Rappel preocupado por algo que le sugiere Belén Esteban

telecinco.es 16/02/2016 08:44

Anoche Belén Esteban se pasó un rato largo criticando comentarios e informaciones de Kiko Matamoros y Víctor Sandoval durante sus tres días de estancia en la casa. Todo le parecía innecesario, incluso cosas bastante intrascendentes como que Amador Mohedano ha sido noticia por algo relacionado con Maite Galdeano que han contado en el programa en que trabajan todos ellos. Ya lo decía Rosa Benito ayer: "Esto es Sálvame". Pues sí. No veo la gravedad del comentario, que tanto Rosa como la Esteban consideraban como una muestra más de la mala intención que llevaban dos de los tres primeros ‘clientes’ del hotel balneario GH VIP.

La última ganadora de GH VIP tiraba de la crítica a Kiko y Víctor para volver a recordar lo mal que le habían tratado en su programa durante su edición. “Todo Sálvame en contra”, decía. Tal vez no recuerde cierta nota emitida por el programa en la que se decía que debía ganar Belén porque “es una de las nuestras”. Estoy seguro de que se lo han contado, igual que la aparición de su nombre junto al porcentaje mayor de votos de cierta nominación que salvó in extremis, algo que no ha sucedido nunca más, ni antes ni después. Fue atribuido a un error, y así debió ser. Como fuera, un error de esos que pueden beneficiar mucho por su incomparable efecto movilizador.

No es mi intención revisitar el pasado ni me voy a dejar llevar por la nostalgia. Solo me interesa contar esto por dos motivos que ahora mismo conocerá el lector. Primero porque contrasta mucho el papel dinamizador de Matamoros y Sandoval con lo que hasta ahora están aportando Belén e Ylenia, que es más bien nada. Alguien a quien se le llena la boca presumiendo de ir de cara ha llegado a la casa criticando a los anteriores visitantes, pero sin ni siquiera sugerir aquello que ha venido pregonando aquí fuera. Creo que fue en el Límite de hace justo una semana, Esteban calificaba a sus compañeras de Sálvame, Rosa y Raquel, así: “Una estafa como concursantes”. Algo que no se ha atrevido a decirles.

“Ni en Zeppelin ni en Telecinco me han pedido que entre aquí a meter caña ni a hacer nada en particular. Me consultaron si me apetecía y aquí estoy”, decía anoche Belén. Y estar está, eso no se puede negar. Lecturas muy distintas de las razones por las que el programa se ha sacado de la manga esta prueba semanal tan oportuna. Personalmente me parece una genial idea, precisamente porque algunos concursantes están ahí como si vivieran unas vacaciones. Como los mejores concursantes de la historia de este programa, Carlos es un guionista de excepción, ya que fue él quien acuñó el término “balneario” para censurar la pasiva actitud de algunos concursantes. Kiko y Víctor supieron entender para lo que han ido allí. Belén parece que no.

Ayer Belén se levantaba a media mañana y después de desayunar decidía volver a la cama. La seguía en cada paso Ylenia, como si fuera su asistente personal. Me produjo idéntica sensación a lo vivido hace un año. Como digo, gran diferencia entre lo que han aportado unos y, por lo visto, lo que están dispuestos a aportar otros. Solo interrumpió esa siesta matutina el regreso de Rappel, que había pasado unas horas fuera de la casa recibiendo asistencia médica. Imagino que no fue más que una subida de tensión, o algo similar. Por respeto a la privacidad del concursante en temas de salud no hace falta saber más. Belén se levantaba a interesarse por el estado de Rappel. Imaginen quién hacía lo mismo. Sí, la mismísima Ylenia, sombra máxima de Belén.

Y aquí viene la segunda razón por la que he contado el duro juicio que hacía anoche Belén sobre lo hecho por Kiko y Víctor durante sus tres días de estancia en la casa. Algo que ninguno de los presentes discutió, con lo que he de dar por supuesto que están de acuerdo. Alrededor de Belén se encontraban al menos el mismo Rappel, Julíán, Rosa, Raquel, Rafa y Belén Roca. No recuerdo si Ylenia también, aunque me extraña que no estuviera a las faldas de la Esteban. A Belén le parecía muy mal que Kiko Matamoros hubiera llevado información innecesaria del exterior porque podía hacer daño a los concursantes. No debió acordarse entonces de su diálogo con Rappel la noche del domingo, apenas unas horas tras su entrada en la casa.

