Tomás Blanco.
8.00 h: Buenos días a todos.
8.15 h: Todos dormidos. En fin, nuestra lucha diaria por la supremacía moral tendrá que esperar.
9.00 h: Dormidos.
10.00 h: Sin novedad.
10.28 h: Dormitorio azul. Casa vieja.
El Súper: "Marta, Martaaaa. Marta... Marta, Marta, ¿Marta?, despierta, Marta".
Nada.
El Súper silba. En serio.
Tampoco.
Lo intenta un rato más y lo consigue. Le pide a Marta que deje el salón y vuelva a su dormitorio, así que veo como se abre la puerta del dormitorio, entra Marta y se mete en la cama.
Casa Requesón. Lady Laura y Dámaso acampados en el suelo del dormitorio. Todos dormidos.
Qué opinión tengo del "caso Julia", me pregunta luciabajoelmar. Bien, a Julia le pierden las formas, se dice. Como dando a entender que una cosa son las formas y otra el fondo; que una cosa es lo que se cuenta y otra distinta cómo se cuenta. Nunca he tenido capacidad para imaginar que se pueda contar algo sin contarlo de alguna manera, ni tampoco he sabido nunca cómo adivinar lo que te cuentan sin que te lo cuenten, o cómo lo contado anda por ahí flotando en el espacio, esperando que alguien le dé una forma. El fondo y la forma van de la mano (si cambias la forma, cambias el fondo; si cambias el fondo, la forma cambia, de ahí eso de "perdiste las formas, perdiste la razón" -o sea, el fondo). Por eso a la gente le entra repeluco cuando escucha a Julia gritar y no a causa de tontunas de estas posmodernas -que si abuso verbal, que si tolerancia cero- que denotan falta de reflexión y se convierten en concienciación social para Teletubbies. Julia ha cometido un gran error con el fondo y la forma: se ha metido con Patricia, un alma frágil y psicológicamente inestable, que llora a la mínima y canta sin parar, que parece incapaz de defenderse (nótese que he dicho "parece incapaz" y no "es incapaz"). Un alma enajenada, en brote constante, a fin de cuentas. Y eso, desde el colegio, se considera ser un abusón, y los abusones están mal vistos. Dicho esto, ni de coña la echaría a estas alturas del programa.
11.00 h: Por lo demás, todos dormidos.
¿Por qué? Porque, aunque reconozco que hacer justicia da mucho gustico, viciosos, me interesa más el desarrollo del programa. Echar a Julia ahora es como matar al archienemigo al principio de la película (véase Nagore), en lugar de ir matando, poco a poco, a los personajes secundarios, como corresponde. Perdón, que me vengo arriba. Será el café (la culpa de otro, siempre).
11.20 h: Luces encendidas y música a todo trapo.
Nada.
No se levantan ni con aceite hirviendo.
11.25 h: Mismo procedimiento en la casa requesón. Varios concursantes despiertos, pero siguen en sus nichos.
11.30 h: Marcelo lavándose los dientes y remirándose al espejo. Una técnica perfecta. Lavándose los dientes también. Aunque según se cuenta, parece que Lady L. no piensa lo mismo.
11.45 h: Dámaso, Julia y Marcelo acicalándose. Los demás siguen en los nichos.
12.00 h: Lydia y Lady L. desayunando. ¿De qué hablan? De lo único: "No sé qué me voy a poner esta noche, tía".
Y así sucesivamente.
Cuando se cansan, bisbisean sobre las nominaciones. Laura cree que "me va a nominar Marcelo y otro, pero no me sale el otro".
La sinapsis.
Lydia, ese Daimon o ser intermedio que habita otros planos de la existencia (el país de la gominola, en la calle de la piruleta) razona como corresponde: "yo me he salvado por los pelos dos veces, tres veces ya..."
Esperemos que recuerde cómo se cuentan los votos en esta ocasión.
12.10 h: Lydia y Lady L. hablando en el jardín. Las gustaría que mañana Patricia pasase a esta casa. Escuchan que dentro se está montando una bronca. Lady L. entra en la casa. El que protesta es Eduardo, que se levanta con el pie cruzado un día detrás de otro y se rebota a la mínima. Y como Lady L. salta a la mínima también, pues se ha juntado el hambre con las ganas de comer y discuten a gritos a cuenta de la leche.
12.15 h: La bronca termina y os juro que no he entendido todavía por qué se peleaban por la leche.
12.30 h: Lydia remando en un aparato de banco móvil diseñado al efecto. Habla con Edu sin dejar de moverse adelante y atrás.
