se le pasará el enfado. Eso sí, ardo en deseos de leer el blog que escribió esta misma madrugada, con aparente esfuerzo. En cualquier caso, está claro que ya nada será igual de lo que era. El buen ambiente entre los seis prefinalistas se terminó ayer. Y esta situación de Artiz contra todos da muestras de su nerviosismo. No creo que sea capaz de llegar hasta el final sin volver a la carga. Aritz necesita tranquilizarse mucho más o lo que queda de encierro se le va a hacer demasiado cuesta arriba.
Y voy ya con lo de Nied.
Daguerrotipo de Niedziela
El pasado jueves Carlos preguntaba si era necesario liarse con un par de concursantes para llegar a la fase final del programa. Hacía esa pregunta alguien que entró con novia y sigue convencido de que se casó la noche de presentación de esta edición. A estas alturas creo que solamente él lo cree. Y lo decía delante de Marta, fiel a Lester desde el principio, o Nied, que no sucumbió a la carpeta que insistentemente pretendió Vera. Suficiente que tres de los seis prefinalistas no estén en el supuesto planteado por Carlos para que su pregunta se responda sola. Bastaba con mirarse a sí mismo y a su alrededor. Digo esto porque Nied ha conseguido demostrarnos que no es necesario entregarse al “hamor berdadero” para prosperar en el concurso. Hacerlo garantiza, si acaso, más visibilidad y algún plató posterior, pero nada más.
Es cierto que Nied ha permanecido muchas veces en un discreto segundo plano. Ha sido menos protagonista que el resto de los que siguen en la casa, salvo Carlos. Otra cosa hubiera sido si se lía con Vera. Pero tener más vídeos en resúmenes y programas nocturnos no asegura nada. Hemos creído a Nied siempre, por eso está ahí. Creímos y entendimos sus razones. Sencillamente Vera no era el chico que ella estaba buscando. “Quiero un chico más serio”, decía, y en realidad creo que pensaba en alguien más adulto, con más personalidad. Desde luego, una persona que le gustase.
Puede parecer una obviedad, pero no lo es tanto. Para algunos la exigencia es válida en su vida normal, pero no ahí dentro. “Las parejas venden”, decía Marta el jueves pasado. Otra cosa es que haya concursantes íntegros y sensatos, que no están dispuestos a venderse, engañando a la audiencia como charlatanes de feria. Nied rechazó, por suerte, cualquier componenda de este tipo.
Si no tener carpeta ha restado protagonismo a esta concursante, también ha podido tener cierta influencia en ello su carácter precavido. Discreta y melindrosa, se cuida siempre mucho en todas sus expresiones. Por eso para ella tener sexo es hacer “el acto”, expresión que ha terminado calando entre sus compañeros tanto como el “estoy trabada” de Marta. Esa discreción la convierte en una persona inusualmente delicada y, personalmente, siempre me transmitió ternura.
Es cierto que tanta pulcritud la hizo parecer tibia, pero su tibieza es pura fachada. Más que tibieza lo llamaría aversión a los enfrentamientos. Todos se quedaron impactados hace una semana con el alegato de Suso en contra de Aritz, pero fue precisamente Nied quien expresó con mayor vehemencia su desagrado. También influye que ella tiene especial debilidad por el del sombrero, lo cual no comparten Marta y Sofía, pero no es la primera vez que observo algo así. Nied está incomoda ante las discusiones, por eso siempre ha rehuido cualquier enfrentamiento directo. No estuvo nunca en medio de una discusión importante. No es tibia sino apacible.
Y digo que no es tibia porque cuando ha querido implicarse lo ha hecho. No tuvo reparo en decir que evitaría salir de discotecas con Sofía no fuera a ser que le quitase el novio a su hermana (sin tenerlo, incluso). Tampoco pudo evitar reírse de Vera y su “yo también”, porque hasta el más cortés y pulcro pierde a veces las formas y se deja de tantos miramientos. De Vera dijo todo aquello que no le gustaba hablando con sus amigas, lo cual no quita que haya llorado su salida de la casa y de vez en cuando bese su foto que cuelga del frigorífico.
Nied también es contradictoria, como lo somos todos. Dio calabazas de forma repetida a Vera, pero cuando volvió de México encaprichado por Rox, la DJ salvaje, no pudo evitar sentir rabia máxima. Ella misma explicaba ese espíritu contradictorio el otro día contando que cuando les aseguró a sus padres que no haría ‘edredoning’ en la casa le contestaron que debía hacer lo que le apeteciera en el momento. Según ella, precisamente por eso no le ha apetecido hacer nada. Solamente por llevar la contraria a unos padres tan comprensivos.
Llama la atención lo abiertos que son los padres de Nied en contraste con su pudor y el pensamiento algo conservador en lo relativo a ciertos comportamientos. También contrasta con su vida en el circo, que sugiere cierta relajación en algunos aspectos, particularmente en el sexo. También en esto es distinto lo que parece de la realidad. No es una ‘ursulina’, aunque su sutileza y escrupulosidad hacen parecer que lo es. En esto, como en tantas cosas, no hay nada como la observación prolongada para darse cuenta de lo que es y, sobre todo, lo que no es.
Sin ir más lejos, anoche Marta explicaba que ella pretendía una prótesis mayor para sus tetas, pero finalmente se decidió por ese tamaño. Entonces Nied preguntaba sin pudor: “¿Usas bien las tetas, les sacas partido?”. Sofía dejó escapar uno de sus habituales comentarios sin ataduras de ningún tipo: “Con esas tetas se pueden hacer maravillas”. Antes habían estado las dos haciendo comprobación al tacto de las tetas de Marta. Está claro que una Nied puritana nunca hubiera hecho eso. De nuevo creo que no es pudor sino más bien sutileza.
