Tomás Blanco.
8.00 h: Buenos días niños y niñas, queridos todos. Bienvenidos a nuestra lucha diaria por la supremacía moral con(tra) los concursantes que, de momento, están dormidos.
9.00 h: Las 9 y sereno.
El rincón del lector: Os leo que el asunto Marcelo-Lady L. os trae a mal traer. Me parece muy interesante el comment de beamoreda que, sin caer el en juicio moral facilón, intenta aclarar el punto de vista de Marcelo: "Sí, sí, es que él sigue convencido de que se va, porque cree que se rió de él y le vaciló. Marcelo no cree solamente que sea el tema de las broncas, él lo ve de otra manera, no sabe que nosotros aquí fuera sabemos que Laura sí que ha sentido algo. Creo que Marcelo lo que ve es que jugó con él y luego encima quería fastidiarle". Afortunadamente, nuestros conflictos llegan a zonas intermedias de la experiencia dónde las cosas no están tan claras, en las que resulta mucho más interesante (y enriquecedor) identificarse con el conflicto que juzgarlo. Es una forma de mirar que me resulta más divertida... A vosotros qué os parece: ¿Cual es el punto de vista de Marcelo ante el problema, en qué situación está, qué hace para resolverlo? ¿Y el punto de vista de Lady. L?
9.36 h: Casa colorín. Luces encendidas y alarma reguetón (o reguetón alarmante).
Sólo Pepa se levanta. Está pagando la novatada.
9.45 h: Luces y reguetón alarmante también en la casa requesón. Aquí no se levanta ni el Tato.
Acabo de descubrir que prefiero escuchar el anuncio del póker que el reguetón.
9.55 h: Pepa hablando sola en la cocina por segundo día consecutivo.
Dice cosas al azar. Frases comprensibles como: "tengo agujetas hasta en las pestañas, hasta en las pestañas tengo agujetas"; advertencias: "¿Esto les toca a ellos? No. Me niego rotundamente. Yo recojo lo mío"; dudas: "¿a ver qué hacemos?"; animos: "vamos, vamos, vamos"; dislates: "este nescuic, que nescuic".
No sé por qué, la gente que habla sola, como mi Señor Padre, me inquieta notablemente.
10.05 h: Pepa sigue diciendo cualquier cosa que le cruza por la cabeza. Desde felicitar a la organización: "que hay que ver lo bueno que está el pan, lo bueno que está el pan, hay que ver" (gusta mucho de esta construcción Pepa), hasta ensoñaciones en las que gana la X-Box y lo comenta con las amigas, pasando por la receta que piensa cocinar hoy.
En realidad, yo no le hago falta: se narra ella sola.
10.15 h: Lydia, feliz ella por ser tan bella, friega los platos embutida en un short a tres cuartos de culo más tenso que el arco de Orzowei.
Claro, ya sé para qué compran tanta mantequilla.
10.25 h: Lydia empapuzando galletas a dos carrillos. Jotha también está levantado y le enseña un vídeo (Anup cantando) en una cámara digital.
10.30 h: Esto es fascinante. Aquí tenemos a Lydia, recién salida de su casa en el país de la gominola, calle de la piruleta, y a Jotha disfrazado de Steve Urkell disfrazado de El Príncipe de Bel-Air, discutiendo sobre los "personajes que hay en la casa".
¿Qué tal?
Anup, Patricia... Patricia, cuenta Jotha, rompió una mesa interpretando un tema de Rocío Jurado en el casting.
Casting -> Corte a la casa colorín.
Pepa hablando sola.
10.40 h: Pepa narrando a cámara la receta que está cocinando, cómo la está cocinando, intercalando reflexiones generales sobre la comida tipo: "la comida te entra más por los ojos que por ningún otro sitio".
Quién lo diría.
10.55 h: El Super convoca a los habitantes de la casa colorín al confesionario y les pide que lean la prueba. Mientras Patricia lee, el Super convoca a los concursantes de la casa blanca al confesionario, pero por el mismo canal de audio, de manera que Patricia no sabe si dejar de leer o pasar del Super.
Decide pasar del Super.
Cuando termina, el Super, que ha pasado el rato hablando con la casa requesón dice: "muy buena lectura".
Minipunto.
De paso, les tira un tiento: "nadie se ha dormido [haciendo la prueba] ¿verdad?".
No, no... dicen los zagales.
Lo veremos, dice el Super.
El temor en los rostros de los zagales.
Hoy toca saltar a la comba.