No vimos la conversación, pero la relataba la noche del domingo un Rappel inquieto. “Me ha dado la puntilla”, decía Rappel sobre Belén, hablando con Julián. Según contaba el adivino, después de que Belén transmitiera tranquilidad porque los familiares de todos están bien, le preguntó de forma específica por los suyos. “¿Han sacado algo de mis hijos?”, preguntó Rappel. Belén torció el gesto y respondió: “No, bien, bien… tú sabes que ‘Sálvame’ investiga e investiga”. Rappel no se explicaba qué tenían que investigar en su caso, y el “pero bien” de Belén lo interpretó como que algo había pasado. “Si yo puedo pensar que alguna cosa ha podido pasar en mi casa me voy mañana mismo. No estoy ni un minuto más”. Julián le animaba a ir al ‘confe’, lo cual hizo.

A eso de las siete de la mañana Rappel volvía a acudir al ‘confe’ y lo siguiente ya lo he contado antes. La sucesión de estos hechos hizo que Belén Esteban estuviera preocupada y se levantase al oír llegar a Rappel. No lo relaciono yo, sino que lo hizo la propia Belén, aunque no pudimos escuchar mucho más cuando empezó a expresarle a Ylenia su preocupación por lo sucedido, teniendo en cuenta su comentario a Rappel la noche anterior. Y aquí es donde cierro esta historia con una reflexión elemental. ¿Cuál es la diferencia entre lo dicho por Belén a Rappel y que Kiko le diga a Rosa que Amador ha sido noticia? Muy sencillo, lo de Kiko a Rosa se la bufa, pero Rappel se quedó enormemente preocupado, y es razonable que así fuera.

Belén Esteban siempre da que hablar, aunque no se lo proponga. También suscita todo tipo de atenciones y gran expectación a su alrededor. Ella se ha ganado no ser una más. Anoche durante la fiesta, que contó con Alex Guerrero como DJ, un nutrido grupo la rodeaba. No es forma de pasar una fiesta, y hasta diría que parece una desatención hacia el DJ. Por eso Liz les llamaba “chupaculos”, particularmente a Sema, que pasaba ratos con el grupo reunido en torno a Belén en los sofás. Se desmarcaban claramente de ese grupo Liz, Charlotte y Carlos. Alejandro andaba por ahí suelto, y Laura seguía en cama con fiebre. Más o menos esta es la composición de lugar durante la fiesta.

“Chupaculos maricón”, decía Liz sobre Sema, hablando con Charlotte. La fiesta descafeinada nos dejó una conversación tan fugaz como interesante entre la dominicana y la argentina. La relación entre Charlotte Caniggia y Belén Roca no pasa por su mejor momento. Es interpretable si ha sido Charlotte la que ha marcado distancias con Belén o justo lo contrario. En todo caso, anoche no vi a las dos juntas durante casi todo el tiempo que duró la fiesta, lo cual aprovechó Liz para advertir a Charlotte de forma sutil sobre la compañera de ambas. La respuesta, algo enigmática, de la argentina fue que hablaban el jueves, después de la expulsión. Liz, Alejandro y Carlos lo comentaban un día de estos. “No me fío de Belén”, comenzaba diciendo Liz y destapaba con ello el tarro de las esencias para descubrir que ninguno de los tres presentes se fía de la gallega. “Es un conejito escondido. Siempre al sol que más calienta”, apostilló Carlos, dando en la diana, como acostumbra.

La urgente radiografía de Carlos a Belén Roca me parece precisa y acertada. Esta concursante ha demostrado ser de un camaleonismo sorprendente. En cuanto vio expulsada a su amiga Lucía se desmarcó del grupo, iniciando aproximación a Laura. Esta semana hace buena pareja junto a Rappel como directores del balneario. Está donde quiere estar, y no me cabe duda alguna de porqué es de esas personas que no soportan estar en el grupo perdedor. Como estrategia de juego es respetable, aunque discutible. Ahora bien, esto mismo puede hacerse con mayor o menor decencia. Digamos que Belén no parece preocupada por eso.

