La Fórmula 1 es una ruleta. Un deporte, por llamarlo de alguna manera, en la que hoy estás arriba y todo el mundo te pasa la mano por la espalda diciéndote lo grande que eres y en la vuelta siguiente eres un torpe que no sabe poner el coche a punto o que eres incapaz de mantener el ritmo cuando llueve.
Es así pero además cuenta con otra variante: la cantidad de expertos capaces de vaticinar prácticamente todo, desde la vuelta en la que Alonso iba a ser campeón a falta de 6 carreras hasta el fichaje de Hamilton por alguna escudería que podía ser esta o aquella. Da igual, porque lo importante es hablar, se sepa o no se sepa y tener un minuto de protagonismo aunque sea con el vecino en el rellano de la escalera.
¥ con semejantes antecedentes a quién le extraña que nos vaya como nos va. Nos pusimos la piel del oso antes siquiera de que el oso fuese mayor de edad y descorchamos el Champagne prácticamente antes de embotellarlo. El título estaba a tiro. Sólo era cuestión de tiempo que Alonso recuperase el cetro que abandonó en 2007 después de conseguirlo en el 2005 y 2006. Pero mira por donde los chicos de Red Bull con Newey en plan “malo” de la película, por el simple hecho de ir más lejos que nadie en la lectura y aprovechamiento de los “espacios muertos” del reglamento y el “aburrido” Vettel que según estos mismos entendidos no es capaz de luchar por una victoria sino sale delante sin olvidarnos del “pérfido” Hamilton que ahora parece el “colega” que ha vuelto al redil no estaban dispuestos a tirar la toalla y comenzaron su particular acoso y derribo del Ferrari de Alonso.
Un acoso en el que según algunos mesías, que sin saber juntar dos letras son capaces de diseñar el panorama automovilístico televisivo también había que contar con los pilotos de Lotus. Para qué queremos más: ya tenemos la teoría de la conspiración con mayúsculas. Que si Grossjean no tiene ni idea, que si Raikkonen ,que hace unos meses era un gran piloto, está acabado. Que están de acuerdo con McLaren y RB para impedir que Alonso gane. Que si esto y que si lo otro. Pero sobre todo esto: Todos contra Alonso. ¡Ojo! que a lo mejor estamos equivocados y que ya no hay que perseguir al líder de un Campeonato sino al último. Que todo es posible sabe usted.
Y yo me pregunto por qué nadie se atreve con la cuestión clave: ¿Por qué hemos llegado a este punto?. Pues para mí es sencillo, y a pesar de que me duela, tengo que reconocer que el Ferrari de este año no es mal coche, sino lo siguiente: ¡¡Peor!!. Y aquí las responsabilidades son para todos, Fry que vino de la mano de Fernando, Tombazis que sigue viviendo en el Alerón doble, o era invertido, o boca abajo que ya ni lo sé y, por qué no decirlo, del propio Fernando Alonso que me imagino que algo habrá tenido que ver en el nacimiento y desarrollo del coche. Pero quítame esos charcos porque aquí nadie carga con la culpa menos el pobre Domenicalli que tiene cara de buena gente pero que me da la impresión de que no se entera de nada. Y palabras y más palabras y los unos miran a los otros y estos últimos al techo, pero las carreras pasan y las carencias siguen estando sobre la mesa. Y eso a pesar de que al término de cada carrera se vuelva a escuchar el mismo discurso: "¡ lo tenemos claro! ¡ Ya sabemos las piezas que van y las que no!. ¡En la próxima carrera estaremos ahí!". Y cientos de frases grandilocuentes más que si bien mantienen la esperanza entre los aficionados a mí personalmente sólo me suenan a excusa tras excusa porque de donde no hay no se va a sacar. Humo y más humo.
Alonso ya no es líder del Mundial y no lo es, no porque él no lo intente, a pesar de que es consciente de que se va matando literalmente para que su coche pase por los pianos sin perder una eternidad en cada viraje. Lo es por culpa de Ferrari que parece empeñada en conseguir lo que parecía imposible: Que Alonso no gane el Mundial y que Vettel o el propio Hamilton consigan otro entorchado. Es alucinante y lo peor de todo es que o mucho me equivoco o no tiene solución y Fernando Alonso vera como se escapa otro título que podía haber sido suyo si Ferrari hubiese realizado su trabajo aunque hubiese sido a medias.
Gonzalo Serrano. Dir. MQC// MQC GT.Gonzalo Serrano. Dir. MQC// MQC GT