11.00 h: Joaquín leyendo la prueba en la casa requesón. Cuando terminan, los fumadores se quedan en el confesionario porque les falta tabaco y quieren que el Super se lo aclare.
Corte al jardín de la casa colorín. La comba. Terry y Pepa dan, Rubén salta y dice: "qué coñazo esta prueba, quillo".
11.10 h: Arturito sale al jardín para saltar. Pepa le pide que vaya a desayunar primero. Arturo no quiere. Pepa vuelve a insistir. Arturo no quiere. Desayuna. No puedo, dice Arturo, la cazuela "está llena de macarrones". Los macarrones los ha hecho Terry, que se lo toma a la tremenda. Sin que nadie intervenga, Terry pasa de "lo he hecho yo porque había que hacerlo", a soltar la comba diciendo: "ya me voy a fregar para que nadie se ponga a criticar".
Pepa, Arturo y Rubén se quedan saltando a la comba, sin decir palabra.
Pillo una discusión empezada en la cocina. ¿Quién está discutiendo? Terry, efectivamente, porque hoy le tocaba levantarse con el pie izquierdo.
Discute con Yago. No sé por qué. Yago no quiere discutir: "Vale. Ya está".
Lady L. y Cata dan. Jotha salta.
Dámaso lo intenta, pero efectivamente, se cae.
Entre Lady L. y su grajo cantando "Al pasar la barca" y el anuncio del póker, también me quedo con el anuncio. Al final le vamos a coger cariño. A Lady L., quiero decir. Ahora, la versión reguetonera que hace Jotha es para el primer café irlandés de la mañana, amigos.
11.20 h: Dámaso sigue jugándose la vida saltando a la comba. Lady L. es una artista de la comba y le da indicaciones vitales al: "Coplas, fíjate por dónde va la cuerda para saltar".
Alguien debería pedirle al Súper unas coderas y un casco integral.
11.30 h: Conversación intrascendente en la cocina de la casa requesón. Cambio de turno en la prueba.
Lydia piensa saltar así:
Aumentan los temores de nuestros comentaristas por una posible gangrena debida a falta de riego sanguíneo.
11.45 h: Concursantes saltando a la comba con desánimo. En la casa colorín no cantan, no sé por qué. Les he oído ya a varios concursantes comentar que la prueba es muy aburrida.
12.00 h: Marta y Yago dan en silencio. Caras de júbilo:
Patricia tiene miedo de entrar. Espera petrificada un buen momento. Se escucha el bufido del viento entre los árboles y el rítmico golpe seco de la cuerda contra el cesped artificial, como un metrónomo. Tac. Tac. Tac.
Cambio de turno.
Suspiros de alivio y discusión sobre las normas: grupos de 3 o grupos de 4.
12.10 h: Terry sigue con el día cruzado y le cuenta a Patricia maldades de Arturo y Pepa. O eso me parece, porque he pillado la conversación empezada. Patricia opina que Pepa "tiene estrategias muy claras y las veo muy claras". Por supuesto, no especifica qué estrategias son esas que ha visto tan claras y se limita al clásico: es un papel o no es un papel.
Patricia se disculpa: "ahora mismo vuelvo" y sale de plano.
12.18 h: Terry haciendo la cama.
12.30 h: Saltando a la comba.
Yago vacila a Arturo y Marta que están tumbados cerca en el sofá: "Atención control, amago de paja en el jardín".
Minipunto.
De paso vacila a la organización por la prueba aburrida: "yo creo que no hay nadie. Están dormidos en el control".
Arturito le ríe las gracias y se inventa las suyas propias modificando la letra de Al pasar la barca, tipo:
Estamos jodidos / Con la puta prueba / nos damos por perdidos / te lo digo yo
.
12.45 h: En la casa blanca planean. Dámaso no se compraría la X-Box, el preferiría gastarse los 300 euros en "ropa, en arreglarme". Jotha se pegaría unas vacaciones. Anup lo que piensa hacer es "poner la máquina en marcha para tener una niña".
Y mientras intento sacarme la imagen del hipotálamo con el cuchillo del jamón, os dejo con Lydia saltando a la comba sin sufrir un aneurisma ni nada:
12.55 h: Uf. Mucho mejor. Duele, pero te quedas más tranquilo.
En el jardín de la casa blanca, Joaquín se ha visto poseído por el espíritu de Andy, de Lucas o de los dos, y canta un tema de los susodichos con la emoción vibrándole en la garganta. Absolutamente desatao. Lady L. salta y Marcelo da a la comba. De momento no hay hostilidades y cantan con Joaquín.
En el jardín de la casa colorín hablan de tabaco.
