Entre rones y arroces a la luna de Valencia

telecinco.es 28/03/2009 10:03

Os pido disculpas por ser tan impuntual con todos los que me seguís. La verdad es que se amontona la tarea y uno no sabe de donde sacar el tiempo para disfrutar de experiencias y contároslas. Acabo de llegar de Valencia donde he tenido el placer de asistir a una enriquecedora cata de ron. Hace tiempo que mi pasión por los cigarros habanos me llevo a decantarme por el ron para ese momento ritual del maridaje. Es el licor, junto con el cognac y el armagnac, que mejor combinan con los habanos. Su untuosidad, las notas cítricas y de granos de café tostados son perfectas para mezclar con las sensaciones picantes que el humo del cigarro te deja en el paladar. Se hacen rones fabulosos como el Zacapa guatemalteco o el Homère Clement de La Martinica y por su puesto el que caté, el ron Matusalem.

Estamos ante un ron de leyenda. Lo fundaron en 1.872 en Cuba tres españoles, los hermanos Benjamín y Eduardo Camp, originarios de Cataluña y un tercer socio, Evaristo Alvarez, oriundo también del norte de España y cuyo bisnieto, el Dr. Claudio Alvarez preside en la actualidad la compañía, afincada en la actualidad en la república Dominicana. Os enseño una foto de aquellos primeros años y de un cartel que lo anunciaba allá en los dorados años 1.940 cuando el ron alegraba, más si cabe, las animadas noches habaneras.

Los españoles no solo llevamos la caña de azúcar al Caribe, también en el caso del ron Matusalem el método de envejecimiento del brandy y el jerez, el llamado método solera en barricas de roble americano y francés, para los rones más añejos. El actual presidente y bisnieto del fundador, el Dr. Claudio me contó la traumática salida de Cuba de su familia a raíz de la llegada de Fidel Castro al poder en 1.959 y el largo periplo judicial que tuvieron que pasar para recuperar, en los años 90, el control de la marca. Al final recalaron en la República Dominicana donde siguen fabricando el ron con los métodos y la fórmula secreta que se mantiene intacta desde hace 135 años. Aquí podéis ver al actual presidente de la compañía (a la izquierda) y al maestro ronero, Luis Castaños, que me introdujo en los muchos secretos y sabores del ron.

Caté el Solera 7 años, ideal para combinarlo con zumos y cócteles, el Clásico 10 años y el fabuloso Gran Reserva 15 años. Pasando de uno a otro, vas pasando de la percepción de los cítricos en el 7 año, a la irrupción de los tostados y la madera en el de 10 años, hasta la potencia aromática y profundidad en boca que te deja el Gran Reserva.

La cata fue en Valencia por lo que al día siguiente, no podía perderme un buen arroz. Busqué un lugar tradicional y no pude encontrar nada mejor. El aspecto exterior ya auguraba lo mejor. El lugar se llama “La Genuina” y haciendo honor al nombre esta ubicado en una antigua barraca.( Carrera del Riu, 283. Pinedo. 96-3248663)

“La Genuina” es propiedad de los hermanos Soler y esta en Pinedo, muy cerca de Valencia, junto al puerto. Tiene más de 200 años y en su día tuvo que estar rodeada de huertas. Da una cierta pena, ver la barraca rodeada ahora de autopistas y espantosas casas, pero en cuanto entras dentro te transportas en el tiempo. Esta perfectamente ambientada con objetos de la época. Me comentan que la familia acaba de abrir otro restaurante parecido, este sí, rodeado de huertas. Se llama “Alquería del Brosquil” (Entrada Casa El LLarc, 1. 96-3757970). Hay que reservar con semanas porque suele estar lleno. Tras un entrante de nombre “esgaradet”, que no es otra cosa que pimiento, bonito y olivas negras. Pedimos un “Arroz del segnoret”. Quise saludar a la cocinera, a Dª Pepa y ver como preparaba el arroz. La mujer se resistió a ser fotografiada. Al final conseguimos retratar el primor y el cariño con el preparaba la suculenta paella.

El “arroz del segnoret”, “arroz del señorito” esta formado por gambas peladas, calamar, mejillones y rape. Todo pelado, por eso lo del señorito. Os puedo asegurar que es de esos arroces que deja huella.

Amen...