Señores Reyes Magos

telecinco.es 15/12/2016 09:47

Hoy voy a escribir la carta a sus majestades, los Reyes Magos. No pido nada para mí, sino para los concursantes de esta edición de Gran Hermano que está a punto de terminar. Ha sido una edición mágica para unos y maldita para otros. Nunca llueve a gusto de todos. Lo mismo pasará con mis regalos, seguro que alguno quedará descontento. Lo bueno que tienen los regalos que traen los Reyes es que no hay a quién reclamar. Ellos solo vienen de año en año y el próximo más vale no rechistar, no sea que nos traigan carbón dulce. O carbón a secas.

Antes de esto que anuncio un apunte de ayer. Estos días, como corresponde, andan en plan nostálgico, dedicados a recordar en muchos momentos cosas vividas en estos tres meses dentro de la casa. El filtro de la memoria es casi siempre generoso y tendemos a recordar más y mejor lo bueno. Por eso la mayoría de cosas rememoradas estos días son agradables y contribuyen a idealizar la experiencia vivida. Tiempo habrá para reabrir los conflictos, esta misma noche, sin ir más lejos.

Meri ha recordado, por ejemplo, cuando Pablo entró por sorpresa en el cuarto de lavado justo al terminar Miguel de descapotarse delante de Clara por primera vez. Miguel no sabía que Pablo estaba convencido de que los dos encerrados en ese cuarto tenían la misión de robar cosas a los demás, y por eso quiso entrar para pillarles con las manos en la masa. A Miguel le hizo gracia enterarse a estas alturas.

El propio Miguel y Bea también han revelado cosas no conocidas, como el episodio de la sal en el agua que hubieron de ingerir algunos por capricho del grupo mayoritario. Bárbara se llevó la peor parte, porque su probeta contenía más sal que la de los demás. También vimos casi vomitar a Adara tras beber aquello. Igual que Pol o Meri. Esta última supo ayer que la sal no la había puesto el programa, sino que fueron ellos los graciosos (entre comillas) que añadieron ese regalito (también entre comillas). No le hizo mucha gracia a Meri. Si esto mismo lo llegan a hacer los que fueron víctimas en este caso, imagino que los otros habrían puesto el grito en el cielo al salir.

La tesis que le hemos escuchado a Clara, con la que estoy bastante de acuerdo, es que las bromas se gastan a los amigos, mientras que si se gastan a quien no lo es se trata más bien de una putadita. Pues bien, respondiendo a ese criterio, lo del agua con sal sería una putadita a la que bien podríamos apear el diminutivo. Lógico que a Meri no le haga gracia, es otra de las condiciones de una broma: ha de ser graciosa. En este caso solo se rieron los de un lado, mientras que en el otro lo sufrían y buena parte de la audiencia sentíamos rechazo por esas estupideces.

Y ahora sí que me voy a imbuir por entero en el espíritu de la Navidad. Prometo ser justo y benéfico, como decía la Constitución de 1812 que tenían que ser todos los españoles. Espero que les gusten mis deseos en forma de regalo.

Señores Reyes Magos, por la presente os pido que hagáis llegar estos regalos a las siguientes personas, todos ellos concursantes de Gran Hermano 17. Si no estuvierais de acuerdo con alguno de los regalos podéis sustituirlo por algo que vosotros veáis. Estos no son más que mis deseos, en su mayor parte bienintencionados. Que tengáis buena jornada de trabajo en fechas venideras y un plácido descanso durante la mayor parte del año 2017. Os podéis fijar en ‘tumbaíto’ Rodrigo y tomar nota de sus mejores posturas para descansar sin estar cansado, que viene a ser lo que hacéis vosotros la mayor parte del tiempo. Sin otro particular, os saluda atentamente este gato generoso.

Para Álvaro pido un asesor de imagen que limpie su armario y evite que siga pareciendo un payaso sin serlo. Y un monte en el que perderse sin que nadie le deje allí abandonado.

(Lo sé, lo sé, la cosa no ha empezado bien. Voy a ver si levanto esto un poco).

Para Pablo pido una casa que sienta como suya, otro reality en el cual disfrutar un poco más de él, muchos suscriptores en YouTube y que conserve su maravillosa inocencia. Con muchos como él querría yo un Gran Hermano.

Para Candelas pido un recopilatorio en vídeo de sus peores imitaciones y otros veinte con las mejores. También un vídeo de la boda de su hermana en 3D y con Dolby Surround. Y más vídeos haciendo lo que sea. Muchos vídeos para repartir. ¡Que haya vídeos para todos!

