Yo no soy tonto

telecinco.es 28/02/2013 09:30

Si ayer vimos a Iván caer en desgracia entre buena parte de sus compañeros, lo cual posiblemente hará que se adelanten sus previsiones de aguantar el primer mes sin salir nominado, hoy podemos hablar de parecida situación en Danny. El DJ molón presume de ganar mucho dinero en su trabajo tanto como de ser inteligente, pero en la casa ha sido calado y más de uno piensa que lo suyo es todo fachada. Para remate es de los que menos trabajan y aportan al grupo, tanto en las tareas de la casa como en las pruebas.

Ayer fue el día que una parte de la casa, con Igor a la cabeza, se puso en contra de Danny. Mucho tienen que cambiar las cosas para que el próximo lunes no salgan nominados Iván y él, escenario que posiblemente beneficia al de Almería puesto que su compañero está por disputar a Nagore (GH 11) el récord de porcentaje de votos para la expulsión.

Se unieron a Igor en sus críticas a Danny tanto Miriam (era de esperar), como Sonia. El dúo formado por Argi y Noe se suman a cualquier cosa que suene a crítica porque les gusta más que a un tonto una tiza, aunque tendrían razones para callar en este caso. Todos ellos censuraron más la actitud prepotente de su compañero que la poca disposición a colaborar con el grupo.

Danny es capaz de pasar toda la mañana durmiendo mientras otros daban el callo y a la hora de sentarse a la mesa a comer lo que otros habían preparado decir, sin despeinarse ni un poquito: "Lo que hay que hacer es no parar en todo el día". Sinceramente, no entiendo cómo no se montó un dos de mayo cuando dijo eso, especialmente considerando lo caldeado que estaba el ambiente.

Vuelvo a decir algo que ya apunté otro día: me parece un error que repitan tareas las mismas personas una semana tras otra. Juan Carlos parece aferrado a su ‘cargo’ de moderador más que algunos políticos lo están a su poltrona. También están repitiendo los cocineros, una de las labores más golosas porque sabido es que todos nos dejamos ganar por el estómago. Quien cocina para el grupo tiene muchas posibilidades de aguantar sin ser nominado por la mayoría. Parece demasiado rebuscado, pero puedo asegurar que no lo es.

En el fondo no es tan raro, si acaso es egoísta. A nadie le hace gracia quedarse sin cocinero, mucho menos por decisión propia y sin posibilidad de recambio. Pensemos que hay concursantes que no han frito nunca un huevo, por no acudir al caso extremo de Noe, que ha llegado a confesarse incapaz de calentarse un Colacao. Este analfabetismo funcional convierte a algunos concursantes en rehenes de los que les dan de comer, a quienes tenderán a cuidar más que a otros compañeros, aplazando su decisión de nominarlo, a no ser que pase algo trascendente en su contra.

Ayer Igor y Sonia estaban realizando la prueba durante toda la mañana, mientras otros dormían. Ellos se están encargando de hacer la comida cada día, aunque la dentista no esté encargada de esa tarea. La fiesta del martes hizo estragos y algunos prolongaron el sueño más de lo debido. Danny e Iván, supuestos comodines para muchos de cara a la próxima nominación (tal vez junto a Leti, por ser la última en llegar), saben cocinar, pero andaban tumbados dormitando en el sofá del salón, Juan Carlos fue a pedir a Leti y Susana (las dos pasaron buena parte del día tejiendo) que pusieran a calentar agua para cocer la pasta, pero estas reclamaron con razón que lo hicieran los durmientes.

Al final Danny terminó poniendo el agua a calentar, pero fueron Igor y Noe quienes prepararon la comida. Danny e Iván seguían a esas horas sin pegar sello, y Argi estaba aún más desaparecida de lo que ya lo está todo el resto del tiempo. Sonia ponía el dedo en la llaga de lo que realmente está molestando de Danny a la mayoría: “Creemos que es un tío de puta madre, pero no hace nada ni casi habla con nadie. Pero luego Igor es el que ha estado a punto de marcharse”. Lo de ir de guay da más rabia que cualquier otra cosa.

