Niedziela ha cambiado de sopetón, pasando de ser generosa y positiva a reírse de Vera y criticar duramente a Sofía. Camino de ese cambio ha arrastrado con ella a Marta y Marina. La primera comenzó anoche defendiendo a Sofía y al final no había mucha diferencia entre escucharla a ella o a Nied. Marina participó de las risas sobre Vera, aunque ella es más de intentar separar parejas, algo en lo que se afana con denuedo.
Puedo entender mejor lo de Vera que lo de Sofía, aunque también le encuentro explicación. Lo que no me termina de cuadrar es el cambio de Nied. Es como si le hubiera girado la cabeza y fuera ahora otra persona. Tal vez fue siempre así y hasta ahora nos ofreció una cara distinta a la real. Puede que nos tuviera muy equivocados y la que vimos ayer sea la Niedziela real. El cambio ha sido radical. A su lado, los cambios del programa que presenta Marta Torné se quedan en poca cosa.
Más que reírse de Vera lo estuvieron ridiculizando. Esto no es nuevo, pero anoche fue acompañado de una acerada crítica por parte de Nied, a la que se unieron Marta y Marina. Estaban en el vestidor y entonces apareció Vera, el ridiculizado. Por lo que fuera, no resistieron la tentación de seguir en la misma línea, riéndose un poco en su mismísima cara. Como es normal, Vera se enfadó. Al rato fueron a hablar con él Marta y Nied, pero no era el momento. Su enfado con Nied era mayor por razones evidentes. Por un momento pensé que Vera sacaría un poco de carácter, pero ni por esas. Casi termina pidiendo perdón él.
Las risas de Nied y compañía son totalmente comprensibles. Vera es bienqueda y pagafantas, y haría bien en aceptarlo. El primer paso es asumir que las cosas son como son. No vale decir “si ser así es ser bienqueda seré un bienqueda”, como le escuché a Vera hablando con Marina después. Eso es pura retórica. Vera no se acepta a sí mismo, y de esa forma es muy complicado que le vayan a aceptar los demás. Lo extraño es que Nied haya pasado por alto ciertas cosas de la forma de ser de Vera durante tanto tiempo, y ahora ande tan quisquillosa sacando punta a todo.
Vera quiere ser más que nadie, por eso repite lo que él llama muletillas (en algún momento dijo “mulatillas”, supongo que confundiendo sus deseos) como “yo también”. Si otros compañeros son modelos, Vera dice “yo también”. Si Carlos dice que él está en una agencia, Vera dice “yo en dos”. Esta era una de las críticas principales de Nied, también la razón esgrimida por Marina para justificar las risas, cuando fue a hablar con él, por encargo de Nied. Como vio que con ella no quería hablar mandó a Marina. También para sondear un poco hasta dónde llegaba el enfado de Vera.
Escuché hace días a Vera explicar que llevó un piercing en la nariz, y hasta tal punto se le ha cerrado el orificio que es inapreciable ahora mismo. Pues bien, esto era apuntado por Nied como una de las cosas que no le gustan de Vera. Resulta que anoche se le ocurrió decir que quería volver a ponerse ese piercing, y Nied piensa que lo dice porque le ha escuchado a ella decir que le gustan los piercings en la nariz. Si así fuera, es entendible que quiera agradar a la chica que le hace tilín.
Otra de las cosas que molestó anoche a Nied, según le contó después a Marta, es que junto al juego de la verdad que les daban anoche iban unas bebidas que al final no probaron. En un principio Vera dijo que quería beber hasta perder el control, supongo que consciente de que puede ser el expulsado de este jueves. Un poco más tarde Carlos decía que prefería no beber porque quería acostarse pronto para estar a tope con la prueba de baile al día siguiente, o algo así. Fue escucharlo Vera y olvidarse de sus planes de beber sin medida.
Todo lo que cuento denota una falta de personalidad que puede esgrimir Nied para explicar por qué no ha respondido a las expectativas de Vera, que ha seguido insistiendo en su fascinación por la chica del circo. En más de una ocasión dijo estar totalmente pillado por Nied, y ella lo sabe. Durante demasiado tiempo mantuvieron ese tira y afloja derivado del engaño que añadieron a su propio secreto, para no ser descubiertos por sus compañeros. Durante ese tiempo Vera mantuvo unas expectativas que ahora debería haber descartado por completo. Una cosa es eso y otra ver a la chica que le gusta riéndose de él.