Para Montse pido una vacuna contra los prejuicios y para aceptar la bendita ordinariez, pero no para ella, es para que pueda ir repartiendo. Y un peluquero que deje de hacer experimentos en cada gala. Ya nos hemos dado cuenta de que tu pelo lo aguanta todo, ahora toca ir decentemente peinada.

Para Fernando pido el libro “Mantener la boca cerrada para Dummies”, con un capítulo extra escrito para la ocasión que se titule “Si va a ser para hacer daño mejor no estropees el silencio”. Y un Blu-ray de la película ‘No hay dos sin tres’ porque nunca se sabe si habrá otra oportunidad.

Para Rebeca pido una camiseta que ponga “Yo también estuve en GH 17”. Un polígrafo que la crea cuando vuelva a decir el nombre de su concursante favorita. Y unos tapones para los oídos con los que evitar escuchar cuando la insulten por tontear con chicos que no tienen pareja. Y con los que sí la tienen también.

(Conste que lo estoy intentando. Los regalos han de ser buenos. Lo voy escribiendo cien veces, a ver si se me queda grabado en la mente).

Para Pol pido el combate por él más deseado, un kit de defensa para la pareja y un detector de rompeparejas al acecho. También el abono a una televisión de pago para que pueda usar mucho el mando a distancia.

Para Bárbara pido mucho consuelo por la irreparable pérdida. Y un GH VIP. ¡Ya!

Para Noelia pido un rosario para contar las veces que le viene el ASMR. Y muchos susurros a su paso para que venga muy seguido. También que tenga pronto un montón de buenos alumnos.

Para Clara pido mil razones para no alterarse. Un saco de la risa porque gana mucho cuando sonríe. Y que a partir de ahora solo se encuentre calabazas por Halloween o trituradas en una rica crema.

Para Simona pido un vinilo para la pared del salón de su casa que ponga “Gracias por venir”, y otros tres con “Vuélvelo a intentar” para que se los reparta a Cris, Laura y Michelle, los tres no concursantes que habitaron la casa de Gran Hermano 17.

Para Adara pido la repetición de la jugada, que todo vuelva a empezar y tenga ahora un mejor final. También una pareja que la defienda siempre. Y que no se encuentre nunca gente tan pe-sa-da.

Para Alain pido un trono y mucha suerte. También una visita al polo norte y otra a un país tropical para que aprenda a diferenciar el frío y el calor. Y una larga vida llena de errores, si son todos tan agradables como esos tres que yo me sé.

Para Miguel pido el maletín de la señorita Pepis para que siga disfrutando con sus cremas y potingues. Un secador de pelo por si le hiciera falta algún día, que el anterior quedó un poco perjudicado. También una nueva vida llena de alegrías y comprensión. Y a ser posible que sea de verdad.

(Aquí sí que me he lucido un poco. Al final va bien la cosa).

Para Rodri pido un camión de Ikea con un sofá, un sillón de orejas, una cama nido, una chaise longue, un tú y yo, una hamaca, una tumbona de playa y otra de jardín. Ah, y cuidado con el transporte, no sea que se equivoque y vaya a llevarle a él de vuelta a la tienda.

Para Bea pido una vacuna para antichonis, tarima fija en su disco preferida, seguidores de Instagram con sangre en las venas y un admirador que le esté repitiendo todo el rato “sé tú misma”. Ni tiqui tiqui, ni toco toco, conociendo a la naranjita original se rechazan las imitaciones.

Para Meri pido un traje de enfermera y un sitio donde ejercer. También un bono para que elija si prefiere una clase de francés o un francés con clase. Y, ya puestos, un bonito maletín con premio dentro.

Moleskine del gato

Esta noche tenemos una fiesta. No sé si se puede decir que será la penúltima de la temporada, pero como todo el mundo lo sabe o lo intuye, yo ya lo he dicho. A saber por dónde nos llevará hoy Jorge Javier Vázquez, maestro de ceremonias y anfitrión nuestro cada jueves. Se me vislumbra que va a ser por el terreno del mal rollo y reapertura de heridas que creíamos cerradas.

Esto es como comer pipas: No parece buena idea hasta que te pones, luego ya no puedes parar y quieres más. El conflicto alimenta nuestras almas de espectador malvado. No hay nada como un gran hermano fratricida, lo tengo dicho. Además, tendremos la última salida antes de la final. Quisiera que se fuera Rodri, el ‘tumbaíto’. Me temo que será Miguel. ¿Qué más puede salir mal?