A veces la vida es lo que pensábamos que debía ser.
Hay días que conectarte por Internet a una toma de posesión de un presidente, se convierte en un acto emocionante. Hoy he vivido esas dos cosas desde una estación.
El hijo de aquel negro que echaron a gritos de un bar, es desde hoy el hombre más poderoso de la tierra.
Toda la ceremonia de su toma de posesión ha sido emocionante. Hasta ver a Bush disminuido y metido dentro de las solapas de su abrigo como sin saber dónde meterse. Una ceremonia milimetrada al aire libre que ha sacado de los fondos de la Casa Blanca la Biblia con la que Lincoln juró su cargo por expreso deseo del nuevo Presidente.
Gestos y más gestos para llegar al corazón de los millones de personas en todo el mundo que confiamos en que este hombre pueda hacer lo que ha dicho que intentaría hacer.
Obama quiere gobernar para un mundo que ha cambiado, cambiando la forma de gobernar. ¿Le dejarán? ¿Le dejarán vivir y aunque nos decepcionemos en muchos momentos veremos hecha realidad alguna de tantas esperanzas? Lo deseamos tantos tanto...
Los Estados Unidos de Norteamérica son un grupo humano muy potente pero ha logrado que millones de personas les quisiéramos muy poco. Tengo amigos americanos que no siempre entienden nuestro recelo y nuestras críticas a su querido país. Hoy , por el contrario, me siento cerca de tod@s ell@s y me he emolcionado con ell@s. Deseo de corazón poder celebrar juntos una nueva manera de hacer política.
Ya sé que muchos de los que leéis este Bolo pensaréis que soy una ilusa, no me importa. Hay días en la vida que tenemos derecho a pensar que hay esperanza, que las cosas se pueden hacer mejor y que un político puede abrir un camino nuevo en el que muchos seres humanos se reconozcan. Con todos ellos me uno hoy y celebro que Barack Obama duerma desde hoy en esa casa blanca.