Así se difundió el vídeo erótico de la concejal de Los Yébenes

telecinco.es 02/10/2012 10:03

Olvido Hormigos, concejal del PSOE de Los Yébenes, no cedió su intimidad como dice el abogado de uno de los imputados. A Olvido un amigo se la arrebató en un acto de traición y un alcalde torpe la pisoteó. La primera puñalada se la dió, presuntamente, el jóven jugador de fútbol con el que mantenía una estrecha amistad. Fue un 8 de agosto , hasta que pasaron unos días, la mujer no cayó en la cuenta de que, el vídeo erótico, uno más de los que se intercambiaba con el deportista, figuraba en un portal de vídeos eróticos sin su consentimiento.

La primera denuncia que interpuso Hormigos fue para el portal de vídeos que explotaba su intimidad. La siguiente ampliación de denuncia fue para el servidor de mesajería WhatsApp con el que se difundieron sus imágenes íntimas. La tercera para el jugador de fútbol que presuntamente, unos días antes de casarse con su novia de siempre, difundió el vídeo de Olvido. Inmediatamente se solicitó la retirada de las imágenes que todavía continúan circulando libremente por la red. Víctima de la traición y de su ingenuidad, Olvido Hormigos, quedó señalada de por vida en un pueblo que no superaba los 7.000 habitantes.

La Policía Judicial de la Guardia Civil no tardó en hallar al presunto culpable gracias a que las huellas de la tecnología son las más difíciles de borrar. El juez imputó al futbolista pero las tribulaciones de Olvido no terminaban ahí. La concejal presentó su dimisión en el Ayuntamiento el lunes 3 de septiembre y el alcalde del PP Pedro Acevedo se apresuró a confirmar que estaba motivada por "un tema escabroso". Olvido estaba cegada por un sentimiento de culpa injustificado cuando una marea de adhesiones en las redes sociales le hizo cambiar de opinión y descubrir que lo hecho en la vida privada no tiene por qué repercutir en la pública. Y en esas estaba Olvido cuando una amiga suya le entregó la prueba de que desde el correo de la alcaldía acababan de difundir su vídeo erótico. La tercera ampliación de la denuncia fue para el alcalde popular de Los Yébenes. Los testigos aseguraban que él es el único que tiene acceso a la cuenta alcaldía@losyébenes.es .

No sirvió de mucho que en el último pleno el portavoz del grupo socialista Jesús Pérez le preguntara al alcalde del PP Pedro Acevedo si él había enviado el correo con un enlace al vídeo erótico de la concejal de la oposición. "Le contestaré en el próximo pleno" le dijo, o lo que es lo mismo: dentro de dos meses. Hace unas horas el alcalde declaró como imputado en el caso y su abogado nos sorprendía con éstas manifestaciones: "una vez que ella misma difunde ese vídeo voluntariamente, poco importa quien y cómo lo difundió después".

El letrado no debe saber que difundir un vídeo íntimo sin consentimiento acarrea un castigo ejemplar, aunque a favor del alcalde está que no fue el primero que descubrió el secreto de la concejal. Quizá el abogado también desconoce como se difundió el vídeo erótico de la concejal de Los Yébenes, presuntamente, desde el correo de su defendido. Fue días atras durante una reunión que mantenían diversos administradores y personal de mantenimiento de fincas del municipio de Los Yébenes. Entre los cinco asistentes se encontraba un familiar del alcalde que eligió el momento para comentar jocosamente el asunto del vídeo erótico al resto de participantes. Y como no tenía el dichoso vídeo, decidió telefonear a su familiar de la alcaldía para pedirle que se lo enviara. NO fue la única metedura de pata. El impulsor de la bromita no tenía internet en su móvil, así que supuestamente desde la alcaldía le enviaron el vídeo al móvil de la única mujer que asistía a la reunión. Esa mujer es la testigo que declaró hace unas horas en los juzgados, y la otra testigo es otra concejal socialista que entregó la prueba nada más conocerla. A éstas alturas, suponemos que el abogado del imputado se ha enterado ya de cómo se difundió el vídeo. Incluso puede que le hayan explicado que debería estar menos habilitado para ejercer un cargo público el que difunde un vídeo erótico de una persona sin su permiso, que la persona protagonista de ese mismo vídeo.