Seguramente la habríais oído antes tod@s pero es una nueva palabra para mí: humortopedia.
Cuando entré en la tienda de ortopedia donde el Dt. Escribano me había mandado a que me "fabricaran" una férula que me inmovilizara por completo el codo, tuve que pedir la vez como si de una frutería se tratara.
Me chocó, la verdad, que semejante lugar estuviera tan concurrido. "Menudo negocio", pensé, y creo que incluso lo dije en voz alta recibiendo la aprobación de los que compartían aquel bullicio de espera conmigo.
Una cola en una ortopedia no necesito explicaros de qué gentes está compuesta: tod@s llegamos con la esperanza de que esos sabios nos faciliten la vida que algo inesperado ha trastocado de una manera u otra. Allí parecía que todos nuestros problemas podían encontrar una solución.
Cuando Pablo, el técnico que debía estar harto de escuchar dolores durante toda su jornada laboral, me preguntó qué podía hacer por mí, le alargué la radiografía y me callé. "Menudo golpe!"
Trabajó con esmero y cariño, como le había visto a hacer con los anteriores clientes.
Me cubrió el brazo de vendas con yeso caliente y sacó un molde. Dominaba por completo su oficio y, además, se veía claramente que le gustaba. Lo que hicieron él y Pedro con mi brazo doblado a 90 grados lo veréis algún día. Yo confío en que me cure este estropicio.
"La ortopedia avanza cuando hay muchos heridos en guerras." Por eso los americanos son los mejores. Por lo visto no escatiman ni un dólar en facilitar la vida de sus soldados inútilmente heridos en frentes de batalla casi siempre incomprensibles para el resto del mundo. Y digo casi porque no sé qué hubiera sido de nosotros europeos sin su intervención en aquellos años horrendos de guerras mundiales.
Una vez que vuelven a casa detrozados por las armas más sofisticadas, son tratados con amor y esmero para facilitarles la vida rota que les queda por delante. Es una macabra contradicción que, en el colmo del rizo, nos favorece a los que por una razón o por otra necesitamos acudir a la ortopedia para sobrevivir a una enfermedad o un accidente.
"Se fabrica una rodilla perfecta que cuesta 120.000 euros. En España sólo hemos vendido una en Galicia" ¿Quién será esa persona que lleva tanto dinero entre falsos ligamentos cruzados? Al parecer en los diez últimos años el avance ha sido espectacular. Hago cuentas y me salen muchas guerras...
Pero no me olvido del humortopedia.
Hoy, en este blog tan querido, todos somos un poco como este boxer que me recuerda al perro que teníamos en casa de mis padres. Drak se llamaba. Mi madre de pequeña había bautizado así al suyo y se siguió la tradición. Drak volvió una vez a casa, después de estar desaparecido en combate eróticofestivo durante varios días, y su aspecto no se alejaba de nuestro amigo de la humortopedia. Se curó y siguió la vida. Muescas en la piel.
Begus, aquí me tienes. No hace falta que te diga nada más.
Senador, tu queja sobre la emisión 24 horas está ya encima de la mesa de mis jefes. Me has ayudado con tus palabras porque tengo la garganta seca de repetir sienes y sienes de veces lo mismo.
Nyra, "las palabras te pueden hundir o te pueden levantar" Te propongo dos ejemplos: "tenemos que hablar" (palabras aterradoras cuando las escuchas de tu pareja) y "remisión" (preciosa palabra que todos los enfermos de cáncer conocen y sueñan con escuchar)
Por cierto Sue44, déjame robarte algunas de tus palabras, no lo resisto:
Menta, tienes tanta razón cuando dices que Súe es el alma del Bolo!
Por lo tanto que os quede clara una cosa: no me gustan las bolas negras, ni los pedigrees, ni los socios pata negra. Me gusta el Bolo porque está abierto a tod@s sin excepción. Creo que sobran más explicaciones por mi parte.
Tomo prestadas las de Adara-68 , las de Caris y las de Pinocho-pinocho por coger tres de otras muchas. Este árbol bolero va generando raíces y eso nos hace fuertes pero no invencibles. Todos hemos visto árboles arrancados de cuajo tras un vendaval y hemos comprobado entonces que eran más vulnerables de lo que parecían.
Hagamos una copa inmensa, como aquél roble de Raventós Blanc, donde quepamos todos, seamos menos altos pero procuremos estar siempre pegados al suelo. No sobra nadie, ni los más obvios.
Aquí de desahogo habrá sentido la mano tendida y generosa de Pinocho. Eso también es el Bolo.
La Rambla ha defendido a Carlos, nuestro soldador, al que no admite que le llamen "pequeño marido". Estoy con ella y voy más lejos: ese chico es un grandísimo y amante celoso marido. ¿Quién de nosotr@s aguantaría sin que se le moviera una ceja que las circunstancias de su vida hubieran cambiado tanto de un día para otro? ¿Quién sería capaz de hacer semejante comedia jugando con su propia vida sin saber lo que espera a la salida de la casa de Guadalix? A mí me parece que hasta los celos desaparecerán de su vida si aprovecha esta extraordinaria oportunidad...
Tycia, eres de las mías. Dices que te gusta tanto leer que te lees hasta los prospectos de los medicamentos. Ya somos dos. Ando enfrascada en el último Paul Auster. Ya hablaremos de este libro extraño que te obliga a recordar lo que has leído para valorar lo que tienes delante: 'Un hombre en la oscuridad'. De momento, os lo recomiendo.
Termino hoy compartiendo con los que queráis la sentencia del tabaco. Ya hablaremos con más calma de esto pero me parece que el Gobierno no puede seguir mirando para otro lado. La ley debe cambiar. La Ley tiene que prohibir fumar en todos los lugares públicos, en todos.
No fueron valientes y ahora tendrán que rectificar. La sentencia es muy clara: es nítida la relación entre el tabaco y el cáncer. El juez no logró tampoco que le dieran la composición de los cigarrillos:"es un secreto como el de la coca-cola". No necesito añadir nada más.
Cartoncilla, te escojo a ti como hubiera podido hacer con much@s otr@s boler@s, para agradeceros vuestra ayuda para mantener este barco navegando a toda vela.
No es fácil pero tampoco es imposible. Las niñas de la web, como vosotr@s las llamáis, se desviven para que así sea y quiero darles las gracias hoy aquí porque hay días que el viento es muy, muy fuerte.