Siendo sinceros, creo que todos nos hemos reído alguna vez de Vera. Al menos puedo hablar por mí. Por eso lo entiendo todo, tanto lo que vi por parte de las chicas como su enfado. Solo me descuadra que Nied haya sido tan condescendiente durante tanto tiempo. La buena chica que veía los defectos de Vera y los justificaba ha pasado a convertirse en su más severa crítica. Una crítica que tiene un punto de cruel, solamente por venir de ella. Es imposible que haya tardado tanto en descubrir al pagafantas, el bienqueda, ese que pretende presentarse como tanto o más que el resto.
Creo que Vera es un buenazo. Además, su físico le aseguraría un éxito importante entre las chicas (no quiero decir lo mucho que gustó en un principio entre gais). Pierde muchos puntos por intentar agradar siempre, en todo y con todos. También por esa tendencia que le hace ponerse al frente de la manifestación, sin saber de qué va. Supongo que es por esa cosa de los complejos, tan complicado siempre. Entiendo cada una de las críticas que le hacen sus compañeras de encierro, me río cuando ellas se ríen de Vera. Aun así, no termino de reconocer a esa Niedziela amarga y cáustica. Tanto tósigo hace cambiar mi percepción sobre ella.
El veneno que ayer esparció Nied sobre Vera es tan solo una muestra al lado del que tenía reservado para Sofía. Ayer mismo pensé que cada día las veía más juntas. De ese equipo eran mis dos favoritas. Marta me tiene enamorado como concursante. Es maravillosa las veinticuatro horas del día. Alegre y alocada, le falta todo el veneno que ayer descubrí guardaba Nied. Esta tiene para dar y regalar. Mi problema con Marta es que desconfío de ella. No me extrañaría nada que mañana fuera BFF de Ivy. Me divierte como nadie, pero no la aceptaría nunca en mi equipo. Por eso, del grupo formado por Sofía, Nied y Marta me quedo con las dos primeras. Mejor dicho, me quedaba hasta ayer. Lo siento mucho, pero he tachado de mi lista a Nied. Cierto que tiene razón en todo lo que dice. Que le den un pin por ello. Gracias y adiós, muy buenas.
De Sofía decía anoche Nied que no confiaba en ella. Creo que con gusto cambiaba a Sofía por Marina, mucho más inofensiva. De hecho, les decía a Marta y Marina que en ellas dos sí tenía confianza, pero no en Sofía. ¿Cuál es el peligro de la hija de Maite? Muy sencillo, le puede quitar el novio cuando salgan. Más exactamente dijo que le podía quitar el novio a su hermana, si tuviera. Esto es un ataque preventivo en toda regla. En el fondo es bastante feo lo que le está llamando a Sofía, aunque acierta en no pronunciar palabra ofensiva alguna. No hace ninguna falta.
También entiendo esto. Una conversación de este fin de semana, que vimos en el resumen diario, lo explica todo. Hablaba Sofía de que Carlos le hizo ojitos desde el primer día. Luego siguió notando que la miraba de aquella manera, y por eso no salía de su asombro cuando se enteraron de que era novio, marido o lo que quiera que sea de Ivy. Nada de particular hasta aquí. Es problema de Carlos y su pareja si de verdad la mira de forma especial. Sofía debe estar acostumbrada a que los chicos la miren. Lo que imagino pudo escandalizar a la Nied mojigata que conocemos es algo que añadió después Sofía.
Entendí que Sofía espera divertida el momento que Ivy salga expulsada. La causa de su diversión es imaginar que Carlos pueda caer en sus garras. No sé si es algo realmente planeado o simplemente estaba fabulando. Pude imaginar cierto desagrado en Nied midiendo su silencio. Bien pudo haberle dicho que le parecía mal todo eso, teniendo en cuenta que a Carlos se le ve feliz con Ivy. Volviendo a lo anterior, también pudo decirle a Vera que no le gusta su tendencia a agradar a todos o que no tiene necesidad alguna de equipararse a los demás. Ni una cosa ni otra. Por lo visto, Nied prefiere callar y clavar puñales por la espalda después. Ya puede ir ensayando otro número para el circo: la lanzadora de cuchillos.