Se podría decir que Danny (híbrido entre Álvaro Muñoz Escassi y el actor Shia LaBeouf) es un chico Mediamarkt, o sea, de los que a la mínima te salen con que “yo no soy tonto”. O peor aún, porque este parece más amigo de hablar en positivo y decir de sí mismo que es inteligente. El simple hecho de decirlo ya indica lo contrario. Tampoco dice mucho a su favor que en poco más de dos semanas ya haya quedado en evidencia su estrategia de regalar los oídos a todos.

Igor piensa que Danny no puede ser así en realidad, y Sonia observaba ayer que la semana anterior había ido una por una a las tres presuntas nominadas (Argi no lo estaba en realidad) para decirles: “Tú tranquila, no saldrás”. Estamos viendo que Igor se adelanta a los demás a la hora de hacer un certero análisis de la realidad en ese micromundo donde viven. Ayer lo vio todo muy claro, pero no fue el único. Para buena parte del grupo ayer fue el día que se le caía definitivamente la careta a Danny y ya tienen claro que no aporta apenas nada en la casa.

Insisto en que Danny hace algo peor que no colaborar en las tareas, y es ir de guay haciendo comentarios típicos de jefe, al estilo: “ánimo, chicos” o “hay que ponerse las pilas”. Igor vuelve a clavar el diagnóstico cuando le define como “el menos real de la casa”. El DJ es un fantasma, un espejismo que ha llevado muy aprendida la lección de que las parejas en la casa molan, aún más si uno de ellos (él mismo en este caso) tiene pareja fuera.

Danny adereza lo anterior con sus fantasías animadas de ayer y hoy, como esas actuaciones en Francia durante un solo e intensivo día que le da para dejarse agasajar con una cena, hacer una sesión, cumplir de relaciones públicas con los dueños del local, además de ir y volver a su ciudad. Le faltó poco para añadir unas compras por la ciudad, visita a varios museos, dar un par de conferencias y, por supuesto, llevarse a cuatro o cinco chicas a la cama. Porque, amigos, Danny es un pichabrava que posiblemente presuma de lo que carece.

No fue ayer el día de Danny, pero tampoco el de Iván. No entiendo cómo el propio programa le está consintiendo ciertas salidas de tono como la de anoche cuando el ‘súper’ le avisaba “Iván el micro” porque se había levantado de la cama sin ponérselo. Su respuesta fue tan edificante como esta: “Bésame el culo”, añadiendo ante la repetición del mismo mensaje por parte del ‘súper’: “No me da la gana”.

Podría pensarse que estaba confundido pensando que se lo habían dicho sus compañeros imitando la megafonía de la casa, como hacen frecuentemente. Incluso sus propios compañeros dijeron que debía haberse levantado sonámbulo porque no daban crédito a lo que escuchaban. Pero poco más tarde el propio Iván aclaraba que estaba plenamente consciente y mostraba cierto tono de desprecio hacia quienes son la autoridad de la casa, el auténtico Gran Hermano. Mal no, lo siguiente.

Esto que cuento pasó en la madrugada de un día en que el otro Tony Manero fue puesto contra las cuerdas por Leti. Lo que está haciendo la nueva concursante está bien, aunque posiblemente se esté precipitando. Se ve tan claramente que intenta poner en aprietos a algunos de sus compañeros (precisamente Danny e Iván han sido sus dos principales objetivos) que puede provocar tal reacción de autoprotección en ellos que igual dejan de responder sus preguntas y evitan volver a caer en sus no tan sibilinas trampas.

Leti no deja de dar pistas sobre lo que se debe estar cuestionando fuera de la casa. Una vez entendido su juego, Iván debería saber ya que la historia con su novia provoca reacciones de desconfianza. Si no se da cuenta quiere decir que es muy poco espabilado. A pesar de ello, algunas de las situaciones que está provocando la nueva concursante son dignas de comentario y muy de agradecer. Por ejemplo, el tercer grado al que sometió ayer a Iván sobre su compromiso con Marii (con dos íes).

