Da gusto cuando un post funciona. La primera versión de 'Cinco bares para tapear en Madrid' fue como un tiro hace dos semanas. Tantas recomendaciones nuevas de bares en los que poder disfrutar de una buena tapa con tu caña provocaron una nueva lista. Tengo en la reserva más de quince sitios que creo que merece la pena que conozcáis. Vamos con otros cinco. A ver si hacemos del primer post y de sus hijos, una tradición de Pasabaporallí.
LA MINA (General Alvárez de Castro, 8)
Tras un breve periodo de tiempo y con un renovado 'vestuario'reabre renovado y lleno de brío. Convertido en neotasca, La Mina era conocido por todo Chamberí por sus gambas a la plancha y los pinchos morunos. Sito en la preciosa calle del General Alvárez de Castro (donde vivió en su infancia Eduardo Haro Tecglen y que también retrato en su libro 'El niño republicano'), sus fieles siguen disfrutando de las gambas a la plancha y de unas excelentes latas de conservas. Las tostas, generosas, pecan por poner un falso pan rústico cercano al pan de molde. Las cañas muy frías y perfectamente tiradas.
EL SCHOTIS (c/ Cava Baja, 11)
Camareros de toda la vida, cañas bien tiradas y una excelente tapa de tortilla de patata como aperitivo es lo que le espera al cliente cuando entre en esta casa de comidas con una buena barra con raciones tradicionales de la cocina madrileña. Está en la Cava Baja con todo lo que eso implica, aunque no pierde nada de su tradición, adornada con las fotos de color sepia que resumen la vida madrileña de las últimas cinco décadas.
EL MAÑO (c/ La Palma, 68)
Un clásico de la parte más desconocida de la calle La Palma, la que cruza San Bernardo y con ello llegas a la zona de Conde Duque. Menos turistas, más parroquianos, pero muy muy divertida. Sus croquetas son famosas. El queso a la plancha también, y en esta época, cuando todavía no hace mucho calor, conseguir mesa en alguna de sus esquinas abiertas a la calle es un placer que hay que probar.
LA CASTELA (c/ Doctor Castelo, 22)
Casi esquina con Narváez, en la zona alta del Retiro, encontramos un bar de los de antes. Barra de estaño, vermú de grifo y todo de excelente calidad. El marisco buenísmo, las coquinas... sin palabras. Ojo se llena y puede resultar incómodo en fin de semana si no eres un profesional de la barra. Si quieres más comodidad, entra al restaurante. No es barato, pero como dice un amigo mío portugués: "o bom custa dinheiro".
EL DOBLE (C/ Ponzano, 58)
Quién no haya tomado cañas nunca por la calle Ponzano debería hacerlo. Partida por José Abascal, acumula algunas de las mejores tascas de Madrid. Este bar es todo lo que uno le pide a una tasca madrileña. Muchos camareros, todos buenos, pendientes, nunca olvidan la tapa con tu caña, siempre tirada como si fuera para un anuncio de la Federación Española de Cerveceros. Las latas de primer nivel, la ensalada de langostinos te hará llorar y sus patatas fritas, siempre alrededor de la mayoría de los platos que te van a servir son espectaculares. Por eso está siempre lleno.