“Los perros se volvieron locos en el garaje de Majadahonda”

Malena Guerra 22/04/2015 19:47

La sangre y restos biológicos encontrados en distintas habitaciones de esta casa ilustran para los investigadores el desenlace del crimen de Adriana. Se llevaron multitud de muestras biológicas recogidas por toda la casa pero no todas son incriminatorias porque Adriana vivía en una habitación de esa casa y usaba el cuarto de baño. El crimen pudo ocurrir en el salón pero los investigadores sospechan que descuartizó el cuerpo de la mujer en el garaje donde ya encontraron pequeñas manchas de sangre el primer día y donde el pasado martes “Los perros se volvieron locos”. Efectivamente Elton como, se llama el can, no dudó al marcar “enloquecido” toda la sangre que encontraba.

Eso hace pensar a los investigadores que en ese sótano insonorizado descuartizó su cuerpo. Pudo intentar usar la picadora de carne que están analizando pero nos explican que es poco potente. Después pudo lavarse porque en los desagües también había restos de sangre. Y creen que utilizó bolsas de basura para esconder el cuerpo en contenedores de la zona. Por eso registran el vertedero de Pinto desde hace días.

Luego Bruno se llevó el coche de su víctima y el ordenador. Y usó el móvil de Adriana para enviar mensajes a la familia de ella diciendo que se marchaba de viaje. También escribió una carta falsa de despedida , sacó una copia y la hizo llegar al trabajo de ella, aunque no saben cómo porque las cámaras no lo grabaron. La carta está mecanografiada pero la firma Bruno, según la investigación.

Con todo eso podrán acusarle del crimen aunque no encuentren el cuerpo. Pero también están buscando a su tía porque en los últimos cinco años no ha movido dinero de sus cuentas y no la encuentran en residencias. Lidia desapareció misteriosamente del barrio y nadie de su familia sabe dónde está, ni sus hermanos de un pueblo de Salamanca, ni su hermano Juan el padre del detenido. La Guardia Civil intenta aclarar por qué Bruno disponía de la casa de su tía, alquilaba habitaciones (ha hecho hasta 40 contratos) y vivía cuando quería en ese adosado. Los vecinos le veían de madrugada e incluso llevando chicas allí.

Cuando más ha frecuentado la vivienda el detenido ha sido en los últimos meses, nada más salir del psiquiátrico donde ingresó a petición de su padre porque no se había tomado la medicación. Ingresó con su novia también con problemas mentales pero Bruno salió muy pronto. Y fue entonces cuando comenzaron las rencillas con un vecino que lo denunció y con Adriana que se sentía acosada, vigilada y maltratada por su casero. Todos estos datos los han aportado los vecinos más allegados a la argentina.

En el registro hallaron también seis contratos a diferentes inquilinos que han sido localizados, casi todos. La Guardia Civil no cree que haya matado a ninguno de ellos y ahora se centra en encontrar el cuerpo de Adriana, y en localizar a Lidia, la tía desaparecida. Podrían inspeccionar una finca de su propiedad.