Fue delicioso ver cómo Iván iba improvisando las respuestas con cierto nerviosismo. Igual que cuando un rato antes se burlaban un poco de él por no saber que existe el infarto cerebral, a lo que reaccionó diciendo que tiene un padre médico, pero no conocía esa enfermedad. Luego le preguntaron por la especialidad de su padre y no supo contestar. Da la impresión de que este muchacho se ha inventado una vida. O, peor aún, la está improvisando sobre la marcha. ¿Alguien puede creer que sea de familia humilde (comen guisantes congelados, no lo olvidemos), necesite el dinero que gane con el concurso para pagar a su madre el tratamiento de un cáncer y, a su vez, su padre sea médico?

Muy jugoso resultó el diálogo con Leti sobre su supuesto compromiso. Ella es lectora de este blog y ha estado leyéndonos hasta su entrada en la casa. Por tanto, conoce los datos que hemos dado, como esa fecha del compromiso el día de la víspera del comienzo de Gran Hermano, puesta en una red social por la novia de Iván. Lo que no sabe Leti es que después de comentarlo aquí, la fecha ha sido cambiada a un día del mes de enero. Fechas movibles, por lo que se ve.

Leti le pregunta a Iván cuándo fue el compromiso con su novia y este responde dubitativo que hace poco. “¿No te acuerdas de la fecha y fue hace poco?”, responde ella con toda su intención. Acto seguido le pregunta si le hizo algún regalo, como un anillo o similar. Iván responde que no, porque un anillo es algo demasiado normal (tanto como habitual y parte de una tradición, claro está). Cuando le sigue pinchando dice que le regaló algo de su abuela muy importante para él. Se nota con claridad que anda improvisando, como suele. “Y ¿no puedes decir lo que es?”, le dice Leti. Adivine el lector la respuesta. Sí, resulta que se trataba de un anillo.

Tampoco hace falta que nadie le ponga en un aprieto. Sin necesidad de ello, Iván ‘el fantástico’ es capaz de fabular sin ser consciente de lo grave que pueden llegar a ser algunas de sus afirmaciones. Ayer, por ejemplo, decía que la organización del programa le había aconsejado que se cortase el pelo antes de entrar en la casa. ¡Flipo! También decía, antes de que el realizador cambiase de plano con urgencia, que los psicólogos le habían recomendado que dejase a su novia. No terminaría de creer a Danny si dijese la famosa frase comercial con la que titulo este escrito, pero si Iván afirmase justo todo lo contrario iba a estar inevitablemente de acuerdo.

Moleskine del gato

Los porcentajes ciegos que conocimos anoche en el debate fueron los siguientes: 45.8%, 29.4% y 24.8%. Falta ponerle nombre y cara a cada uno de ellos. El panorama de la expulsión se me antoja más interesante si se fuera Argi. Susana debe quedarse dentro, solo sea para cantarle las verdades del barquero a Iván, como ha venido haciendo los últimos días. Por su parte, Dodo es un cero a la izquierda que nos dejaría tan fríos e indiferentes estando fuera que dentro. Sin embargo, si fuera Argi la expulsada veríamos interesantes reacciones en la casa.

De momento, Noe pensaría que le toca la siguiente tras ver desfilar a Lorena y Argi. Ya ha dicho que cuando sea expulsada morirá de rabia. Me puedo imaginar cuál será su lectura el día que eso suceda. Dirá que la han expulsado por envidia. La misma envidia que le tiene 'el todo Gijón', como dice ella. Además, ese será el momento en que tendrá que debatirse a quién se arrima. De momento se ha quedado anclada como una lapa a Argi, pero aún necesita volar sola.

El debate de anoche dio una información que me parece extraña. Según Arturo, Sonia sabía que iba a entrar en el programa en el mes de diciembre. ¿No parece un poco pronto? ¿Alguien recuerda haber escuchado contar algo así? No descarto que sea un planchazo del exconcursante de GH 11, que por otro lado estuvo bastante acertado poniendo en más de un aprieto a Lorena. Porque Lorena es divina, pero debe responder de sus contradicciones, como todos los que pasan por esa casa. Lástima que no acepte ser analizada críticamente, parece de esas personas que sufren de urticaria ante cualquier cosa que no sean los aplausos de la masa.