La corona está en el logo de la principal aerolínea holandesa y curiosamente también a bordo, en cabina. Porque 2 veces al mes, el rey Guillermo sin corona y con uniforme realiza vuelos entre ciudades europeas. 21 años controlando los mandos. Él mismo lo ha contado a un periódico holandés. Más de dos décadas volando como soñó desde niño. Ahora, con los 50 recién estrenados, pretende pilotar aviones más grandes, Boeing 737 para vuelos internacionales, y está estudiando para aprobar el examen. Lo de ser rey lo heredó hace 4 años pero la gran pasión de quien en la Feria de Abril se enamoró de la argentina que enamora en Holanda es volar. Ya no lo hará de incógnito y tal vez en nuestro próximo vuelo escuchemos la voz del rey piloto.