13.00 h. El realizador lo está pasando fatal y no sabe a qué cámara saltar: o bien hablan del casting, o bien de los redactores, o bien de fallos de la organización, como Yago que vio una habitación que no debería de haber visto (no sé a qué habitación se refiere) porque: "se habían dejado la persiana levantada".
13.10 h: Discuten las normas de la prueba. Acuerdan que lo importante es aprender a entrar y salir, que saltar es lo de menos.
13.20 h: Bronca.
Lady L. está cocinando. Marcelo pasa por ahí. No sé cómo estalla la bronca. Según Marcelo, él pasaba y Lady L. ha tirado una cuchara, cosa que el zagal ha interpretado como un desaire.
Yo no lo he visto.
Acto seguido, Marcelo insinúa que Laura se "cree" que él la tiene miedo, preocupación que ya ha manifestado en más de una ocasión. Lady L. empieza bien, con su tono característico, pero tranquila: ella no piensa eso. Marcelo insiste y Laura entra en brote.
Así de fácil: a la tercera ha caído.
En cuanto Lady L. entra en brote, Marcelo se acojona. Esto también es así de fácil: si lo que pretende es que no parezca que tiene miedo, no lo está consiguiendo.
Lady L. entra en brote con una frase significativa: "Es que me enebro. Me enebro y grito, pero es que...". Por supuesto, queridos amigos, sigue el discurso de la Zarza Ardiendo (yo soy el que soy), y, no sé muy bien cómo, llega la la conclusión de que: "lo que tú quieres es sacarme de quicio".
Cuando esta idea se alza luminosa en el cerebro de Lady L. el brote alcanza límites insospechados.
Marcelo, que discute batiéndose en retirada al dormitorio, responde con golpes bajos: "Estás siendo muy buena esta semana... como estás nominada... Tiembla". Lady L. contesta: "Yo no tiemblo. Si me tengo que ir, me voy. Cojo y me piro". "Es que no te queda otra", dice Marcelo.
El minipunto lanza el brote de Lady L. a cotas sobrehumanas y persigue a Marcelo al dormitorio cuchara en mano.
Entra pegando voces. Viene a decir que: yo soy así y por lo tanto tiro la cuchara cuando me sale de los cojones, así que tira la cuchara al suelo.
Sigue desbarrando: "Pues tiro la cuchara. Me está diciendo que está muy mal que tire la cuchara. Pues votadme. Seguid votándome".
Tira la cuchara al suelo.
Marcelo se limita a mirar para otro sitio, negar con la cabeza, morderse el labio inferior y, de cuando en cuando, soltar alguna frase de estupefacción: hay que ver; es increíble; ella sóla se lo dice todo...
El brote de Lady L. se ha dado la vuelta como un calcetín y ya ni siquiera se escucha a sí misma. "Como todo el mundo piensa lo mismo que Marcelo, pues votadme, votadme, porque soy una maleducada y grito", berrea mirando a cámara.
Y tira la cuchara.
Joaquín trata de calmarla (o de tocar más los pies, no estoy seguro) y la coge para bailar con ella, e incluso se inventa un rap absurdo con letra narcótica, pero Marcelo tira un golpe feo, rencoroso, para desquitarse: "Fea".
Lady L. está rápida: "uy sí, por eso me deseas sesualmente".
Animada por su propio minipunto, Lady L. se reafirma en su propio brote autocontemplativo y ya afirma una cosa y la contraria en la misma frase sin ponerse ni colorada: "Yo paso del tema. Se lo he dicho, que paso del tema, que no quiero hablar más del tema. Pues se va a enterar, porque yo tengo este carácter y si quiere que chille, pues chillo y si quiere guerra la va a tener".
13.48 h: No me ha dado tiempo a más. Mientras pseudo-redactaba la bronca (ahora corrijo), Marcelo ha salido a jugar a la comba al jardín. Destacar las manifestaciones de Joaquín (especialmente interesado en que Lady L. se largue) que le dice a Marcelo que, en vista de que Lady L. no tiene "entendimiento", lo utilice él para dejarla desbarrar en paz, porque ella misma se tira piedras contra su propio tejado.
Dentro de la casa, Lady L. sigue haciendo demostraciones de cómo tirar una cuchara ante Cata, Dámaso y Jotha. Jotha se ríe: "estás loca, tía".
14.04 h: La Shari dándole un masaje en los pies a Rubén y de charlita sobre Cádiz. Voy a aprovechar para hacerme un café, que menudo estrés he pasao.
