2 por 1, oferta en muebles de ocasión

telecinco.es 10/05/2013 09:52

Comenzó la noche con un recuerdo a Argi, el vídeo de sus mejores momentos que en circunstancias normales habría visto ella misma en plató el día de su salida de la casa, ya fuera expulsada o, muy probablemente, en la final. También podría haberlo visto anoche, pero decidió quedarse en casa y no aprovechar la oportunidad de decir lo que quiera en televisión y en horario de máxima audiencia.

Mercedes Milá aclaró que sigue perteneciendo a esa familia y puede estar en plató siempre que quiera. Personalmente espero que lo vuelva a considerar y así sea en una próxima gala. Entiendo su recelo y hasta su más que probable enfado. Pero si un trabajador de una empresa es relevado en su puesto para ocupar otro distinto en contra de sus deseos y su jefe le ofreciera la oportunidad de expresar su descontento delante de él y del resto de compañeros, creo que extrañamente diría que no. Ya sé que no es el mismo caso, suele pasar con los ejemplos.

Mercedes conectó con la casa para contarles que Argi está bien y mandar un mensaje de tranquilidad de interpretación múltiple. “Los hechos y las palabras en Gran Hermano tienen consecuencias”, dijo la presentadora del programa. Si fuera concursante lo habría tomado como una advertencia. Por eso entiendo la parálisis general cuando les ofreció decir algo respecto a este tema. Solamente Nacho reaccionó para decir lo que cualquiera habríamos dicho en un caso así, mandando un saludo a Argi y el deseo de que esté bien. A pesar de entenderlo, sentí un poco de vergüenza durante esos segundos de incómodo y doloroso silencio.

Los porcentajes de los casi 700.000 votos para la repesca quedaron así: Juan Carlos: 25.1%; Igor: 22.7%; Giuls:18.7% y Dodo: 11.6%. Más de un 20% se repartió entre los demás, con el detalle que sigue: 7.3%, 4.8%, 3.7%, 3.1%, 3.0%. Me niego a pensar que Leti, quizá quien realizó la más esforzada campaña, no fuera la siguiente. Aunque está claro que eso se valora poco porque Dodo anduvo por Venecia mientras otros daban el callo y ahí le tienes. De forma que Lorena, Miriam y Noe fueron probablemente las menos votadas (quitando a Anabel, Iván y Adrián que ya habían sido eliminados en los dos últimos debates).

Ahora bien, no me pregunten por qué anoche salieron nueve porcentajes. El proceso de repesca lo comenzaron once exconcursantes, cuatro están asignados sin duda alguna (Juan Carlos, Igor, Giuls y Dodo), luego quedarían otros cuatro en liza (Leti, Lorena, Miriam y Noe). A estos ocho habría que añadir los tres ya eliminados previamente (Anabel, Iván y Adrián), para completar los once del total. A mí me baila un porcentaje, pero igual es por la falta de sueño.

Lo más probable es que el porcentaje menor (3,00%) sea la suma de los logrados por Anabel (0.56%), Iván (1.04%) y Adrián. Si así fuera, este último habría tenido un escueto 1.40%. De forma que la conclusión a la que yo quería llegar es la siguiente: Miriam, Lorena y Noe no llegaron ninguna al cinco por ciento. Es más, dos de ellas ni siquiera alcanzaron un cuatro. Lo digo básicamente para que luego no venga a piar Lorena, acaparando protagonismo a costa de Igor o de quien fuera.

Alguna pista nos daba el gráfico de que Juan Carlos era el de mayor porcentaje, ya que la silueta que acompañaba a los nueve porcentajes era la suya. Si tenemos en cuenta que también estaba en la lista de los cuatro preferidos por la audiencia, creo que dudo entre dos interpretaciones. Que los canales de la competencia han votado con furor en esta repesca, o que realmente sí la patrocinaba un fabricante de muebles. La oferta en muebles de ocasión debía ser un dos por uno. A Juan Carlos y Dodo los recibieron anoche en Guadalix con un felpudo que ponía: “Bienvenidos a la república independiente de tu casa”. Y por detrás, la etiqueta de Ikea.