Edu dice: "Lo que más me jode, Lydia, es que yo no he hecho nada, sólo lo digo y encima me llevo la bronca".
Esto es: lo ha dicho mal (la forma) y Laura lo ha entendido como un ataque personal (el fondo). Claro que Lady L. tiende a tomárselo todo como una ofensa personal, así que hay que andarse con pies de plomo.
Lydia, por supuesto, sigue en su particular plano de la existencia: "ha habido un descontrol".
Edu sigue con lo suyo. Cuando termina Lydia le mira un par de segundos y dice: "¡No te enfades, guapo!". Añade: "Mami Edu, ji ji ji".
A veces dan ganas de adoptar una.
A Edu no le dan ganas y se va.
Lydia, moviéndose adelante y atrás, dice: "Súper, un hilo musical ahora mismo, iría divino".
Al Súper le dan ganas de adoptar una también y enchufa el hilo musical. Lydia dice: "¡Ayyyy! ¡Me ha hecho caso! ¡Gracias Súper! Es que motiva, para entrenaaar, para fregaar..."
12.45 h: Minutos musicales. Dámaso no sabe si dejarse perilla, Lydia hace abdominales, Marcelo hace compañía... lo normal.
Dámaso vuelve al dormitorio con perilla. Se sienta junto a Marcelo y dice: "¿Cuanta leche hay que echarse en esta casa para que nadie se enfade? Pues me he echardo la que he querido y se acabó".
Bien, ya sabemos quién ha dejado sin leche a Edu.
13.00 h: El personal acicalándose. Marcelo, poseído por un espíritu metrosexual, se remira en el espejo, se corta el flequillo....
Otra vez.
Después, una pequeña especulación sobre las nominaciones. Rubén cree que si estuviese nominado, sería el expulsado. Julia cree que no. Lady L. cree que nunca se sabe.
Cosas así.
Dámaso asegura que no sabe a quién nominar. Julia no se lo cree: "venga, hombre, lo tenemos todos pensado desde hace dos días". Lydia tampoco sabe a quién nominar, "estoy tan centrada en si salgo nominada que me he encontrado algún jueves sin saber a quién nominar".
13.10 h: Edu y Julia le cuentan la bronca de la leche a Rubén. Voy entendiendo cosas. Por ejemplo, Julia aclara que Lady Laura se sirvió su ración correspondiente: "medio vaso", por tanto, Julia no entiende qué pintaba Laura en la bronca, ya que con ella no iba el asunto.
Eso es cierto.
Edu explica que como "siempre digo las cosas" (que él considera que están mal), siempre está en todas las discusión, de manera que le pide a Rubén que también se pronuncie, en lugar de pensar que si siempre se encuentra en mitad de las broncas es que algo no está funcionando.
Pero ellos son así, que quieren que yo le haga.
13.20 h: Parece que el tema vuelve a enquistarse y empiezan a considerar normas de conducta y cartillas de racionamiento. Rubén y Marcelo intentan quitarle importancia al asunto: nadie ha tenido mala intención, no sabíamos que no quedaba más leche, no es para tanto, étc.
Eduardo se destapa como defensor de las normas estrictas y de la división individual, incluso coge su parte de las cosas y las saca del armario. Marcelo no lo tiene claro. A Julia le parece bien, porque como Eduardo es el "encargado del almacén", termina "quemao" y metido en todas las broncas. A Lydia le "parece un poco ridículo esto". A Rubén le da igual, quillo.
Al final, Edu sólo estaba intentando demostrar su punto y regresa la comida al armario: "Es ridículo, ridículo [dividir la comida]. Hay que ser un poco responsable. Convive, tío. Te lo digo yo que he vivido con cuatro compañeros de piso".
13.24 h: Anup se levanta. No hay leche. No hay café.
Que Brahmā nos asista.
13.35 h: Anup lo lleva bien: se prepara una infusión.
Lady L. le cuenta a Rubén que ido a preguntarle a Marcelo "si quería hablar". Marcelo la ha contestado: "No, de momento no". Lady L. piensa que: "yo ya he puesto lo que tenía que poner por mi parte". La duele, porque Marcelo "era mi apoyo en la casa", y espera que al menos puedan darse los buenos días y no estar sin hablarse. Así las cosas, Lady L. ha decidido que "ya no voy a entristecerme". Con tal objeto, se ha puesto un modelito: "para subirme el ego", de dónde se deduce que hay formas de vida pertenecientes al género humano cuyo ego depende de la ropa que tengan a su alcance.
Hay gente pa tó, que dijo el torero.
13.45 h Lady L.: "Hoy, que me quería poner la coleta de extensión, me he echado para atrás el pelo y mira qué raíces tengo".