14.20 h: Yago dando un repaso a Patricia en el sofá. Repaso dialéctico, quiero decir. La táctica de Asurancetúrix es la misma en toda discusión: se pone a hablar sin ton ni son hasta sepultar el tema en el sinsentido. Pero Yago sabe lo que quiere decir, así que deja hablar a Asurancetúrix sin prestarle mucha atención y vuelve una y otra vez sobre el asunto. Y el asunto consta de dos puntos:
1. Tú haces cosas que a mí me molestan y yo no me enfado. Yo hago cosas que te molestan y tú sí te enfadas.
2. No acuses a los demás de cosas que tú también haces.
Patricia es incapaz de entender el pensamiento abstracto, así que Yago tiene que recurrir a situaciones concretas y analogías como: "Si yo te digo que no fumes en el salón mientras me fumo un cigarro en el salón... ¿A ti eso te parece una cosa lógica?".
Patricia no contesta, ni que decir tiene, y se lanza a la verborrea sin ton ni son con la intención de enciscar el asunto. Yago lo vuelve a intentar: "Si tu conejo (la mascota) caga ahí, no me puedes decir a mí que mi conejo no cague ahí".
Patricia lo vuelve a intentar. Yago se mantiene firme y pone un tercer ejemplo: "Si tu te compras ese cuadro de ahí, y yo tengo uno igual, no puedo decir: ese cuadro es una mierda".
14.30 h: Yago pierde la paciencia y llama a Pepa para pedir una opinión imparcial. Lo que Yago quiere preguntar es algo tipo: dado que los dos somos unos vagos, tú, Pepa ¿crees que alguno tiene autoridad para decirle al otro que no limpia? A mitad de la pregunta, Patricia protesta: "eso no es así". "Explícalo tú", dice Yago. Asurancetúrix, como todavía no ha entendido el conflicto en términos generales, para hacer la pregunta necesita remontarse al Génesis 1: En el principio creó Dios el cielo y la tierra. La tierra era caos y confusión.
Y Terry salió del confesionario y yo le dije... y ella me dijo... y yo le dije... y Yago estaba aquí, porque claro, el salón bla bla bla ... y Terry dijo... y yo le dije... y Yago dijo... ¿a ti te parece normal? ¡No hija no!, que diría Ozores.
Cuando por fin Pepa entiende la pregunta, no le termina de dar la razón a ninguno, pero no pierde el tiempo: aprovecha para hacer notar lo mucho que ella está trabajando y señalar algunas deficiencias en el funcionamiento de la casa. Menuda es.
14.40 h: Marcelo y Cata fregando. Hablan de la bronca con Laura. Empiezan bajito y entre el grifo y el ruido de los platos no les entiendo bien. A ver si pillo algo.
14.45 h: Cata le pregunta a Marcelo cómo surgió lo suyo con Laura. Marcelo se remonta a aquella escena de: "no tengo por qué darte explicaciones". Añade que se siente: "un poco utilizado". Y yo que siempre he querido que me utilicen y nunca lo he conseguido.
Cata se muestra comprensiva.
14.48 h: Marcelo: "otras veces me he sentido como que no era yo el causante de la discusión, pero hoy lo he sentido, que he sido yo el culpable de la discusión".
Se ha dado cuenta el chaval. Me alegro.
En cuanto a Lady L. se le pase el brote reconocerá que no se puede ir tirando cucharas por ahí porque "soy así", o porque "me sale de los cojones".
Discutir para tener razón es como follar para contarlo. A mí me parece que hay que discutir con el "no estoy seguro de si tengo razón" como un bucle en la cabeza.
14.54 h: En cuanto pasa Lady L. por la cocina, Marcelo se disculpa: "Oye, Laura, que siento lo de antes, que he sido yo el que ha empezado".
Lady L. se disculpa como sigue, atención: "Yo también. Siento eso que he dicho de vomitar al verte ¿vale? es una forma de hablar ¿vale? porque sino yo estaría todo el día vomitando en el baño".
Y me descubro a mí mismo sonriendo y poniendo ojitos de cordero degollao, así que me endemonio y decido no dirigirme la palabra hasta nueva orden.
Ea.
15.00 h: Tras exhortaciones varias a la buena convivencia y las buenas intenciones, se despiden. Al minuto reaparece Laura y le informa a Marcelo que si tiene un rato, que quiere "hablar una cosa con él". Marcelo dice que sí, pero en cuanto Laura desaparece, Marcelo se teme un encuentro conflictivo, alguna pregunta "rara" y molesta.
Os dejo con Paul. Hasta mañana