Para Dodo fue la tercera vez que entraba en la casa. Se conoce al camino a Guadalix mejor que ningún concursante en la historia de este programa. Mi descabellada teoría dice que al final van a entrar los cinco seleccionados, y cuando los echemos a todos volverá a entrar Dodo. Así todo el rato. Como en el día de la marmota. Se cumple mi predicción de que a Dodo aún le quedaban despedidas. Es más, creo que esta edición terminará y el italiano aún seguirá deambulando por la casa. Cuando las luces se vayan apagando andará entrando y saliendo por la puerta en un bucle infinito.

Una vez conocidos los cuatro más votados por la audiencia, eran los concursantes quienes debían elegir el quinto. Según mis cálculos y suposiciones elegirían a un concursante apoyado por menos del cinco por ciento de los votos de la audiencia. Como mucho con un siete y pico. Les dejaron una papeleta deslucida, eso está claro. Esto no decidieron sortearlo, cosa que evitaré criticar puesto que por una vez preferían negociar. ¡Albricias!

La elegida fue Miriam, que partió para Guadalix como un potro desbocado después de decir en voz baja justo antes de besar a Lorena: “Que se jodan otras”. Al menos es lo que yo entiendo tras haber visionado el vídeo del momento unas veinte veces. Es decir, no habría ofendido a la audiencia. Algo es algo. Si se refería a Leticia, a Ainara o a Dios sabe quién solo lo sabe ella. Me decanto por la primera opción, teniendo en cuenta que la elección de los concursantes fue acompañada por abucheos y el nombre de Leti coreado por el público en plató.

A la espera de saber cómo continúa el proceso de repesca, de momento tenemos en el loft (el apartamento de Friends, que decía Marta Sánchez, anoche en plató) a los cinco elegidos. A destacar que Igor ni se levantó cuando entró Miriam, aunque yo creo que limarán asperezas en menos que canta un gallo. O sea, ya. La primera consecuencia de la repesca fueron los encuentros vis a vis de anoche en el ‘confe’. Solo los elegidos por la audiencia tuvieron derecho a ello, eligiendo con quién querían encontrarse. Juan Carlos y Giuls prefirieron a Raki, que tuvo visita doble anoche. Dodo se decantó por Kristian. E Igor, el primero en elegir, escogió a Sonia. Con un par.

Tres concursantes preferían un encuentro amable y solamente uno decidía coger el toro por los cuernos y aprovechar la ocasión para desatar nudos, lo cual es muy importante en la vida. Dodo ni siquiera informó de nada a Kristian, más preocupado por el moreno del italiano que por otra cosa. Por su parte, a Raki le puso más contenta una de sus dos visitas. Adivine el lector cuál. Pues sí, la de Giuls. Mientras que con esta daba saltos de alegría botando en el sillón rojo de la sala de confesiones, a Juan Carlos no logró despertarlo del letargo en el que parecía encontrarse cuando la de Manresa abrió la puerta y se lo encontró mimetizado con el mobiliario. As usual.

Por tanto, la chicha estaba en el encuentro entre Igor y Sonia, que fue el primero. Ahí estaba el gran interés de la noche y diría que uno de los momentazos cumbre de esta edición. ¡Qué grande es este programa, amigos! Anoche fue toda la gala una colección de gestos de valor inenarrable. Por ahí pongo unas capturas para volverse locos. Álvaro abriendo la boca hasta casi descoyuntar su mandíbula al ver que Desi volvía junto a Saray de la sala de expulsiones. Gonzalo Montoya torciendo el gesto en ese mismo momento al ver descomponerse una semana más el ‘comando AVE’. Susana cariacontecida tras saber que los gemelos están nominados de nuevo. Un lujo tras otro. Televisión de primera categoría realizada con maestría por un grandísimo equipo.

