Tremenda discusión entre Aly y Aylén

telecinco.es 22/03/2017 09:38

Hoy solo hablaría de la matadora italiana en la patineta si no fuera porque anoche se enzarzaron Aly y Aylén en una discusión de tono bastante elevado, a lo cual le siguió el arrebato de Aylén contra Elettra a cuenta de la prueba. Elettra intentó dormir a la puerta de la sala polivalente para asegurarse de que volvía a entrar a pedalear después de que se reabriese el acceso a la misma tras la fiesta que daba la bienvenida a la primavera. Nadie estuvo de fiesta. Salvo unos bailes al principio, sobre todo por parte de los gemelos brasileños, el resto del tiempo había otras cosas que les importaban más. La noche resultó ser épica, sin ninguna duda la noche de esta edición VIP, con mayúsculas.

No me canso de repetir que la prueba de la patineta es maravillosa. Nos está dando momentos de Gran Hermano en estado puro, lo cual no sé cómo agradecer. La gran clave es que es una prueba casi sin reglas. Quienes se enfadan porque Elettra coja ventaja de una forma u otra no se dan cuenta de que no está haciendo nada ilegal. Es decir, no hace nada que la prueba prohíba. Todos podrían hacer lo mismo, para lo cual tendrían que quedarse sin dormir.

Después de anunciar que renunciaba a la lucha con Elettra, vimos a Marco volver a pedalear avanzada la madrugada, no sin antes pasar por el ‘confe’ para preguntar si Elettra podía dormir tras la puerta que da acceso a la sala. Antes le había parecido igualmente mal que esperase delante de la puerta. Todo le parece mal por una única y simple razón: está perdiendo la batalla. Y lo está haciendo porque Elettra está siendo más lista, y más constante. No hay otra. Tras abrirse la sala una vez finalizó la fiesta entraron Elettra y Aly. Marco y Aylén montaron en cólera porque las dos ocupasen la patineta, no dándole opción. Pero un rato antes, el propio Marco acordaba esa misma estrategia con Aylén y Daniela.

Marco poniendo el grito en el cielo escandalizado por la estrategia de Elettra, siendo exactamente la misma estrategia que pretendía poner él en práctica. Simplemente se adelantó, fue menos perezosa y le salió bien la jugada. Marco decía que era indigno y él no iba a caer tan bajo, pero los que estábamos asistiendo a esta madrugada épica sabemos que pensaba hacer eso mismo, pero no pudo. Lo más gracioso es que Marco calculaba anoche antes de reanudarse la prueba que Elettra le sacaba una ventaja de unos 15 kilómetros. Bendita inocencia, porque tienen que ser muchísimos más. Desde el domingo por la noche, Elettra había hecho aproximadamente 454 kilómetros. Más o menos la distancia que hay de Madrid a Alicante y unos 40 kilómetros más. Marco ni se acerca a esa cifra.

Diría que por mucho que apretase ahora Marco le sería difícil alcanzar a Elettra. Por eso hace bien ella en dormir encima de la patineta. Ha llegado a eso por la obsesión que tiene de ganar el privilegio prometido. Se ha obcecado en ello y es consciente de que si se le mete algo entre ceja y ceja lo hará. Es inútil que nadie le dispute ese privilegio, y Marco lo sabe, o lo sospecha. De ahí su frustración y su rabia. La pareja montajista ha estado a punto esta madrugada de entrar en combustión espontánea. Marco por ver que va a perder su particular enfrentamiento con Elettra. Aylén por el odio que le tiene a Aly.

Está claro que a Marco le preocupa más perder con una mujer que no disfrutar del privilegio, que todos sospechan pueda ser la inmunidad. Tanto es así que sus argumentos para justificar el más que seguro fracaso en la prueba son sexistas. Dice que si fuera un hombre quien se hubiera acostado delante de la puerta que conduce a la prueba hubiera peleado para entrar antes que él. Pero ser una mujer le da a Elettra una ventaja porque él es un gentleman y no pelearía de esa forma. Excusas de fracasado y nada más. El ‘doctor amor’ es insultantemente machista. Lo demuestra en su relación con Aylén y también ante su lucha con una mujer por ganar esta prueba.