Solo a modo de ejemplo, haré referencia a algo intrascendente sucedido la tarde de ayer. Carlos hablaba de Lima, capital peruana donde reside desde hace un tiempo después de haber salido de España al no encontrar trabajo en televisión, donde pasó de presentar programas de éxito a la nada, así de la noche a la mañana. También hablaba de su novia peruana y respondía a las preguntas de Belén Esteban. Como haría cualquier novio decía que es muy guapa y contaba que está operada de los pechos porque “nació con pechos pequeños”. Carlos casi siempre me hace reír con sus explicaciones. Solo contestaba a lo que le habían preguntado. Sin más. Sin embargo, el comentario de Belén Roca a Charlotte en el baño fue, más o menos, este: “Está diciendo ahí unas tonterías Carlos…”

Por todo lo que acabo de contar, me parece que sería una pena perder ahora mismo a Liz. No me gusta como juega, algo que he repetido varias veces ya. Además, arrastra la rémora del recuerdo como concursante en su edición. Pero, a decir verdad, Liz ahora mismo aporta mucho más al juego que Laura o Rappel, también nominados. No está la cosa como para perderse tramas y Liz puede garantizar movimiento como ningún otro habitante de esa casa. Su posible alianza con Charlotte, aplazada hasta el jueves, se me antoja muy interesante. Charlotte es cualquier cosa menos tonta. Enseguida se dio cuenta de lo que iba cada uno, y a los dos días de entrar ya sentenciaba con gran sensatez y precisión.

Hasta anoche, Charlotte no había tenido una buena relación con Liz porque al día siguiente de entrar en la casa la pilló en la cocina llamándola “rubia choni”. Lo primero es de bote, como es sabido, y sobre lo segundo he de decir que puede serlo, pero con clase. En caso contrario no justificaría sus generosos escotes con una frase lapidaria como esta: “Lo que no se muestra no se vende”. Me tiene ganado con cosas así. Espero con ansia que Charlotte salga del bucle al que había entrado con su “cuñi” Belén Roca. No le hace ningún favor esa insípida alianza, que en realidad es como ir de la mano de un posible enemigo futuro. La falta de fidelidad y el cambio interesado de amistades hacen que Belén sea de poco fiar, como queda patente que piensan algunos de sus compañeros. Personalmente, me parece un personaje siniestro del que huiría hasta perder el aliento.

La noche del domingo me pareció que Rafa Martín era un poco entrometido, además de equivocarse en la forma que entró, atacando de forma tan precipitada a Sema, lo cual él mismo ha reconocido. Ayer me quedó claro que es Ylenia la responsable de esta idea, y reconozco que ignoro la razón. Ella dice que ha descubierto lo calculador que es después de pasar diez minutos con él en el ‘confe’. Otras cuitas de Ylenia con el exentrenador de Sema son que le preguntase ayer a Belén Esteban si su “ami” tiene algún “problema con la fiesta”. Reconozco que esta historia me tiene bastante despistado, y dudo mucho que vaya a tener tiempo, y ganas, de descubrir lo que hay detrás.

Pasando del enfrentamiento entre Ylenia y Rafa, que en principio no han entrado ahí para discutir entre ellos. Sema lo lleva mejor de lo que parecía, entre otras cosas porque cualquier cosa que le garantice un vídeo en prime time le hace feliz. De Rafa me llama la atención un secreto (así lo llamó él) que reveló anoche en la casa. Al parecer, lleva desde 2008 sin probar el alcohol, lo cual confesaba con una copa en la mano. Y es aquí donde este humilde cronista pliega y da por cerrado el relato de hoy. ¿Qué diablos piensa Rafa? Estoy atónito. No me pregunten por qué, pero hacía tiempo que no me pasaba algo así. No entiendo nada sobre alguien y ninguna gana tengo.

Moleskine del gato

Dice Alejandro: “A mis tres novias las he hecho mías”. Lo tuvo que explicar porque Ylenia se lo requirió. “Que solo las he tocado yo”. ¡Por los clavos de Cristo! Llévame pronto, señor.

“And the winter is…”, decía anoche Liz emulando a los presentadores de la gala de los Oscar. Bueno, con alguna pequeña confusión, pero más o menos. Esto y el “sin ton ni sol” que escuché en el concilio formado en torno a Belén creo que son las frases del día.

Y dejo cartelera, con Belén Roca en la continuación de ‘Una rubia muy legal’. El título debe ser ironía. O algo.

[Montaje por Montse Juanilla]