El encuentro entre Igor y Sonia valió la pena solo por ver la reacción de ella en el momento que lo encontró en el ‘confe’. Su rostro se descompuso. Parecía presa del pánico. Con el corazón en la boca apenas reaccionó besando a su compañero y sentándose a su lado como ausente. Parecía que acababa de ver a un muerto viviente, que en cierta medida es lo que es virtualmente Igor dentro del concurso. ¡Qué digo! Creo que hubiera preferido ver hablar a un cadáver. Al menos su rostro no habría reflejado tanto pavor.

Entiendo la sorpresa, pero me parece que una reacción tan exagerada solo puede reflejar la mala conciencia de una Sonia que nunca fue sincera con Igor. Ambos fueron enemigos encubiertos que no llegaron nunca a poner su rivalidad encima de la mesa. Eso se ha terminado enquistando tras la salida de Igor. Por parte de este porque ha podido ver todas esas imágenes que le decía ayer a Sonia en el encuentro entre ambos. Y por parte de esta porque ha dado rienda suelta a lo que pensaba escudándose en cosas que ha conocido en estas dos semanas y pico, cuando precisamente fue ella quien prendió la mecha de los reproches. Mecha que otros aprovecharon para unirse.

Hasta anoche, Igor y Sonia no habían puesto las cartas sobre la mesa. Es posible que ambos desconfiaran, pero solamente Sonia cometió el error de plantear un doble juego en el cual le transmitía a Kristian su desconfianza, calificando a Igor de estratega (gran pecado para ella) y acusándolo de tener mala intención en bromas sin mayor trascendencia como decir que al no estar Kristian (la semana que pasó en el loft y estaba teóricamente expulsado) tendrían más alcohol para repartir, cuando todos saben que el programa decide la cantidad de alcohol que hay en las fiestas y esta nunca es la misma.

La respuesta más inmediata de Sonia fue reclamar su derecho a cambiar de opinión, a lo cual recibió la respuesta acertada de que en tal caso bien que debería haberlo hablado con él, en lugar de intoxicar a terceros con sus dudas y desconfianzas. Sonia se puso nerviosa y al minuto estaba afirmando que no había desconfiado, cuando un momento antes había dicho lo contrario. Igor contaba con la ventaja de haber tenido un rato para pensarse lo que le diría, mientras a Sonia le pilló de sopetón y casi en estado de shock. Ahora bien, imposible que esto justifique que no fuera sincera en sus respuestas.

Vi a Igor sereno y educado, expresando a Sonia a la cara la razón de su decepción. Sin soberbia e intentando sintetizar al máximo su mensaje, a pesar de que ella le acusara de que no la estaba dejando hablar. Se equivoca en eso, que repitió luego durante la madrugada, porque ese era el momento de Igor, su oportunidad para decirle lo que piensa. Curioso que Sonia no agradeciera en ningún momento la sinceridad y el arrojo de decirle las cosas a la cara. Ella prefirió decirlas a terceros, a media voz en el dormitorio, y a ser posible en fin de semana porque los lunes se nominaba. Pero luego se abrazaba a Igor y le decía que era imprescindible para ella en la casa y le quería mucho. Eso en mi pueblo se llama ser falso.

Solo por este momento ya merece la pena la repesca, y también haber apoyado a Igor para volver a la casa. Personalmente no creo que estuviera blando o reculando. Creo que sencillamente fue coherente y tuvo la generosidad de disculparse ante Sonia por su despedida. Por parte de ella no hubo ni atisbo de autocrítica. He ahí la diferencia.

El expulsado fue Iván, como pronosticaba nuestra encuesta, donde vimos que durante la semana larga que hubo desde la última gala la distancia entre este concursante y Saray, su expareja, se iba recortando cada día. Sobre todo después del protagonismo que cobró en la casa la paja mutua con Carlos en el jacuzzi. Sigo reivindicando inútilmente que se deje de hablar de lo que le hizo Saray a Carlos, porque o yo estoy mal de la vista o vi que los dos entrecruzaban sus brazos camino de la entrepierna del otro. Las maniobras bajo el agua burbujeante a punto estuvieron de costarle la expulsión a Saray.