Otra de las excusas que pone Marco es relativa a la supuesta ayuda que está teniendo Elettra. Se pone la venda antes de la herida porque sospecha que no va a ganar a su compatriota. Dice que ella tiene la ayuda de tres personas: Aly, Irma y Emma. Sin embargo, a él solo le ayudan su novia Aylén y Daniela. No es cierto porque Emma no se entera de nada y si se entera disimula y hace que no. Irma, por su parte, es la que más está pedaleando tras Elettra y Marco, porque ella ha demostrado tener gran disposición, así como ser constante y trabajadora en todas las pruebas. Elettra solo tiene la ayuda de Aly, aunque pueda venirle bien en alguna ocasión que Irma no haya tirado la toalla.

Es Marco el que tiene asistente personal, que le lleva cojines a la sala de la prueba, le hace masajes cuando descansa y está dispuesta a sentarse a hacer kilómetros perdidos por fastidiar a Elettra y que pierda turno. Se lo reconocía ayer a Daniela. No lucha por ella sino para ayudar a Marco. Es gregaria de su novio de la misma forma que la propia Daniela. Marco tiene, por tanto, dos gregarias, mientras que a Elettra solamente Aly le hace esa labor porque quiere que Elettra gane el privilegio. Pero ni por esas le saca ventaja Marco a Elettra. Y eso es lo que le tiene amargado. Por eso arremete contra la estrategia que Elettra ha elegido en esta particular guerra, aunque sea la misma que él había planificado.

No estaría yo tan preocupado por lo poco que está durmiendo Elettra desde que volvió de Brasil. Esta madrugada celebraba que Marco se había cansado y marchó a dormir diciendo en voz baja al micrófono: “Tres días sin dormir y estoy fresca como una rosa linda”. Prometo que este gato insomne ha dormido menos que Elettra en estos días y estoy en mi sano juicio. Más o menos. El cansancio y el sueño le llegarán a Elettra cuando pase la gala de mañana. Eso sí, estará rendida, pero con el privilegio de la inmunidad que le da el paso directo a la final.

Aylén entró en cólera cuando vio que se habían sentado en la patineta Elettra y Aly al reanudarse el pedaleo. Este fue su fino y educado discurso: “Qué perra en celo es, guarra de cojones. Es que te tiraría de los pelos, te lo juro. Guarra di merda. Maldita, maldita, eres maldita de alma, te jodes en tu amigo. Maldita perra, guarra, asquerosa, ordinaria, bruta, mala”. Supongo que se refería a Aly. Luego le pedía ayuda a su novio: “Ponme un broche en la boca porque lo necesito”. Amenazaba con resetearles el contador (cosa que hizo después), pateó el edredón y la almohada que Elettra había dejado en el suelo a la puerta de la sala polivalente y volvían entonces los sapos y culebras a su boca: “Asquerosa de mierda”.

El reseteo de kilómetros sí está bordeando lo tolerable en la prueba, aunque el texto que la explica no diga nada sobre eso. Elettra se bajó de la patineta al poco de entrar tras la fiesta y fue a la cocina a por algo para comer. Hizo mal en no pedir al ‘súper’ que tomase nota del contador y resetearlo después, como deben hacer cada vez que salen de esa sala. Aylén aprovechó la visita de Elettra a la cocina para tomar su sitio en la patineta, empezando a pedalear siguiendo el conteo en marcha. Aly y Elettra llevaban poco más de 3 kilómetros y finalmente Aylén se levantaba y reseteaba ambos contadores. En este caso mal por las dos partes. Por cierto, fue Daniela quien sugirió que aprovechasen la salida de Elettra para ocupar su lugar. Es la mano que mece la cuna, lo tengo dicho.

Este es el panorama, amigos. La enérgica reacción de Aylén, mostrándose como los que siguieron el reality chileno en el que se dio a conocer la conocen, no fue solo por la prueba. Que su novio esté perdiendo posibilidades de plantarse en la final puede preocuparla, pero el motivo de tanta inquina es otro. Un rato antes de todo esto que cuento sobre la prueba, todavía en medio de la fiesta que nunca fue tal, Aylén y Aly tenían una agarrada importante, como dije al principio de este escrito.