Detrás de esa apariencia pulcra y respetuosa hay una persona leal y cariñosa. Capaz de sobrellevar las dificultades con ese espíritu propio del circo. Como la bailarina que siempre sonríe, aunque estén sangrando las puntas de sus pies. Porque el espectáculo debe continuar, y jamás se debe notar el esfuerzo. Nied siempre estuvo allí cuando alguien la necesitaba. Su vida cosmopolita e itinerante le puso fácil empatizar con sus compañeros. Posiblemente nadie se ha llevado bien con gente tan dispar. Desde Marina hasta Vera, pasando por Aritz o Sofía. Para todos tuvo siempre una sonrisa y una palabra amable.
No hay que confundir la capacidad de empatizar con ser bienqueda. Nied no lo ha sido porque nunca evitó decir lo que pensaba, especialmente a los más afines. Mayor amistad equivale a más confianza, y a más confianza mayor capacidad para decir las verdades sin ambages. Eso hizo con Sofía, especialmente cuando ni ella ni nadie entendíamos a lo que estaba jugando. O, más bien, por qué se jugaba de esa forma un maletín que tuvo muchas veces en su mano. Esto la convierte en buena amiga, porque no lo es quien solo piensa en complacer. Hay que decir lo que se piensa de verdad a un amigo.
Recordando su trayectoria en el concurso, tal vez sea quien ha tenido una mayor estabilidad, sin altibajos ni vaivenes extraños. Nied ha sido siempre la misma, desde el primer hasta el último día. Tal vez le haya faltado esa trama que la hiciera despuntar, algo que otorgara un protagonismo merecido a esta concursante. Ha sido precisamente en estas semanas finales que descubrimos su sueño de ir a Eurovisión, después de escucharla cantar más cada día. Es generosa hasta con ella misma. Eso o tiene el oído muy escacharrado, porque no afina ni una nota.
Nied ha sido desde el principio enérgica y positiva. Supongo que debe serlo para mantenerse encima del monociclo. Como dicen de la bicicleta, si dejas de pedalear te caes. Es un símil de la misma vida. No se puede dejar de pedalear ni un solo minuto. Ella no solamente pedaleó todo el rato, sin descanso, sino que lo hizo siempre con entusiasmo. Esa sobredosis de positivismo no solo fue útil para ella, también para los que la rodean.
Por eso entiendo tan bien a Marta cuando el otro día le daba un beso con todo su cariño después de decirle que si estaba convencida de que puede ir a Eurovisión ella también lo creía. Porque Nied transmite esa ternura y ese entusiasmo siempre. Su positivismo viene con dosis extra para poder ser compartido con los demás. Esto es lo que la convirtió en una extraordinaria concursante.
Empática, generosa, entusiasta, positiva. A veces excesivamente ingenua, aunque sin llegar a vivir en el país de la piruleta y los confetis de colores. Tal vez porque ese mundo de colores y alegría es su otro mundo. Aquel en el que vive, de su carromato a la pista del circo, siempre de un lado para otro. De Girona a Reunión, encima de su monociclo. Pedalea que pedalea. Siempre sonriente, pensando en la próxima función. Y que continúe el espectáculo.
Moleskine del gato
“A lo mejor están esperando a que nos marchemos para venir ellas”, decía Aritz anoche en la sala de juegos mientras sonaban canciones de Camilo Sesto o José Luis Perales. Tal vez por eso aguantaron él y Carlos tanto en la fiesta. No por Perales, sino esperando que nunca fueran. Toda la sala para ellos solos, mostrando un entusiasmo casi inédito. En pocas fiestas vimos tan animados a estos dos. Pero no, nunca fueron. Luego Marta tenía mala conciencia por haber hecho ese feo al programa. Pero antes Aritz se hacía selfies con pelucón afro y traje setentero, poniendo caritas a la cámara. Justo eso mismo que tanto ha criticado.
Analizando los resultados de los porcentajes ciegos conocidos al final de la gala del jueves y en los últimos minutos del Debate del domingo podemos apreciar que apenas hubo movimiento. Tres días sin grandes cambios. Parecidos resultados tras hora y pico de votaciones a los de tres días más tarde. El jueves estaban así: 32,7 %, 24,1 %, 12,6 %, 11,3 %, 10,4 % y 8,9 %. Y el domingo eran los siguientes: 36,3 %, 22,3 %, 11,4 %, 10,5 %, 10,2 % y 9,3 %. Los dos primeros puestos se habían distanciado unos 6 puntos más. Movimiento interesante, pero muy diferente a lo que estamos observando en algunas encuestas.
Los únicos datos válidos son los oficiales ciegos de los que acabo de hablar, pero siempre nos hemos apoyado en las encuestas para valorar por dónde pueden ir los tiros. Una encuesta solamente marca una tendencia, además las encuestas de Internet no tienen una validez científica. Ahora bien, encuestas como la de este blog tienen un historial de aciertos importante. Por eso es extraño el comportamiento que compruebo en algunas encuestas, particularmente en esta.
El viernes en alguna encuesta iba por delante Aritz, a poca distancia de Sofía. Al día siguiente esa distancia aumentaba de forma notable. Mientras tanto, en la de este blog se iban reduciendo las distancias entre Sofía y Aritz a un ritmo exagerado y nada habitual. Visto lo visto, no parece disparatado pensar que se esté utilizando alguna trampa para manipular las encuestas. Por eso digo que no me extrañaría nada que ni siquiera fueran Sofía y Aritz los dos más votados. Queda dicho.