Repito que Nied está en todo su derecho de reírse de Vera y desconfiar de Sofía. También digo que si eso hace con sus más afines qué no hará con los demás. Y que esta Nied no es la misma que había conocido, que me la han cambiado. Cambió su apariencia bondadosa y comprensiva por la áspera y acibarada que nos descubrió anoche. Prefería la otra Nied. Su pérdida de la inocencia llega acompañada de un rechazo bastante visceral. Tanto es así que me invita a defender a Sofía y Vera más allá de lo que manda la razón.
Thug Life
Abro hoy nueva sección, cuya periodicidad dependerá de lo que diga mi instinto felino. Y también de mi capricho.
Vera no pone fácil su defensa. Escuché hace días decir a Sofía que no le gustaba la gente que se aprovechaba de circunstancias sucedidas en su pasado. Se estaba refiriendo a Vera por haber contado a varios compañeros que sufrió bullying. En esto coincido con Sofía. Tan mal me parece esto como que Suso hable del aparato que su hermana enferma necesita, contando que piensa dedicar en parte su premio a ello. Ambos han contado sus casos de forma repetida, y también han vuelto a insistir justo cuando estaban amenazados de expulsión.
Vera lo ha escrito así en su blog:
“Cuando era pequeño, en mi época recién de instituto sufrí 3 años de lo que se hace llamar “bullying”, tanto físico como psicológico (no quiero dar más detalles). Con el tiempo pasé de los miedos y me fui convirtiendo en una persona mucho más fuerte. Usé mi propia filosofía: convertir todo aquello que te hace daño y te duele en algo que no debe afectarte, siempre sin buscar peleas ni estragos”.
No niego el interés de lo que cuenta. Es más, su testimonio puede ayudar a muchos casos de personas que están viviendo una situación similar. Más ahora que en Cuatro preparan un programa llamado ‘Proyecto bullying’, que presentará Jesús Vázquez. La pega que veo es que ponga en juego algo tan delicado. Que Vera publique esto en su blog justo la semana que está nominado parece cuando menos sospechoso. Personalmente, me permito dudar si no lo habrá hecho para que cuente a su favor y ayude a evitar su expulsión.
Hablando de los blogs, diré que me ha llamado la atención que Aritz haya puesto apodos a sus compañeros. Hantxu es Han, Amandis es Amanda y Mariniskis es Marina. Tanto a Niedziela como a Quique les llama por su nombre, tal cual. Y termina con una frase en euskera que un confidente de este gato (de nombre Google y apellido Translate) me ha desvelado. Dice Aritz: “Giltza beti gainean, ilargira begira ta zurekin edonora”. Lo que viene a ser: “La llave siempre encima, mirando la luna y contigo donde sea”. Se admiten correcciones (Ya he tenido un montón de avisos para hacer más exacta la traducción. ¡Gracias!).
Moleskine del gato
Termino con unos breves apuntes. Aritz dijo ayer algo que puede pesar sobre él como una losa. “Si yo soy como soy, hubiera mandado a la mierda a Han desde el minuto uno”. Ergo no está siendo como es él. Tal vez ignore Aritz hasta qué punto eso está penado en un reality como Gran Hermano. Veo al tipo del sombrero cada vez más incómodo y desubicado. Anoche llegó a hablar de abandonar. No sé si es una conjunción planetaria o algo, pero algunos viven un momento crítico. Esperemos que pase el temporal. Si pasa.
Esta madrugada se consumó el atraco a la despensa planeado por Suso y Sofía para la noche anterior. Serían las cuatro de la madrugada, aproximadamente. No hay muchos que se lo puedan reprochar. A ellos se unía Amanda. Un rato antes era Aritz el que hacía su pequeño atraco. Han lo hace de vez en cuando, y así casi todos. Seguro que alguno dirá que nunca asaltó la despensa. Será la excepción que confirma la regla. Ahora bien, como esta noche no les den la prueba por superada se van a arrepentir de esas recenas.
Nied remató su peor día hablando entre sueños. Aritz y Han levantaban su cabeza al escucharla. Hay que tener cuidado con esa consciencia dormida. “Sois todos unos asquerosos. Liberad petacas”, decía una inconsciente Niedziela. Muy revelador del momento que está viviendo. Por la primera frase lo digo.