La discusión empezó por un malentendido a cuenta de algo que había comido Antonio, pero eso también daba igual. Había ganas de enfrentarse a Aly. La argentina necesitaba decirle algunas cosas que lleva tiempo callando. Lo mismo en el sentido contrario. Ya hemos visto que algunas de esas cosas eran improperios impropios de alguien que se nos ha vendido como un ejemplo de educación y buenas maneras. Nada de eso, por lo que esta anoche pasada hemos podido comprobar.

Después de la discusión Aylén arremetía contra Aly por la bebida. Ya la había acusado de beber demasiado (cosa imposible con el alcohol que les dan en las fiestas) y había vaciado lo que quedaba en las botellas. Es un clásico de Gran Hermano, especialmente del VIP. “Lo hace para joder, ¿no han visto los ojos que lleva?”, decía Aylén. Luego aprovechando que pasaba por allí le decía: “Eres una vergüenza en la tele. Entre que tu ‘repre’ te va a matar y esto, tía, por favor. Ya tienes los ojos que te giran hacia dentro de la cabeza de cuanto tomaste. Ubícate”. Y volvía a la carga poco después: “Esta chica es una vergüenza para la tele española. Pobre guarra, hay que controlarle el alcohol y las manos de que no tire banana”.

Como estoy contando el relato de forma desordenada no se entiende lo de la banana si no se vio el directo anoche. Suelo hacerlo así con frecuencia, digamos que mi relato sería como el cat’s cut (el montaje del gato). Esto lo digo en honor de Aly y Aylén. La primera porque trufa su discurso siempre de expresiones en inglés y porque a la segunda le enerva hasta llegar a parecer víctima de algún sentimiento xenófobo. Que controle su odio a lo extranjero, porque ella es una argentina que vive en Chile con un italiano. No lo olvide.

Lo de tirar la banana es porque Aly en medio de la discusión que tuvieron las dos tuvo un momento que está llamado a ser televisivamente repetido en el que cogió un plátano y dijo: "Si alguien dice: '¿Hay un puto plátano en la casa?' Voy a decir: 'Sí, está en mi coño, te doy la mitad'". Y tras estas bonitas palabras Aly tiraba el plátano hacia donde estaba Aylén. Luego comprobamos la contradicción de Aylén asegurando que se había apartado para que no le diera el plátano y a la vez afirmando que ojalá le hubiera dado para que expulsasen a Aly. Si hubiera querido que le diera el plátano ¿por qué se aparta?

Falta a la verdad Aylén porque ni el plátano le hubiera dado en ningún caso ni ella se movió un milímetro. Aly estaba preocupada después por el tema del plátano, que no es lo más importante. Lo destacable de esa conversación es que se dijeron lo que pensaban, para bien o para mal. El tono podía haber sido más civilizado, pero ya sabemos que Aly es muy macarra y, aunque engañen las apariencias, Aylén también. “Me pareces demasiado maleducada. Eres muy ordinaria, muy bruta y muy maleducada”, decía la sartén al cazo, o sea, Aylén a Aly. “Tú eres una amargada”, respondía Aly.

Luego vinieron los reproches mutuos por esconder comida. Ya sabía yo que esto acabaría por salir. Y vino Marco, lo cual fue aprovechado por Aylén para hacerle un resumen de lo hablado e intentar que se pusiera de su lado. No consiguió respuesta alguna en el momento clave de esta discusión. Decía Aly: “Eres un asquerosa, amargada de la vida. Y estás arruinando la vida de los demás”. Como todos supusimos que con ese “los demás” se refería a Marco, Aylén le preguntó si le estaba arruinando la vida. Recibió la callada por respuesta. No estoy de acuerdo en todo lo dicho por Aly en esta discusión, aunque he de confesar que a mí también me parece un pijama el modelito de Aylén. Que no entendemos de moda, pero sabemos lo que es un pijama, ¡por el amor de Dios!

Moleskine del gato

¿Acaso quieren más? No sean insaciables y esperen a mañana. Hoy ni siquiera pienso abrir mi agenda.