Las tres revelaciones

telecinco.es 08/04/2013 09:56

En este Gran Hermano casi imposible de analizar, las situaciones se suceden y parece necesario encomendarse a la providencia para poder interpretar lo que sucede. La manida frase de los malos no son tan malos y los buenos no son tan buenos encaja con dificultad y hasta me permitiría trasformarla en otra similar: Los malos no son tan buenos y los buenos no son tan malos. Hay concursantes que ahora parecen héroes y tornan en villanos un par de horas más tarde, e igualmente podemos ver a dos de ellos enfrascarse en una discusión para terminar después compartiendo jacuzzi relajante y reparador. Que lo compre quien lo entienda.

Este fin de semana se han descubierto en Guadalix las tres revelaciones. Si nos empeñamos un poco podemos dejar en nada las de Fátima, no digo más. La primera revelación es que Noe llevó un doble juego en la casa, o más bien diría un juego múltiple de correveidile sin pudor ninguno por traicionar a los afines. Son lo que técnicamente calificó la propia concursante como impulsos momentáneos. En un alarde de intuición, ahora descubren sus compañeros los impulsos de Noe.

Tiene mérito que hayan pasado semanas desde la expulsión de Noe para que en la casa terminen descubriendo ese juego peligroso de deslealtades improvisadas. Ya parece sorprendente que lo hagan cuando ella ya no está, pero aún más que hayan pasado tanto tiempo engañados tras su salida de la casa. Esta primera revelación da relieve e interés a la posibilidad de que se produzca una repesca, como ha sucedido en las últimas ediciones. En caso de volver el pequeño poni algunos tendrán ocasión de aclarar con ella más de una cosa.

La segunda revelación tiene un origen aparentemente sobrenatural, aunque no descarto que se haya producido una filtración más, de las muchas que hemos visto en una edición donde el factor de aislamiento ha sido reinterpretado, lo cual espanta a los puristas del programa. La fórmula de ir incorporando nuevos concursantes durante semanas hace mucho más permeable esa casa y facilita que se introduzcan informaciones que en otros casos habrían de esperar a la ya mencionada repesca para conocerse ahí dentro. Ni que decir tiene que las llamadas de familiares y amigos contribuyen a ese flujo insólito de información.

No sé bien, por tanto, si cuando Susana dice el sábado que frente a los grupos grandes ella prefiere los pequeños, como “susargi”, está coincidiendo milagrosamente con la forma en que se ha dado en llamar aquí fuera su asociación con Argi o sencillamente está reproduciendo algo que ha conocido por la permeabilidad comentada. Escuchar a esta concursante hablar del ‘susargismo’ resulta impactante, pero no es lo más importante de este segundo misterio de Guadalix. Lo relevante es que Susana y Argi son conscientes al fin de que hacen grupo, y que en Gran Hermano los grupos pequeños pueden contar con ventajas.

Susana y Argi se han podido dar cuenta de que en este concurso basta con tener un aliado. Con uno basta, y que sea solo uno puede ser providencial si esa asociación de dos tiene la inmensa suerte de que toda la casa se ponga en su contra. Estoy seguro de que esto sonará a muchos seguidores. Con enorme torpeza, los demás no parecen haber apreciado lo poco que les conviene hacer piña contra ellas, aunque en alguna ocasión se les ha tenido que pasar por la cabeza la idea de que sentándose en el balancín teniendo al otro lado a Susana y Argi es físicamente imposible no salir despedido. Hablemos del ‘susargismo’, hombre ya. El ‘susargismo’ va a llegar. Dejadme hablar (homenaje a Iván ‘Manero’ homenajeando a Fernando Arrabal en una noche memorable).

Si la asociación de estas dos concursantes era potente lo puede ser mucho más una vez son conscientes del poder que pueden atesorar juntas, con la inestimable ayuda de unos compañeros incapaces de hacer una lectura correcta de esta situación. Pero no todo es un camino de rosas, porque en medio de ellas dos se ha cruzado un personaje tóxico donde los haya que amenaza al ‘susargismo’. Si Susana hiciera caso a los consejos de su madre no dudaría en apartarse de un tipo como Gonzalo, lamentable protagonista de la tercera revelación del fin de semana. Por lo visto, no está del todo decidida a seguir esos consejos, y tras la bronca que tuvo Gonzalo con Argi este sábado se volvía a dejar comer el cuello, mientras su amiga compartía jacuzzi con Carlos. Nos van a volver locos a todos.

La última es una revelación a medias porque muchos ya lo habíamos visto, pero este sábado quiso el destino que los gemelos Montoya, y muy en especial Gonzalo, se retratasen definitivamente, provocando una reacción sin precedentes en la historia de este programa. El tercer misterio diría algo así como que los gemelos son peligrosos y añado yo que más intrigado me tiene el hecho de que la mayoría de la audiencia pudiera no haberse dado cuenta. En este caso los torpes y lentos seríamos nosotros. Si hacemos caso a la encuesta, que vuelve a batir récords de participación esta semana, la audiencia decidirá esta noche la expulsión de Miriam. Parece increíble estando nominados Gonzalo y Carlos.