Por Dios vivo.
Luego Lady L. comenta lo "sexy" (sic) que está Dámaso con su perilla y su corte de pelo. Aunque a Lady Laura no le gustan los pantalones con la cintura por debajo del ojaruco: "los pantalones esos que se ve el culo no me gustan".
Dámaso contraataca: "es una cosa moderna ésta", dice, con una expresión tan de abuel@ que destruye de un plumazo toda modernidad posible.
Dámaso entra en barrena y le explica a Marcelo que sus amigos deben estar flipando con el "nuevo" Dámaso y, de paso, explica también como le decía a su madre: "le decía, máma, cómprame ropa más moderna", y cómo sus amigos tienen estilos: "uno es más moderno, otro es más de jerséis".
¿De jerséis?
13.55 h: En el jardín, Edu, Julia y Marcelo debaten sobre la nomenclatura oficial de "los pedos que no suenan". Julia y Edu, más tradicionales, se decantan por "bufa". Marcelo prefiere "ninja".
"¿Y los pedos esos que te tiras y que te llevas a todas partes?", pregunta Marcelo, que se responde a sí mismo: "mochileros".
Bromas de pedos. MM estará encantada.
Después discuten sobre el funcionamiento del programa. Lady L. que ha salido al jardín, cree que algunos de los expulsados están en la otra casa: "Julio está fijo", dice. Julia espera que Patricia salga expulsada esta noche y lo dice en presencia de Lady L. (que quiere que Patricia vuelva a la casa blanca), porque delante de Julia no se puede decir nada de Patricia, salvo si es para mal.
14.00 h: Minutos musicales.
14.10 h: Más minutos musicales.
"Están muy amorosos hoy", dice Dámaso de la selección musical, exenta de copla.
"La música amansa a las fieras", dice Rubén.
Por lo demás, Enrique Iglesias sigue enamorao, el pobre.
14.13 h: Dámaso dice: "Tengo ganas de mirar mi imeil". Acto seguido se contesta a sí mismo: "No. El amor nunca se encuentra en el imeil, se encuentra en los lugares del corazón", de dónde se deduce que las tontunas se encuentran en los lugares neuronales.
14.30 h: Marta tiene mucha ansiedad. Se lo comenta a la Chari, tan hacendosa como siempre, poniendo la antena aferrada a la escoba. Pensé que se refería a la posibilidad de salir expulsada, pero Jotha me aclara que es por el tabaco. La Chari viene a comparar la ansiedad por no comer con la ansiedad por no fumar. Jotha, que tiene de las dos (y algunas más incorporadas de serie), asegura que es peor la del tabaco. La Chari no cede, y debe de tener razón, porque si de algo sabe es de adicciones. No hay más que verla fregando y haciendo abdominales.
Casa Blanca. Julia intenta enseñarle unos pasos o una coreografía a Edu. Edu baila y gira y mueve el pandero haciendo el tonto.
-Mueve la cadera.
-Lo intento, lo intento.
-¡Saca más el culo! ¡Pero así no, que se te ve!
-A mí también se me ve el culo -dice Dámaso, que se levanta para enseñar sus pantalones modernos con la cintura por debajo del ojaruco.
-Tú tienes culillo, el Edu no tiene culo -dice Julia.
-Yo no tengo culo -confirma Edu.
Dámaso asiente y dice:
-La verdad es que mi culo está bien.
14.40 h: Lydia, Lady L., Rubén, Marcelo y Anup en la sala de chapa y pintura.
Dámaso, al fondo, se pasa para recabar opiniones de su nueva imagen.
Temas de conversación deliciosos como:
"¿Me hago el tupé con laca" (Lady L.)
"A mi madre no le gusta que me rape el pelo" (Rubén)
"Si tuviera mi tinte, macho" (Lady L.)
Lydia está tan encantada con tanta compañía en la sala de chapa y pintura, que ni siquiera habla, se limita a flotar vaporosa por la habitación, suspirando y lanzando manojos de pétalos de flores a su paso.
14.50 h: Patricia y Jotha razonando. Y a 10 minutos de terminar mi turno. Esto es un sinvivir, amigos.
En fin, haré lo que pueda.
14.53 h: Pues no he podido mucho. Jotha está protestando por algo, porque le encanta. Al parecer él hace cosas en la casa, pero le acusan de no hacer nada. Patricia... Patricia no tengo la menor idea de lo que habrá dicho.
15.00 h: Lo dejamos con Yago puteando ligeramente a Cata, que se resiste con poco entusiasmo, por no decir que está enfadada.
Os dejo con Paul. Hasta mañana.