Los Easyriders de Dalat

telecinco.es 22/02/2010 09:25

Hay aventuras que llegan de sorpresa. Dalat es una ciudad del centro de Vietnam. Una más de la ruta mochilera por el país de Ho Chi Minh…. hasta que, si tienes suerte, te encuentras con ellos. Son los Easyriders. Unos locos moteros que, si la casualidad hace que se crucen en tu camino, te ayudarán a descubrir una auténtica joya para el viajero: las entrañas de Vietnam.

Dalat es una ciudad del centro de Vietnam. Está situada en las llamadas Tierras Altas de la zona central de un país donde la humedad y el calor hacen innecesario abrigarse. Salvo allí. La temperatura llega a bajar a 15 grados centígrados. Y eso en Vietnam es mucho.

Esa zona era lo más parecido a los Alpes en la Indochina francesa. Donde los enviados coloniales tenían sus casas de campo. Sorprende ver esas viviendas de estilo alpino que una vez independizado el país, y terminada la Guerra contra los EEUU, han sido utilizadas por los líderes del Partido Comunista de una República Socialista que manejan co mano firme su capitalismo controlado.

Dalat es uno de los destinos favoritos para el turismo local. El lugar donde los recién casados vietnamitas pasan su luna de miel. Si Oriente, para nuestra visión occidentalizada de la vida, es kitsch, Dalat es su reino. Basta con ver la imagen de al lado. No es un todo a cien. Tampoco un restaurante. Es un templo.

Esta no es la mayor sorpresa de Dalat. Lo es su gente. Con mucha suerte, y siempre sin buscarlos, puedes acabar junto a los llamados “easyriders”. No son los personajes de la película de Denis Hopper de 1969, pero se parecen mucho a ellos. Viven por y para su moto. Se sienten libres, hablan idiomas y viajan de un lado a otro de un país donde todo está más controlado de lo que el turista aprecia.

Estos cuatro amigos se adaptaron a una nueva vida con la llegada del turismo al país allá por los primeros años noventa del siglo pasado. El del centro es Hông. El jefe del grupo. Luchó junto a los americanos y por ello sufrió dos años de "reeducación" en un campo de trabajo comunista. Durante el día, cortando bambú. Por la noche, estudiando las teorías marxistas. Junto a él, a su derecha Binh. Todo el día leyendo filosofía alemana. A su izquierda Hung y Huû Hông, mi motorista. Peluquero de profesión cuando no viaja. Hong aprendía inglés por la noche y buscaba turistas para cortarles el pelo y hablar con ellos. Su padre, que también era peluquero, trabajaba con los americanos y murío en un barco bombardeado por el Vietcong. No tiene rencor. Dice que "son cosas de la guerra".

Si eres un poco atrevido te recomiendo que pongas tu vida en mano de esto señores durante cuatro días. La propuesta: recorrer el centro del país en moto. Te adentrarás en la zona menos conocida de Vietnam, una línea central por la que cruzar desde la frontera con Camboya hasta la ciudad de Natrang, lugar donde los americanos pusieron pie por primera vez en Vietnam para su proyecto DELTA y que ahora lo más parecido a Benidorm que tiene el país.

Una línea donde los vietnamitas reconocen que se llevaron a cabo las batallas más importantes de la guerra contra los EEUU. Ciudades como Buôn Ma Thuôt, a 60 km de la frontera camboyana y punto estratégico donde dejaron su vida "los mejores soldados americanos y vietnamitas", cuenta Hông. También es la tierra donde se hace el "tercer mejor café del mundo" después del brasileño y el colombiano. Un moka que hace que la ciudad huela a chocolate y le ha dado prosperidad económica.

Un recorrido marcado por tribus indígenas que, y no os miento, no han visto a un hombre blanco y, se mueren de la risa al ver que tenemos pelo en los brazos. Zonas rurales donde viven los CHIL, lugar donde los hombres pagan por casarse. A 50 kilómetros de allí, viven los K'HO, donde son ellas las que lo hacen.

También una línea, no imaginaria, es la marcada por las bombas de napalm lanzadas por los norteamericanos que, más de treinta años después, siguen sus cráteres perefectos y las calvas provocadas en la selva por los efectos de su caída. El agente naranja dejó dibujada la destrucción en los bosques. Nos cuenta que por eso se repuebla el campo destruido con cafetales. Ayudan a "cicatrizar las heridas dejadas en la selva por las bombas". Junto a los cafetales, árboles de canela y té, que poco a poco también le comen terreno a la naturaleza salvaje.

Enmudece ver un recorrido de sesenta kilómetros de carretera con cráteres de bombas y zonas destrozadas por todo su recorrido. Puedes imaginarte lo que tuvo que ser y es el único momento del viaje en el que no hay bromas. Rostros serios de ellos. Respeto por nuestra parte.

Llegar a Natrang es decir adiós a nuestros guías. La carretera termina en la K1. La gran autopista que cruza el país desde Hanoi hasta Ho Chi Minh City. Un viaje desde Dalat con 483 kilómetros de diversión y atenciones. Los easyriders siempre pendientes de sus nuevos acompañantes. Surge la camaradería y confianza mutua sobre todo con una cerveza por la noche. No olvides que no puedes localizarlos. Son ellos los que se acercan a ti. Si lo hacen, fíate y disfrutarás del auténtico Vietnam.

[gallery]