El sábado Gonzalo pateó un puf en el cuarto de baño, levantó la voz y la mano a Argi, comportándose como un tipo peligroso. La reacción entre comunidades de seguidores del programa y en redes sociales ha sido tal que desde entonces se ha venido manteniendo como tema del momento el hashtag #GemelosExpulsiónDisciplinaria. A las horas que escribo esto, al alba de este lunes, sigue siendo el tema más destacado, manteniéndose así desde hace más de treinta horas, caso absolutamente insólito.

Escribió Orwell en 1984, la novela donde aparece por primera vez el término Gran hermano: “Si quieres hacerte una idea de cómo será el futuro, imagina una bota aplastando un rostro humano incesantemente”. Me acordé de esa cita al ver a Gonzalo pateando un puf delante de un pasivo Carlos y ante el pasmo de dos mujeres: Susana y Argi. El odio y la maldad depositada en esta última por parte de los dos hermanos da hasta pavor. Aunque no es ella la única que podría sufrir en sus carnes la inquina de un personaje siniestro capaz de provocar la repulsa de tantos seguidores que piden su expulsión por violento. El otro día le escuché decir que pretendía hundir psicológicamente a Anabel. ¿Qué clase de persona puede querer algo así? Y aún digo más: ¿Quién es el descerebrado que puede decirlo? Tiene nombre y apellido: es Gonzalo Montoya.

Ninguna broma con esto porque las peticiones de sanción no son nada descabelladas. A su tocayo Gonzalo, el actor argentino que se creía “un puto titiritero” en GH 11, le expulsaron por patear una silla mientras voceaba como un loco. Tuvo mala suerte de que la silla casi se estampa contra Pilarita, aunque igualmente podría haber recibido sanción, no en vano la hubo para Siscu, que no mostró violencia contra las cosas y fue nominado directamente por el programa. La violencia contra las cosas, e incluso la verbal, infunde tanto terror como la física, razón por la cual está prohibida por las normas del programa.

No quisiera exagerar ni cargar las tintas, pero en algún momento llegué a temer porque las cosas llegaran a más, lo cual me consta que fue un temor compartido por muchos, empezando por el realizador que mantuvo el plano in extremis hasta que el riesgo de que llegaran a las manos era patente. Gonzalo es tipo tóxico y peligroso, capaz de acusar a Argi de ser su cáncer en la casa sin reconocer que está ahí gracias a haber tenido un rollo fugaz con ella hace dos años. Desde que entró en la casa la ha sometido a una especie de tortura psicológica en la que insistía el mismo sábado durante la bronca, al decirle que no la quiere nadie en la casa y solo tiene a Igor como confidente. En estos casos me impresiona más que la violencia del personaje en cuestión la pasividad del resto. Ni siquiera a Igor, supuesto confidente de Argi, se le revolvió el estómago tanto como a mí, porque en caso contrario habría censurado la escasa hombría de este personaje en lugar de ocuparse y preocuparse por salir indemne del trance.

Para quienes no vieron lo sucedido contaré que Argi fue al baño para preguntar a los gemelos si tenían intención de nominarla, según alguien le había comentado que podía suceder. Es un error contar algo así sin querer decir quién le ha hecho tal confidencia. No es extraño que Gonzalo muestre su enfado y quiera preguntar en el grupo quién lo ha dicho, cosa que ella intenta impedir cogiéndole por el brazo. Hasta aquí solo puedo poner objeciones a la actitud de Argi. El problema es que Gonzalo responde de forma agresiva, lo cual no se puede justificar en ningún caso por el consumo de alcohol.

Los gemelos estaban convencidos de que fue Igor con quien habló Argi y este no atiende a otra cosa que intentar quedar bien con Carlos y Gonzalo, dejando claro que él solamente había defendido a Argi en una conversación con ellos y luego se lo había comentado a Argi. A pesar de que mi interpretación puede no coincidir con la de la mayoría, creo que no fue Igor sino Kristian quien le contó a Argi que los gemelos hablaban mal de ella y pensaban nominarla, aunque ella no lo llega a confesar nunca por no traicionar al pelocho. Toda la casa, excepto el propio Kristian y Argi, se quedan convencidos de que todo ha venido por Igor, lo cual también provoca que este desconfíe de Argi y crea que todo ha sido un malentendido.

Pienso esto analizando el papel de Kristian durante todo ese rato. Primero parece disfrutar del comienzo del espectáculo diciendo en voz baja: “¡Que vengan, que vengan!”, como satisfecho de ver comenzar el espectáculo. Cuando ve que la cosa pasa a mayores hace mutis por el foro y no interviene. Ya en el jardín, tras un nuevo impulso violento de Gonzalo, decide ponerle los puntos sobre las íes a este y le acusa de estar siendo poco hombre apelando a que no se puede hablar así a una mujer. ¡Albricias! ¡Alguien lo dijo al fin! Luego habla con Argi y es el único que le muestra su apoyo.