Iván estuvo gracioso en la sala de expulsiones cuando Mercedes le preguntaba cómo estaba y respondía espontáneamente que meándose. El 45.4% de la audiencia decidió la expulsión de Iván tal vez porque ese fue su único momento gracioso desde que entró en la casa. Él y Saray habían llegado a la sala de expulsiones junto a Desi. Yessica y Nacho se habían quedado en el salón junto al resto y Desi abandonó esa sala antes de que Mercedes abriera el sobre rojo. Ambos sumaban del 88.1% de los votos (Saray tuvo el 42.7%). En la despedida, Saray estuvo cariñosa con Iván. “Te he querido mucho”, le dijo. Me da la impresión de que sobraba el pretérito. También le dijo: “Yo no te he visto que hayas hecho nada malo”, y aquí le sobró lo de “malo”. Por eso está en la calle.

Me decepcionó que en las nominaciones algunos concursantes cayeran en el mismo error que comentaba de Sonia e Igor. En lugar de plantear batalla y después de lo que unos y otros han dicho durante la semana, al final Sonia y Susana evitaron nominarse. Mal, muy mal. Ya estamos otra vez intentando encubrir al enemigo no reconocido. Una vez más evitando jugar con estrategia, incluso quien ha presumido de ello días atrás. Así no se gana este concurso.

Las nominaciones quedaron así:

Kristian: Nacho - Saray

Sonia: Yessica - Saray

Susana: Nacho - Yessica

Gemelos: Álvaro - Yessica

Desi: Nacho - Gemelos

Álvaro: Gemelos - Saray

Raki: Nacho - Yessica

Yessica: Gemelos - Susana

Nacho: Saray - Desi

Saray: Nacho - Álvaro

Creo que nunca había fallado tanto mi previsión baldía de nominaciones. Solo di en el clavo con Nacho, pero esto era demasiado fácil. No me escudaré en que no nominan como querrían, aunque es lo que pienso en la mayoría de los casos. De todas formas, sirven estas nominaciones para conocer abiertamente lo poco que se tragan los gemelos y Álvaro, por ejemplo. O que Nacho, Yessica y Saray están hoy por hoy en el punto de mira de los pelochos y una Raki que no sabrá cómo repartirse si entran Juan Carlos y Giuls. Creo que escupirá de forma espontánea confetis de colores todo el día.

Quedaron nominados provisionalmente Yessica, Nacho y Saray, pero el equipo de supervillanos salvaron a Saray, con el voto particular de Sonia, que prefería salvar a Nacho, su felpudo particular. Es posible que a la tercera sea la vencida y salgan los Montoya, aunque he de decir que ahora mismo quien más me sobra es Nacho. Tanta acumulación de muebles termina atrayendo a las termitas. Y son destructoras, que lo digo yo.

Moleskine del gato

Tras la gala, Sonia empezó a reclutar adeptos a su causa. No es broma, a veces parece que la mayoría asienten sumisos. Sonia hizo una interpretación muy particular y prácticamente irreconocible de lo que le había dicho Igor, y llegó a comentar con desprecio: “¡Que me deje en paz ya!”. Pero ¿dónde se cree que está? Además de esto, impuso su voluntad incluso en el reparto de la comida asignada a Iván. En su despedida el expulsado les dijo a los gemelos de forma inequívoca que les cedía sus galletas. Pues bien, todos asintieron cuando Sonia decía que mejor repartirlas entre todos. ¡Nos ha jodido mayo (con las flores)! Para ella claro que es mejor. Hasta los Montoya callaron.

Mientras tanto, Kristian empezó diciendo que mataría a Igor si llegaba a entrar repescado. Pero al rato cambió el discurso por un suave “a mí no me ha hecho nada”. Esto se pone interesante.