El ocre, el verde y el azul son los colores de la cuna del mejor tabaco del mundo: Pinar del Río. El Valle de Viñales y la región de Pinar del Río son reconocidas por su singularidad y belleza con dos títulos concedidos por la UNESCO: Reserva de la Biosfera de la península de Guanahacabibes y la Sima del Rosario y Paisaje Cultural de la Humanidad del Valle de Viñales. Con una temperatura media de 25ºC, máximas en julio y agosto de 28ºC, y mínimas en diciembre y enero baja a 20ºC, es un destino que no debería faltar en ninguna visita a la isla.
Su capital, Pinar del Río, se encuentra a unos 150 kilómetros de La Habana. Es una ciudad llena de bellas estampas gracias a sus casas, sus calles y sus gentes. El habano y su cultura son omnipresentes en la zona. Las vegas y las fábricas de tabaco como las de Robaina, (mirad esta entrevista que le hizo Ribagorda hace un par de años) el único hombre con una vitola con su propio nombre en Cuba. Las plantaciones de tabaco se ven cortadas por impresionantes peñones que forman acantilados de piedra caliza. Sus rocas florecen en este valle y los cubanos las conocen como MOGOTES. Esta especificidad hace que esta región sea cada vez más conocida por los amantes de la escalada, que llegan allí desde todas las partes del mundo.
Su gastronomía, como en el resto de la isla, funde la tradición española y africana con una pizca de asiática. Con la base del arroz, los frijoles, la yuca, el maíz, el plátano macho y el cerdo, o puerco como lo llaman ellos. Si pasas por allí no dejes de probar el Guayabita (un licor propio de la región). Y disfruta con la simpatía y la agradable conversación de los cubanos.
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