En esa conversación entre Kristian y Argi es cuando entiendo que la pregunta a los gemelos en el baño ha venido por algo que habían hablado estos dos. Y entonces me cuadra todo. Me explico la zozobra de Igor, aunque no entenderé jamás que le preocupe más salvar su culo que defender a su amiga e indignarse porque delante de él se trate así a una mujer. Me explico también la reacción primera de Kristian, preparándose para asistir al espectáculo y todo lo de después.

Sea como fuere, hay una cosa clara. Solo Susana estuvo al lado de Argi y sacó la cara por ella en un principio, aunque luego hiciera la guerra por su cuenta. No sé si hizo esto conscientemente o no, pero está claro que fue útil porque al permanecer el resto de la noche escuchando al “enemigo” pudo enterarse de algunas cosas que luego compartió con Argi. Por ejemplo, la desconfianza de un Igor que parecía querer despegarse de ella ante los demás, aunque al final se ofreció para consolarla e incluso le ofrecía dormir con ella. El padre Igor, más conocido como ‘el consolador’, atacaba de nuevo. Por su parte, solamente Kristian rechazaba la actitud de Gonzalo, algo que sorprendentemente los demás evitaban. Lamentablemente, el resto de concursantes preferían mantenerse al margen, asistiendo como espectadores a algo que estaba sucediendo en su casa, escasos metros más allá de sus narices.

Y luego está Raki. Ay, Raki y su mundo particular. Esta es la típica concursante que gusta a los que no ven Gran Hermano. No se interprete algo distinto a lo que digo. Está claro que también gusta a muchos que siguen el programa en profundidad. No tomen la parte por el todo. Digo que este tipo de concursante suele gustar a los que no lo ven, tan solo eso. Esa noche se iba detrás de Gonzalo tras su segundo impulso violento de la noche, primero del que eran testigos todos, y lejos de tranquilizarle o censurar su lamentable actitud, se dedicaba durante una hora a excusarse por haberles nominado hace un par de semanas, por lo que ahora parecía sentirse “de mal”. Precisamente en ese momento. Por cierto, dejo testimonio gráfico en modo vídeo del momento patada al puf en el baño.

Si la reacción de Raki en la bronca no tiene explicación, mucho menos que Sonia se pase días expresando sus recelos hacia ella a sus espaldas y anoche se dieran abrazos como si no hubiera pasado nada. Esto último pasó en medio de la brutal campaña que hace cada domingo y lunes Sonia para evitar que la nominen. En este caso estaba en el dormitorio junto a Miriam y Raki, incorporándose después Yessica. Quiere esto decir que al haber visto a Raki despegada de ella estos días temía que la fuera a nominar. Todo el esfuerzo por evitar un solo voto. Es realmente admirable.

Lo más curioso es que Sonia da la chapa durante más de una hora a dos supuestas amigas que se sorprenderían si supieran la verdad de lo que les está contando. Seré claro: Sonia va de lista y no se entera de la misa la mitad. Ni sabe bien qué pasó con el pacto de Noe, Argi y Susana para nominarla, ni se había enterado de lo que pasó la noche anterior, ni creo que interpretara bien las palabras de su hermano sobre la estrategia en la llamada del lunes pasado. Un fiasco.

El viernes toda la casa puso las cosas sobre la mesa a Anabel y Desi. Comenzó Susana y tras ella fueron los demás y salió de todo. Bueno, casi. Es curioso que les comentaran tantas cosas y nada sobre el problema de higiene personal que afecta a las dos y tan traumatizados les tenía un día antes. Sacaron desde su charla de sastre (no pararon de hacer trajes) la noche anterior en el jacuzzi, el “acoso” de Anabel a Igor, la falta de compromiso con la prueba (que no han superado, en parte por ellas) y otros tantos reproches. Pero nada de la aversión a la ducha que parecen tener. Solo Sonia lo dijo de pasada: “relájate, date una ducha...”. Así, como quien no quiere la cosa.

Moleskine del gato

Miriam le pregunta a Sonia la razón de la separación de sus padres y esta responde que una infidelidad, tras lo cual añade: "¿No te dije que está como una maraca?". No debo decir nada más.

Raki ha llevado puesto durante una semana el pijama de Juan Carlos. No sé si achacar a eso que defienda el buen karma en la casa casi como Zulema (GH 12+1) acudía al ‘chi’. Por fin se ha decidido a lavar el pijama, no sé si eso le vendrá bien para lo suyo.

Esta noche tenemos una fiesta. Hay una gala en la que no hace falta añadir interés alguno fuera de lo que supone una expulsión clave, ver si se responde a las peticiones de sanción a los gemelos peligrosos y resolver las dudas que plantea una ronda de nominaciones en la que Anabel y Desi tenían todas las papeletas hasta la madrugada del sábado al domingo. Sospecho que algunos pondrán la situación provocada como excusa a la hora de nominar, y si no son expulsados antes los Montoya mucho me temo que las víctimas serán de nuevo Argi y Susana. ¿He dicho me temo? ¡Feliz gala a todos!